Capítulo I

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Cuando volvió a casa, todo parecía extrañamente diferente, una sensación de inquietud lo invadió. ¿Porque se sentía así?, ¿porque el lugar le resultaba tan ajeno si ese era su hogar?, ahí estaba su familia.

Caminó por los pasillos de la base, parecía una sensación tan vacía y horrible, como si algo le faltara, una pieza importante, pero ¿que era?, ¿que podía causarle tal inquietud como para sentirse de esa forma?. Miraba por todas partes intentando averiguarlo pero no tenía éxito.

Los días se volvieron semanas, y Tony seguía con la misma duda, preguntándose una y otra vez. No era un sentimiento que podías ignorar con facilidad, este sentimiento era intenso, era horrible. Además el tener que lidiar con la pérdida de memoria, tampoco era del todo agradable.

-No has comido bien las últimas semanas- Bruce lo miraba curioso, tenía esa mirada que usaba cuando quería descubrir el secreto de algo.

-No tengo mucha hambre en realidad- sé alzó de hombros, alejando el plato y haciendo una mueca cual niño pequeño que rechaza las verduras.

-¿Todo bien?- preguntó su hermano de ciencia realmente preocupado por su salud. Si bien Tony a simple vista se veía sano, había algo diferente.

-Estoy aún intentado acomodarme a las cosas, ya sabes, estuve en coma- Sonrió alzándose de hombros y mintiendo. No era eso, pero no podía hablar de algo que ni él mismo entendía.

Pronto volvió a su trabajo dirigiendo a los vengadores. Aunque había salido del hospital, no le habían dejado ocuparse de ningún asunto importante hasta que estuviese completamente curado, así que no pudo ver ni entablar una conversación con otra persona que no fuese su familia y Bruce. Tony pensó que todos estaban exagerando con sus cuidados hacia el, no era de cristal y no iba a romperse.

-Quieren que tu monitorees la misión- dijo Steve una vez que Tony volvió al trabajo.

-Siempre lo hago ¿no?- Sonrió con arrogancia, mirando a ambos soldados frente a él, dispuestos a marcharse en lo que sería una larga  misión- solo no hagan lo que acostumbran hacer y no lo arruinen-

-Solo fue una vez, y fue completa culpa de tu alfa- dijo Bucky levantando ambas manos para defenderse.

Tony solo negó sonriendo y recibió un beso de Steve en los labios, para después verles marchar.
Se preguntaba cómo debía de estarse sintiendo Bucky, Natasha se había vuelto su alfa y lo marcó antes morir, incluso muchos llegaron a pensar que el soldado también moriría de tristeza, pero por alguna razón no ocurrió. Aún no conocía los detalles a fondo, pero sabía que todos lo ayudaron.

-Papá- Morgan apareció detrás de él con una sonrisa divertida. La niña traía un dibujo curioso que le entregó a Tony, una mezcla extraña de colores rojos, azules y verdes- lo hice para ti-

-Es muy lindo cariño- dijo tomando el dibujo y caminando junto a su hija hacia la nevera para colgarlo ahí. De todos los hijos que había tenido, Morgan fue la única que le regalaba dibujos.

La niña soltó una risita alegre y volvió a la mesita donde había estado haciendo varios dibujos. Parecía tan concentrada en lo que hacía, que por un momento se vio a sí mismo cuando construía o arreglaba algo.
Su pensamiento se vio interrumpido con la llegada de sus dos hijos mayores. Peter y Harley entraron hablando de cosas sobre la escuela.

-Puedo jurar que la dejé ahí, y después desapareció-

-Eres demasiado descuidado Peter, si no tuvieras a Wade todo el día en la cabeza- dijo en forma de broma, pero su hermano le dio un golpe en el brazo y un fuerte sonrojo en la cara.

Aunque no era del todo un secreto, se sabía que Peter había comenzado a salir con un chico alfa llamado Wade. Lo curiosos es que casi nadie sabía algo de él o lo había visto, y ciertamente, Tony aun no se había dado a la tarea de investigarlo, pero estaba seguro que había algo que su hijo no les mencionó del todo.

ButterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora