NAMMIN || CURIOSIDAD [adaptación] Libro #1

TREINTA Y DOS

—Park Hye Jin... la abuela de Jimin —el silencio se hizo presente de forma incómoda, todos los chicos miraban sorprendidos a la señora frente a ellos.

—Pero... Papá nunca dijo nada acerca de tener más familia...—habló Jimin.

—Porque él decidió dejarnos por esa asesina, yo siempre le dije que esa chica no era buena pero él nunca quiso escuchar, estaba muy encaprichado por ella —la duda de que esa mujer fuera la madre del señor Park no fue puesta ya que la mujer era identica a él, excepto en el temperamento —Así que como único familiar tuyo vengo a exigir que me sea autorizado quedarme contigo —miró al oficial.

—Bueno... Sería cosa de arreglar unos papeles y estaría listo.

—¿Tardará mucho?

—No, para alrededor de las 2 estará listo.

—Bien, puedo esperar eso, mientras quiero pasar un poco de tiempo contigo... Jimin —el menor asintió —Vámonos —dijo dando media vuelta —cuando esté listo marqueme —dijo entregándole al oficial una tarjeta y sin decir más empezó a caminar sin esperar al menor.

—T-tengo que irme —habló a sus mayores —Nos vemos —les sonrió y corrió enseguida detrás de su abuela

—Por que siento que esa mujer no es como su hijo...— habló Jin.

—Porque definitivamente no lo es —aseguró su pareja — no me da buena espina, es muy fría.

—¿Qué quieres decir?—preguntó Yoongi —¿crees qué es mala?

—La mirada que dio a Jimin no fue precisamente de alegría por conocer a su nieto, más bien, tenía reflejado...—

—Rencor...—terminó Namjoon —También lo noté.

—¿Por qué tendría rencor?

—No lo sé...

Todos quedaron pensativos por un momento sin dejar de ver por donde se había ido su pequeño.

Mientras tanto una vez Jimin alcanzó a su abuela le sonrió, la mujer solo lo miró de reojo y continuó hasta salir, el menor vio una gran camioneta muy bonita frente a ellos, la mujer se subió en ella y miro al menor por fin.

—¡Apurate y sube!—ordenó, el menor dio un pequeño brinco asustado e hizo caso, ya adentro dejó un gran espacio entre él y la mujer dedicándose a observar curioso el interior deteniendose en el brazalete que tenía la mujer en su mano —¿que edad tienes?—preguntó después de unos minutos.

—Acabo de cumplir 17.

—Eres muy pequeño aún.

—No lo soy —frunció molesto su ceño —Ya soy grande —la mujer soltó una gran risa en burla.