Overlord Godsfall (Pausada)

Capitulo 19: La esperanza vuelve(La masacre accidental de Peropero)

La realidad había sido una patada en la cara.

Lo había esperado, por supuesto, incluso cuando aún estaba creciendo. Su hermana, aunque bendecida con una voz maravillosa que podía imitar los suspiros y los gritos más dulces de una pequeña loli, no era muy atractiva, ni siquiera bajo las luces más favorecedoras.

Aunque nunca le diría eso a la cara.

Los hombres como él eran de cara pastosa, pequeñas y viscosas mierdas. Y cerca de todas las mujeres había espejos exactos de sus contrapartes, a excepción de los montículos carnosos en sus pechos. La belleza no era apreciada a menos que uno naciera para ella; y si no, había maneras costosas de hacer que uno se viera tan pálido y limpio como las modelos en sus carteles publicitarios que ensuciaban el horizonte oscuro y amargo, sus caras en forma de luna se volvieron pálidas por el polvo y la lluvia.

Para él y para todos los que pensaban como él, la salvación vino en fantasía; y en particular la tradición transmitida a través de las décadas: mirar en el espejo del mundo 2D y contemplar la belleza perfecta.

Tal era la generosidad ofrecida por ese mundo: múltiples personalidades para elegir, encantamientos dulces azucarados, las características más perfectas y la fidelidad de la mujer del siglo XXI. Y he aquí, más allá de eso había fantasías aún más maravillosas de experimentar en su totalidad: existía el reino de los tubos y los lubricantes, de los tejidos enrollados y el zumbido insaciable en la cabeza.

Mucho más que cualquier hombre (en su mente), se entregó a su perversión, hundiéndose en ese abismo del que ninguno emerge con la mente ilesa. Y vagó por callejones tan extraños y retorcidos con una mente abierta, con el espíritu ardiente del pionero; ninguna palabra de desprecio o condena llegó a su oído, ya no se sentiría tentado por la pintura fea que se atreve a llamarse realidad.

Mucho antes de encontrarse con Momonga y Ainz Ooal Gown, viajó profundamente al inframundo, buscando una medida de salvación. Almas similares como él solo se detuvieron dentro de la primera o segunda estación, decidiendo para sí mismos que esto seguramente era suficiente. Pero no a él. Como una criatura primordial, se sumergió de cabeza en las profundidades sin luz y dementes.

Y al igual que en las historias divinas de antaño, al final del día emergió del otro lado, regresando a las tierras de los Hombres después de un largo y arduo viaje. Regresó transformado, regresó como una deidad de mucho poder y sabiduría, sin inmutarse incluso por las duras realidades del mundo. En las viejas lenguas, nombrarían a tales boddhisatava "magos". Hoy en día eran mucho más mundanamente llamadas "vírgenes adultos": una que ha viajado lejos y visto todo, y al mismo tiempo, nada.

Y así, fue con tal mente que Peroroncino se enfrentó a las orgías negras de la ciudad muchas, muchas ligas antes que él. Parecía nostálgico: se había enfrentado a tales visiones antes, y verlo tan vívidamente, en un mundo donde las simulaciones por computadora se habían convertido en una realidad sombría, casi lo había hecho perder su vestido.

Pero los avatares de la lujuria no prevalecerían. Mantuvo su mente racional. Su mente reconoció la separación permanente de los dos reinos: el mundo subterráneo que dejó atrás, donde todo estaba permitido; y el cielo frío y gris de la realidad, donde se deben mantener ciertos estándares. Y la vista ante él no era el mundo de fantasía.

Era su realidad actual...

"Esto realmente apesta", dijo, su mente aún confundida por todo lo que estaba sucediendo. "Tal vez debería tratar de llamar a Momonga otra vez. Esta mierda es todo un desastre".
Todo era incómodamente estimulante para los sentidos. El puro desenfreno en las calles de esa ciudad superó con creces todo lo que la humanidad podría haber imaginado. Ciertamente, incluso Peroroncino nunca lo había encontrado. Fue como encontrarse en un ambiente completamente extraño. Y su poderoso par de ojos podía ver cada detalle.