7. Justo ahora me tienes a mí

4.1K 615 378
                                    

Atsushi doblaba la ropa nueva de los niños en otra habitación y Ry le acompañaba, Akutagawa jugaba con el pequeño albino, fijo su mirada en él - Atsu – le llamo y el menor lo volteo a ver, corrió hasta el mafioso y lo abrazo, Atsu amaba dar abrazos - ¿me dejas ver tus heridas?

― Pero... a mamá no le gusta recordar

― Así que son recuerdos ¿eh? – Atsu tapo su boca, Ry no le dejaba hablar de esos temas

― Tu hermano no escuchara nada, ¿quieres contarme?

Atsu miro a ambos lados y coloco sus manos en su boca – acércate – el mafioso bajo su rostro y el albino se colocó en su hombro para hablarle al oído

― Nosotros somos todo aquello que les hizo olvidar sonreír al crecer

Akutagawa sonrió - gracias por confirmarlo pequeño Ángel – respondió el mafioso y el albino brinco sobre él.

Ambos comenzaron a jugar, el pequeño Atsushi amaba correr sobre rashomon como si fuera una pista de carreras, rashomon estaba afectado por el hecho de Ry pero eso no impedía hacerse toda una pista en la sala para el albino. Atsushi regreso a la sala con Ry en brazos, el pequeño azabache amaba ser tratado con amabilidad por el albino. En cuanto Akutagawa los vio sonrió. Se levantó y el pequeño Atsushi salto sobre él. Tomo al albino mayor en brazos y se acurruco en su pecho. Atsushi se ponía completamente rojo mientras el pequeño Ry intentaba alejar a los intrusos de su albino adulto. – alejateeee – se quejaba Ry empujando al mafioso desde su rostro.

― Vamos chicos, ¿Qué pasa?

― Jinko – le llamo mirándole a los ojos

― ¿s-si?

― ¿me preparas algo rico de cenar? Tienes las mejores manos

Atsushi se puso completamente rojo – cla-claro

― Noooo Atsusi, nooooo – se quejó Ry – házmelo a mi

― Ah yo...

― No Jinko a mi

― Es-esto...

― Atsusi a miiii

― Ay...

― Atshushi – le llamo el pequeño albino – galletas

― Ah ¡claro!

Atsushi tomo a su pequeño yo y salieron corriendo a la cocina, los azabaches se miraron - ¿ya lo sabes?

― Lo sé, disfrutaré de las atenciones de Jinko

― Atshushi es mío

― No recuerdo ser tan posesivo

― ¿Qué hay de tu obsesión con Dazai-san?

― ¿y tú?

― Quiero a Atshushi

― Ni modos, ese gato es mío

― Nooooooo

Atsushi se asomó desde la cocina – hey, no peleen

― Claro – respondieron ambos

El pequeño albino los miro fijo, tomo las galletas que el albino mayor le daba y fue con los azabaches – gaetas – dijo alegre

Ambos azabaches sonrieron.

A la mañana siguiente, Atsushi limpiaba el jardín cuando la señora Fuyumi apareció – querido

Soñar es brillar || Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora