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Narrador omnisciente.

Manuel y Mateo se encontraban sentados cómodamente en el sofá uno encima del otro, disfrutando del momento juntos. Estaban cómodos pero aburridos.

Mateo se encontraba sobre el regazo de Manuel mientras lo abrazaba del cuello, disfrutando del calor que emanaba el cuerpo del más alto.

―Amor, estoy aburrido. ―El más chico realizó un tierno puchero mientras apoyaba su cabeza en el pecho del mayor.

―Yo también, Teo. ¿Qué te parece si vamos a caminar por la ciudad?

―¡Sí! ―Exclamó Mateo como un niño pequeño alargando la última vocal.

―Ya está comenzando a anochecer, vamos.

Mateo se levantó del regazo de Manuel, para que este pudiera levantarse también. Acto seguido el mayor alzó en sus brazos al más bajito y entre risas  subieron las escaleras rumbo a la habitación para comenzar a prepararse.

(...)

La ciudad se encontraba adornada por miles de luces brillantes. Habían un montón de edificios altos, algunos modernos y otros antiguos. Era simplemente hermoso. Siguieron caminando agarrados de las manos hasta encontrarse con un parque. 

Mateo se emocionó al ver el hermoso parque lleno de luces colgantes. Había una pequeña zona de juegos para niños, algunas que otras familias y parejas caminando por el lugar mientras disfrutaban del aire fresco.

―¡Amor, mira! ―Palacios señaló con uno de sus deditos los columpios que se encontraban en la zona de juegos. ―¿Podemos ir a jugar allá?

Manuel no se atrevería a decirle un no y menos al ver los grandes ojitos iluminados de su tierno novio. No le quedó de otra que asentir y se dejó llevar por Mateo, quien agarraba con una mano de su buzo casi arrastrándolo.

Estuvieron casi 1 hora jugando como niños pequeños. En realidad Mateo era el que jugaba y Manuel se dedicaba a cuidarlo; a veces su pequeño novio podía ser un poco torpe y descuidado, no le sorprendería que en algún momento termine lastimado o cayéndose.

Luego de que Mateo haya terminado de jugar se dedicaron a recorrer un poco más el lugar hasta que decidieron parar en una cantina que se encontraba dentro del lugar debido a que Mateo sentía mucha sed.

Luego de haber comprado una botella de agua, fueron a sentarse en uno de los bancos del parque para observar los alrededores en un silencio agradable disfrutando de la compañía del otro.

―¿Sabías que cuando te miro pienso aún más en ti? ―Preguntó el menor de la nada rompiendo el silencio que se había formado entre ambos, cosa que era bastante normal viniendo de Mateo ya que siempre salía con temas al azar.

Manuel se había quedado inmóvil, el menor siempre era tan dulce y romántico, le salía de forma natural. En cambio él se ponía nervioso y le costaba mucho hablar.

No dijo nada, simplemente se dedicó a observar con detenimiento el hermoso perfil del menor. Sus pestañas eran largas, sus mejillas estaban decoradas con un pequeño tono carmesí, sus labios gorditos y rosados. Era perfecto.

―Eres el mayor signo de interrogación en mi vida. ¿Qué debo hacer contigo? ¿Qué debo hacer si haces que mi corazón se acelere? ―El menor siguió ante el silencio del contrario.

―Eres tan dulce, haces que mi corazón de hielo se derrita. ―Bromeó mientras se tocaba dramáticamente esa zona del pecho haciendo reír a Mateo. ―Ah y respondiendo a tus preguntas, lo que puedes hacer es abrazarme o besarme. Aunque si quieres hacer las dos cosas al mismo tiempo, no tengo ningún problema. ―Manuel le guiño un ojo, juguetón.

Mateo sonrió ampliamente ante las palabras del mayor y luego se dedicó a mirar las estrellas brillantes que decoraban el cielo.

―Quizá esa sea la razón de porqué la noche se vea tan hermosa, no es debido a las estrellas o las luces, sino debido a ti.―Musitó Manuel inconscientemente al ver a Mateo sonreír.

―¿Manu, qué dijiste? ―Preguntó con timidez al sentir como sus mejillas se ruborizaban, no esperaba que el mayor le dijera algo así.

Manuel cerró sus ojos por unos momentos suspirando. Se supone que debía decir esas palabras -que había estado practicando por mucho tiempo- en otro momento y otro lugar.

Pero al parecer ya llegó el momento y era demasiado tarde para dar vuelta atrás. Era ahora o nunca. Así que, se armó de valor y respiró hondo para seguir con su discurso.

―Mateo, tal vez te parezca extraño todo lo que estoy apunto de decirte teniendo en cuenta que no soy para nada romántico. ―Se detuvo para observar al menor fijamente a los ojos. ―Pero quiero pasar el resto de mis días contigo, estos dos años de relación han sido increíbles y de la único que me arrepiento es de no haberte conocido antes. Si hubiera estado solo y si nunca te hubiera conocido podría haberme rendido. Los días pasan rápido pero me sigues gustando. Quiero que sepas que el yo de ayer, el yo de hoy y el yo de mañana seguirán amándote por siempre. Si eres tú, no necesito a nadie más.
Puedo ser malo pero por ti nunca daré un paso atrás. Tienes lo mejor de mí. Te necesito, así que, por favor no me dejes. Eres mi salvación, eres mi escudo, eres todo en este mundo para mí. ―Manuel sacó del bolsillo de su buzo una cajita roja de terciopelo, acto seguido la abrió para dejar a la vista de Mateo dos hermosos anillos de oro. En el centro tenían una pequeña piedra zafiro de color azul brillante. Eran anillos de promesa que simbolizaban su amor profundo y eterno. ―¿Mateo Palacios, aceptas?

― Manuel Vainstein... ¡Claro que aceptó! ―El más bajito lo abrazó fuertemente del cuello mientras lloraba de felicidad. El mayor por fin pudo respirar tranquilamente, tenía tanto miedo de que Mateo lo rechace o se asuste por haber ido muy rápido. Si supieran cuánto trabajo le costó decir todas esas palabras, pero lo dijo con toda la sinceridad del mundo. Porque Manuel Vainstein jamás miente y menos cuando se trata de Mateo Palacios.

―Te amo, Manu.

―Yo también, Teo.

Porque Manuel se vuelve romántico cuando se trata de Mateo.

📍

¡Hola! ¿Cómo están?

Iba a actualizar este fin de semana que pasó pero surgió un viaje de último momento y no tuve mucho tiempo para escribir, pido mil disculpas por eso :(

También quiero agradecer por el todo el apoyo que me han dado, muchísimas gracias. Son geniales, no puedo creer que ya llegamos a las +800 leídas 💕

Espero que les haya gustado y no duden en avisarme si hay algún error. ❤

Sweetie ; Trueplik [Resubido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora