AFRODITA //JEON JUNGKOOK //+18

↪ᴄᴀᴩíᴛᴜʟᴏ₀₀₈

[Después de haber dejado a Minha con la palabra en la boca y la mente dando bueltas, no fueron a ningún lugar de los que había mencionado Hyeong en su arranque de dulzura ¿parque, cine, cenar? No claro que no era lo suyo. Así que solo fueron a un lugar fuera de la ciudad para hacer aquello que les apasiona a ambos... La fotografía]

--Idiota! No te muevas!-- exclame enfadada.

--Ya decía yo que era demasiado bello para ser verdad-- me dijo riendo mientras posaba.

--No tienes idea de cuantas ganas tengo de tirarte por el precipicio y decir que te suicidas te frente a mis narices-- le dije para que se callara, claro nunca deje de tomar fotografías.

--¿Por qué te has comportado así?-- preguntó curioso.

--Si te contesto dejaras de moverte como maldita lombriz-- río por mi comentario.

--Por supuesto que si Hyeong-- solté aire y me senté a su lado.

--Como te trate en la biblioteca después de golpear al idiota fue en sierta parte por "agradecimiento" ya que sabía que me traerías ese café americano que tanto amo, además ayer me salvaste de la fastidiosa de Minha, me dejaste dormir y me diste más café gratis. En ese momento me dio felicidad que haigas visto una de las miles de formas en que puedo matarte si no obedeces a lo que te digo. Lo de conejito, es porque siempre te digo señor dientes de conejo y lo de príncipe... Eso lo saqué de una delas tantas películas cliché que mi madre me obligaba a ver. Te abrace por pura lujuria y no por ser tierna... Y si preguntas por qué lujuria solo quería tocar tu abdomen-- explique restando le importancia a todo lo sucedido. Me pare de nuevo, Jeon parecía analizar las cosas.

--Y la fotografía en instagram-- dijo con duda.

--En primera, me gusta armar escándalos... Viste la cantidad de me gusta que resivio en menos de una hora... Y segunda las personas malinterpretan lo que leen, sacan sus propias conclusiones aunque sean mas falsas que mi cabello rizado-- reí con más que diversión. -- La gente es tan crédula, además esto atrae clientes a mi padre así que... Más dinero para mi-- sonreí con malicia. --Y no, no estoy drogada--

[...]

--Ex novio-- lo mire con burla.

--Nunca he tenido un novio siquiera--reí.

--Me hablas encerio?--sus ojos se agradaron mientras me hablaba con sorpresa.

--Mjm. Varios me lo propusieron, Estadounidenses, Brasileños, Parisinos, Francéses, Chinos, Peruanos... A todos los rechace por la única y sencilla razón de que no me importa en lo más mínimo el amor. Puedo decir que amo el café, si, pero ¿alguien te asegura que lo hago? En cierto momento te aburre ¿no?. El café te aburre por un tiempo y cuando quieras puedes volver a beberlo sin culpabilidad alguna. El amor a una persona u objeto es muy diferente del amor al café, cuando lo pierdes es un 0.0001% de posibilidad en que pueda regresar a ti, y si no lo hace te sumes en el profundo dolor y arrepentimiento, tus demonios te consumen  y destrozan sin piedad, en cambio el café lo encuentras aquí, en China, o en cualquier otro país, así que nunca lo perdiste--dije risueña.

--Mmm comprendo-- dijo pensativo.

--Me toca... Has estado con un hombre-- dije curiosa.

--No-- elevo una ceja ante tal pregunta.

--Deberías probar-- pose mi vista en el camino.

--¿Por qué lo dices?-- me miró curioso.

--Que!? Nunca te han dado ganas de experimentar?--  le mire con el ceño fruncido, el negó con su cabeza. --Si no experimentas como sabe lo que en realidad te gusta, no puedo creer como la gente se va volviendo más conformista-- hable con exasperación.

--Pero, que pasa con esas personas que ya tienen plateado el como de su comportamiento, y forma de ser en un futuro--

--Si no pasas por todos los tipos de comportamiento como vas a saber cual es el adecuado para la ocasión? Dime tu estilo de ropa--

--Que tiene?--espeto confundido.

--No tuviste que pasar por muchos estilos de ropa para darte cuenta del como querías vestirte y descubrir cual era más cómoda, cual debería usar para una cena, una salida al cine, ir a la playa, universidad, seremonias religiosas y no me digas que no por que todos descubrimos nuestro estilo probando-- dije con frustración, dejando escapar un bufido.

--No tengo palabras para defenderme-- río con confusión, mirando al basio.

--Deja de analizar y camina que ya hemos llegado-- lo tome de la muñeca para comenzar a correr.

--Creo que eres más divertida e inteligente de lo que pareces-- sonreí complacida por su halago.

Parados frente a la pequeña puerta que dividía al bosque de la gran mansión, la abrí y al entrar  Jungkook admiraba atónito su belleza, la mayor parte del suelo era cubierta por el precioso verde del pasto, acompañándolo miles de flores de distintos colores y tipos, a los alrededores se podían observar unos grandes y hermosos árboles de wuisteria desprendiendo ese agradable aroma que tanto amaba.

La casa se encontraba a mitad del terreno. Su estructura era casi completamente de cristal se podían observar los hermosos muebles que pintaban de blanco y detalles dorados el lugar. Rodeando dicha construcción, se encuentra una gran alverca amorfa con un claro tono blanco de fondo. Todo estaba impecable.

--Woa si que es hermosa-- reí >>ovbio que lo es<<

--Ve a darte una ducha, fuera del baño hay una maleta con tu ropa, puedes correr las percianas si te sientes incómodo. Estaré en la habitación para cuando termines-- hable  con rapidez entrando en la casa, subiendo al segundo piso.

[...]

--Valla! Veo que te gusta la mitología griega-- menciono admirando mi millonada de libros.

--Demaciado diría yo-- afirme desde el otro lado de la habitación.

--De aquí es de donde sacas tanta sabiduría?--preguntó sin ápice de burla.

--En sierta forma, las conclusiones salen de mis incontables horas de soledad en las que tengo debates internos entre lo que es y lo que no--

--Deberias invitarme más seguido por acá, todo parece interesante y quien quite y me vuelva inteligente como sierta dama--pude notar como deslizaba uno de los tantos libros que cubrían casi por completo el estante.

--Ven aquí dientes de conejo--enseguida dejo el libro, listo para reclamarme, nunca lo hizo. Lo mire con cara de "ups, yo nunca dije eso" para enseguida morder mi labio con suave lentitud, su rostro estaba sin expresión y no decía nada, sus ojos le delataban y eso me encantaba.

[...]

Maraton 2/?