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- Hey, disculpa por llegar tarde, estaba un poco ocupado. Lamento haberte hecho esperar.
Yugyeom sonrió y se sentó en frente de aquel chico que había regresado después de más de un año de hablar solo por llamada, por temas de trabajo.

- ¡Yugyeom!
Dijo el tailandés contento y con una sonrisa limpia y bella frente a sus ojos.
- ¿Qué hay de nuevo?, tanto tiempo sin verte. Te extrañé. Cuéntame, qué es de ti.
Bam lo miró con felicidad en su rostro esperando a que le cuente acerca de él.

- Lo mismo digo, estoy bien, muy feliz, gracias. Hace unos meses estoy en pareja con Jaebeom, ¿te acuerdas de él?
Sonriente, Yugyeom le contaba muy ansioso lo de su vida con su pareja.

- ¡Claro que sí, Jaebeom!, que bueno es saber que por fin te diste un lance, se notaba como morías por él. ¿Y qué tal es?, ¿te coje cómo te lo imaginabas?
Rió el tailandés mirándolo contento por lo de su relación.

- Cállate, él es genial. No solo teniendo sexo, sino que también me hace sentir muy bien, compartimos tanto juntos que quiero una vida con él, sabes.
Yugyeom trató de disimular por lo que más antes sucedió, así que dio una buena imagen a su novio. Su mejilla seguía algo roja y quería tratar de que Bam no lo notara.

- Eso es genial, wow, es lindo. Me alegra de que estés feliz. Apropósito, ¿qué te sucedió en la mejilla?
Bam señaló un lado del rostro del menor para notar su preocupación.

De inmediato colocó una de sus manos en su mejilla, y abrió bien los ojos cuando se hizo presente aquella pregunta.
- ¿A-ah? N-no, no es nada, solo que me dio una alergia y me comenzó a picar, por eso.
El menor se sentía muy presionado con el cuestionario, preocupándose por que su mejor amigo se diese cuenta que au novio le había pegado.

- Ow, ¿alergia?, no sabía que tenías alergia, está bien, pero ponte algo ahí, se ve feo.
Yugyeom mordió su labio de nervios.

-Lo sé, lo sé, lo haré. Estoy bien. Bueno. Veo que ya desayunaste tú, así que solo pediré un jugo de naranjas.
Alzó su mano y llamó al mozo para pedir su jugo.

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- Entonces, un placer compartir esta mañana contigo me gustó mucho esto, espero que quieras juntarte otra vez.
Espérame por tu casa, iré a visitarte, quiero volver a conocer a tu Jae, mientras seguimos hablando por llamada.
El tailandés se puso de pie para saludar a su mejor amigo y despedirse para ambos partir a casa de una vez.

Yugyeom quiso disimular lo más que podía en esa situación, pero ahora solo pensó en que ir a casa sería o un infierno o otra golpiza, por lo que deseaba que la casa esté sola.

Ambos se despidieron y subieron a sus autos para el regreso.

𝘕𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘳𝘰𝘴𝘢𝘴 ; 𝘽𝙜𝙮𝙚𝙤𝙢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora