Capítulo IV

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Harley caminaba por los pasillos de la base. Había pasado cerca de cinco minutos sin ver nada más que agentes pasar apurados, y uno que otro lo había saludado, pero la verdadera razón por la que recorría el lugar, era por que buscaba algo.

Entró a una de las habitaciones que normalmente estaban vacías, y ahí lo vio, esos cabellos castaños sobresalir de detrás de una cortina azul marino.

-Para ser el juego del escondite, lo haces bastante mal- dijo Harley con una sonrisa burlona.

Notó como Peter salí de ahí con un puchero y le miraba a punto de hacer un berrinche, siempre era a él a quien encontraban primero.

-Creo que tienes un odio hacia mi, siempre soy al primero que encuentras-

Harley simplemente se alzó de hombros, y siguió buscando, siendo seguido de cerca por Peter, quien estaba atento a los movimientos de su hermano.
Al parecer tenían que encontrar una forma de divertirse mientras sus padres discutían asuntos "importantes" de los vengadores, lo cual era una simple palabra bonita para no decir "pelea" entre todos por qué nadie estaba de acuerdo, pero bueno, el punto es que ellos estaban fuera de eso.

Volteó rápidamente cuando al entrar a la cocina, notó una pequeña risita. Miró detenidamente todos los lugares posibles donde alguien podía esconderse... y lo encontró, había un par de puertas entre abiertas. Se puso de rodillas, y con un "boo", abrió ambas puertas.
Detrás de ellas estaba Maria, quien soltó una pequeña risita y un grito por el susto; Harley la ayudó a salir, ahora solo quedaba la menor quien al parecer era bastante buena en el juego por que no la había encontrado.

Quizo guiarse por el aroma, pero al ser pequeña, Morgan aún no desarrollaba algo como tal. Bien, tendría que tener paciencia.

-Apuesto cinco a que no la encuentra- dijo Maria a Peter, quien asintió aceptando dicha apuesta y esperando a que su hermano la encontrara o tendría que pagar dinero que no tenía.
Habían pasado por varios lugares y nada, parecía que la niña había desaparecido completamente.

-No vas a encontrarla- dijo Maria con una sonrisa divertida.- nunca la encuentras-

A pesar de que quiso que esta vez fuese diferente, se había rendido después de diez minutos de buscarla por los lugares que habían establecido.

-¡Bien, me rindo Morgan!- suspiró gritando, y Justo vio como su hermana entró corriendo con una sonrisa en el rostro y cantando "gane".

-Enserio que no logró entenderlo- le divertía y contagiaba la alegría de su hermana, la cargó en sus brazos y alabó que ganara mientras la llenaba de besos en su cabecita.

-Peter fue el perdedor... te toca buscarnos- Maria sonrió, aún no olvidaría la pequeña apuesta que su hermano perdió.

-Ya que-

Suspiró pesadamente, pero antes de que alguno pudiese decir o hacer algo, la sala de juntas se abrió de golpe, dejando ver a un Steve Rogers bastante molesto, y detrás de él venía Tony con la misma cara de enfado.

-Qué hagas esas cosas es cruzar una línea... ¡dime qué demonios acabas de hacer!- dijo Tony con enfado. Apretaba sus puños y miraba al capitán con el ceño fruncido.

-Hice lo que tenía que hacer- gruñó el capitán de vuelta, mirándolo fijamente.

-¿Comportarse como un idiota?- preguntó con sarcasmo.

Detrás de la puerta comenzaban a verse los demás vengadores quienes tenían caras de susto e incomodidad. Maria instintivamente se escondió detrás de Peter y Morgan abrazó a Harley.

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