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❥;; r u l e s

ㅡ7:1O a.m
⠀Homeless Child
⠀Orfanato. 198O

La música sonaba a todo volumen, hiphop ochentero y un poco de rap, los favoritos de Rubén. No para sus compañeros de cuarto, que tenían que aguantar todo ese ruido a altas horas de la mañana.

ㅡ ¡Para esa mierda que queremos dormir! ㅡ se atrevió a reclamar un chico. Dormía en la misma litera que el pequeño ruidoso, en la parte de arriba, por lo que la música le retumbaba los oídos.

ㅡ No es mi culpa. ㅡ respondió en tono burlesco.

Para no empezar una discusión y que, conociendo a Rubén, probablemente terminara en una pelea, prefirió cubrirse la cabeza con la almohada y darse media vuelta.

El ruido del roce de las tablas de madera antiguas y las ruedas de su viejo skate resonaban por todo el lugar, solía patinar en la habitación a menudo ya que se les prohibía salir al patio hasta después de las 1O:OO a.m y eso no era de su agrado. La música alta y el ruido de las tablas hizo que un vigilante del lugar no tardara en llegar.

La puerta fue abierta de un golpe, era el hermano Russell con una cara no muy agradable. Con el portazo repentino ahora si que habían despertado todos en la habitación, el joven se dio vuelta y agarró su skate con una mano.

ㅡ Cuantas veces te he dicho que está prohibido usar eso dentro ㅡ habló con tono firme y serio, mostrando autoridad. Rubén no dijo ni una sola palabra ㅡ ¡Y apaga esa mierda! ¡Los quiero a todos abajo en los comedores a las 8!

Nuevamente cerró con un portazo, el chico pateo la radio con enojo logrando que el cassette saliera disparado del estéreo, agarró su skate y salió de la alcoba.

ㅡ No puedo hacer ni una mierda en este maldito lugar ㅡ refunfuñaba mientras caminaba en el pasillo, no le importaba ir empujando a la gente, ni un "lo siento" o "permiso" salía de su boca. Ni en sueños.

Tiró su patineta al suelo y se montó en ella, ignorando todo lo que había ocurrido. Se dirigió hacia la sección de los mayores, esta se conformaba de los chicos de 17 y 18 , pues ahí tenía a sus amigos. Rubén anhelaba poder transferirse a esta parte del orfanato, ya tan sólo le faltaba un año.

ㅡ ¡Hey! Que pasa Ruru ㅡ se escuchó ese tonto apodo tan sólo llegar a la habitación 1O6°.

ㅡ Que no me digais así, joder. ㅡ tiró su skate a la cama.

ㅡ ¿Qué haces tan temprano por estos lados? ¿No que en la sección de bebés duermen hasta las 7:4O? ㅡ le dijo otro.

ㅡ Yo siempre despierto temprano, solo que ahora me han tocado las pelotas con que no puedo meter ruido y decidí venir a darme una vueltecilla.

Eran tres en el grupo. Rubén era el menor, tal vez por lo mismo se aprovechaban de su inocencia y lo solían meter en problemas, pero así son los amigos ¿No. . . ? Aún así se sentía cómodo en su pequeño grupo, eran los únicos en quién confiaba y con los que podía hablar, según él.

Aunque en realidad estaba solo, los dos chicos con ya 18 sólo pensaban en sexo y coquetear con las chicas en el patio, esas cosas no le llamaban la atención a nuestro pequeño diablillo. Solía deambular con su skate por los pasillos todo el día para escaparse de sus deberes y, si tenía la oportunidad, causar problemas, aunque nada le llenaba, realmente en el fondo quería a alguien con quien hablar, un amigo, un amigo de verdad.

La gran campana sonaba por todo el establecimiento, eran las ocho en punto, la hora de desayunar para los mayores, a las nueve venían los más pequeños mientras el resto lavaba los platos y tendían la ropa, claro, casi nunca se presentaba el peli castaño, solía escaparse por la ventanilla hacia el patio directamente.

ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀᴛɪᴄ ¡! ㅡ ʀᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ (Arreglando Detalles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora