La advertencia de Seokjin al contratar a Namjoon como su asistente es: "ninguno de los anteriores ha durado más de tres semanas, ¿crees que tu podrás seguirme el ritmo?". Claro, solo existe un detalle: a Jin le gustan los juegos eróticos, y no desp...
17:28 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "Pasaré por ti a las 10:00 AM, ¿está bien?"
¿Qué? Ni siquiera se tomó la molestia de esperar por su respuesta. Nam texteó rápidamente alguna excusa inventada con tal de no aceptar. No le desagradaba el hecho de la invitación en sí mismo, le había ofendido que solo asumiera que podía llegar sin considerar sus planes. Se maldijo porque en la solicitud de empleo venía la dirección de su hogar.
No terminaba de escribir el mensaje, cuando otra nota llegó.
17:30 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "Acabo de llegar a mi casa. Prometo que no hay más peticiones del trabajo, y disfruta tu sábado Nam."
Quedó aliviado, pero un poco culpable porque la conversación se había cerrado con ese último mensaje. ¿Qué podía agregar? ¿Un seco "ok"? sonaría despectivo y distante. Un momento, ¿por qué estaba preocupándose por ser amable con ese descarado, si él nunca respetaba su espacio personal y lo acosaba en primer lugar? Jodidos modales coreanos.
Regresó a ver su maratón de cine casero y no se preocupó por el tema por unos minutos. Por lo menos le tranquilizaba que estaba progresando en su carrera. En la empresa de Jack Daniel's era parte del equipo de administración, un coordinador, pero no trabajaba directamente con la presidencia; ahora era el asistente directo de uno. Debía sentirse orgulloso, aunque las razones de su anterior renuncia no fueran las más profesionales.
19:20 hrs. Mensaje de Kim Seokjin:
"Vine al gimnasio ¿te me unes?"
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Si Nam creía que su tarde iba a ser tranquila, todo se fue por el caño al observar la foto que acababa de enviarle Jin.
"¡Oh, por los dioses!" exclamó, tirando el teléfono a un lado. ¿Por qué le mandaba eso? Es que... No era apropiado. Nunca podía apreciar su físico si todo el tiempo lo veía en su traje de oficina, que le quedaba como anillo al dedo y de galanura extrema, pero estaba más conformado muscularmente. Tomó de nuevo su aparato y revisó la pantalla. Qué foto, pedazo de foto diría. Sin embargo, estaba seguro que había sido enviado por equivocación.
19:00 hrs. "Creo que te equivocaste de remitente, Jin."
19:32 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "No, era para ti Nam. Pensé que sería divertido entrenar juntos."
19:33 hrs. "Lo siento, soy más aficionado a realizar ejercicio en casa."
19:35 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "Eso me interesa..."
"Regresaré a casa entonces. Nos vemos."
Nam suspiró por quinta ocasión. Ya estaba hartándose de no poder mirar una película a gusto sin que la imagen del coreano se le cruzara por la cabeza. Agh, era su culpa por mandarle esa foto. No podía negar que parecía un dios esculpido por los dioses, pero debía recordarse a sí mismo que ese mismo dios era su jefe; y no solo el jefe, sino el tipejo que se la vivía acosándolo en el trabajo... ¡Pero esos abdominales, por el señor! En otro momento y bajo otras circunstancias no le habría molestado dejarle puertas abiertas o corresponder a sus insinuaciones.
¡NAMJOON, QUÉ ESTÁS PENSANDO! gritó. Necesitó unos minutos para recostarse en el sofá y mirar al techo para olvidarse del fucking rubio.
21:05 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "No te dije, pero estuve pensando en ti todo el día... Fue un alivio que no vinieras al gimnasio. De haberte visto entrenar, no habría podido controlarme."
21:06 hrs. "¿De qué hablas?"
21:08 hrs. Mensaje de Kim Seokjin: "Mira cómo me tienes."
En seguida, Nam se volcó sobre el sofá sorprendido. Carajo, ese hombre no tenía decencia. Bueno, no debía ser novedad si el otro día, mientras buscaba unas carpetas en el estante de madera de la oficina, Jin había llegado por la espalda, pegando su pelvis contra su trasero. Claramente tenía una erección en ese momento, pero no se movía. Realmente fueron segundos porque el rubio solo quería tomar un bolígrafo del cajón, pero las intenciones no necesitaban explicación y bastó para que Nam se sonrojara en esa anécdota. Ahora, ya era un nivel de sin vergüenza explícito.
21:15 hrs. "No recuerdo haber hecho algo para causarte tal cosa. Te pido que no envíes fotos así."
De pronto, saltó el icono de llamada entrante con el nombre del mencionado. Nam rodó los ojos. No quería hablar con él, en serio no deseaba escuchar detalles sobre su foto, pero un sentido de la responsabilidad lo oprimía, y era molesto no poder rechazarlo como otra persona común. Finalmente respondió y espero la voz de Seokjin, pero en lugar de eso oyó un suspiro al otro lado.
¿Diga?
¿Viste la foto?
"Acabo de mandarte un mensaje pidiéndote que no envíes más. La vi, desafortunadamente
"Ah, no puedo negar la realidad. Así estoy ahora mismo... Quiero escuchar tu voz, Nam, la adoro, no tienes idea de lo duro que me has puesto
"¿Si? Pues estoy algo ocupado" mintió. "Si no hablamos estrictamente de trabajo, no me marques
"Mañana desayunaremos. Qué pereza hablar sobre trabajo durante la mañana
"Nunca dije que estaba de acuerdo, Jin" tomó determinación para hablar. "Deja de tomar decisiones por tu cuenta sin preguntarme, deja de decir que vayamos a desayunar... Y, y, y... ¡No me mandes fotos de tu pene! Es desagradable
Al finalizar, Nam colgó sin dar tiempo al otro de darle una réplica. Sentía el rubor hasta la coronilla. No le bastaba con haberle mandado la condenada foto sino informarle sobre su calentura pasajera. Namjoon estaba más cohibido, pero seguía sin dar un rechazo tajante. Daba muchas vueltas al asunto, y eso debía ser un foco rojo para alertarlo de que Jin tomaría venganza por cortar la llamada. En serio necesitaría un milagro.