Los Tres Mundos

2 - El destierro

Elías era un ángel ejemplar. A veces un poco paranoico, pero era ejemplar. Su puesto era el de explorar la frontera humana en busca de demonios, cuando sonara la alarma de aviso. Él fue testigo de varios de los "errores" pero, mientras que los demás le atribuían estos sucesos extraños a un fallo de la máquina, Elías creía que algo más estaba pasando. Así que un día, al recibir la alarma, además de encargarse del demonio y de borrarle la memoria al humano, decidió vestirse de incógnito para poder conseguir información acerca de aquellos errores. Durante varos meses se mimetizó entre el gentío, recabando información. Hasta que un día, consiguió unir todas las piezas de ese rompecabezas. Todo apuntaba a que los demonios habían conseguido sobrevivir y se habían mezclado entre los humanos. Con esa información, Elías volvió con los demás ángeles y les explicó todo. Ellos no le creyeron, ya que esas ideas les sonaban disparatadas, pero él no se rindió. Consiguió hacer llegar esa información a los ángeles mayores, y ellos lo citaron en una asamblea. Elías les volvió a explicar todo, y les aseguró que en ambos lados sucedía lo mismo: los supervivientes llegaban vivos a la frontera contraria, y allí vivían, infiltrados. Durane unos meses, los ángeles mayores investigaron este tema, pero no encontraron ninguna evidencia de que esto fuera real. Al saber que su investigación había sido en vano, Elías se enfadó, y empezó a trabajar menos. Su reputación como ángel responsable empezó a caer, llegando hasta tal punto que los ángeles mayores no tuvieron más opción que desterrarlo a la tierra.