NAMMIN || CURIOSIDAD [adaptación] Libro #1

VEINTINUEVE

Jimin lo miró atónito, no podía hablar enserio... pero por la expresión que tendría su padre podía ver que no era una broma.

—No eres mi...—

—No Jiminnie... no lo soy —dijo con tristeza, se acercó al pequeño y acarició su cabello —Pero, créeme cuando te digo que te quiero como si lo fueras y daría mi vida por ti, no lo dudes.

—Papá... —dijo llorando.

—Yo te voy a proteger de quien sea —dijo abrazandolo con cuidado —hasta de tu madre por segunda vez — dijo seguro.

—¿S-segunda?

—Ella ya había intentado hacerlo cuando tenías unos días de nacido... pero no la dejé, no podía permitir eso, tu no tenías culpa de nada y sigues sin hacerlo, tu eres inocente —aseguró, más Jimin no se sintió mejor, tenía muchas ganas de llorar y sentía su corazón doler al saber que tanto lo odiaba su madre como para haber intentado matarle cuando era tan sólo un pequeño bebé, se aferró a la camisa de su padre, porque a pesar de que no lo era de sangre, lo había  criando y cuidado como tal, le tenía un profundo cariño.

—¿Escuchaste?—preguntó de repente el señor Park, Jimin lo miro confundido y se quedó en silencio, el rechinido de una puerta se escuchó de nuevo —Tenemos que irnos —dijo separándose rápido y cerrando la maleta, se había descuidado y tardaron mas de lo que él pensaría, se volvió a Jimin para ayudar a levantarlo, más su acción fue interrumpida al ser golpeada la puerta del cuarto asustando a ambos, otro golpe y el filo de un enorme cuchillo se pudo ver.

—¡Salgan!—gritó la mujer del otro lado volviendo a repetir la acción y encajar el cuchillo.

—Ay no...—susurró preocupado el señor Park, tenía que pensar en algo rápido antes de que destrozara la puerta... miró  a su alrededor buscando algo con lo que pudiera defenderse, solo había unas tijeras, sin más opción las tomó y las puso en su bolsillo, sacó su celular y una carta —Llama a Jin —ordenó.

—¿Y-y esto..?—Levantó la carta.

—Leela después —lo abrazó y besó su frente —No olvides que a pesar de todo te amo y para mi eres y serás siempre mi hijo —Jimin asintió —Anda escondete en el baño —le ayudó y lo encerró ahí no sin antes volverse a despedir, estaba decidido, daría la vida por proteger a su pequeño.

La puerta se partió a la mitad por los cuchillasos que daba la mujer y su mano intentando abrir se vio, todavía no podía creer que de esa mujer fue de la que se había enamorado, fue por la que dejó a otra chica que en verdad lo amaba y por la que abandono a su familia cuando ellos le dieron la espalda.

Tomo las tijeras y las encajó en su mano, la mujer gritó.

—¡Maldito!—saco las tijeras y abrió lo que quedaba de puerta para encararla, no la reconoció y eso lo asustó, ella se le lanzó dispuesta a atacar pero él la empujo con fuerza por las escaleras, su objetivo era alejarla del cuarto lo mas posible, bajó de a poco viendo como la mujer débilmente se incorporaba, le dolía verla así.