ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀᴛɪᴄ ¡! ㅡ ʀᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ (Arreglando Detalles)

II

❥;; b a d

ㅡ ¿Otra vez intentando librarse de sus deberes, Doblas?

Se escuchó una voz gruesa y seria apenas entrar al despacho, era el obispo. Rubén le tenia respeto al señor Helmer, era un hombre adulto y con una mirada profunda, pero sobretodo agresiva. Samuel dejó al chico adentro y cerró la puerta lentamente, no pensaba quedarse ahí.

ㅡ ¡¿No va a responder?! ㅡ pegó un grito repentino produciendo que Rubén pegara un salto. ㅡ Acérquese.

Ya sabía que sucedería, era cosa de todos los días. La violencia lleva a la violencia dicen unos. El chico caminó tembloroso hacia el obispo, aquél hombre se levantó de su asiento quedando frente al joven.

ㅡ Señor Helm-

No pudo terminar la frase, fue interrumpido por unos horribles manotazos que terminaron por sacarle unas lágrimas. Sólo cerró los ojos y se dejó llevar, no podía defenderse, él era más fuerte y rebelarse sería peor que recibir aquél castigo.

ㅡ Ahora usted va a ir donde sus hermanos y les va a pedir disculpas. Y pobre de usted que me llegue la noticia que nuevamente no ha ayudado en nada, porque ahora si que recibirá el castigo que merece. ㅡ agarró el skate que llevaba en las manos el chico ㅡ Y esto me pertenece hasta que se disculpe. Samuel me dirá si lo hizo o no. ¿Entendido?

ㅡ Sí, señor. ㅡ dijo aún con lágrimas en sus mejillas.

ㅡ Retirese.

Así de rápida fue la visita, en el silencio de aquella sala sólo se escuchaban los pequeños sollozos de Rubén, secó sus lágrimas y salió dando un portazo. La rabia que sentía en su interior era poderosa, junto a su gran orgullo que le decía e imploraba a gritos que no le debía pedir perdón a nadie.

ㅡ No pienso hacer ni una mierda. ㅡ salió refunfuñando.

ㅡ ¡Oye! ㅡ le agarró del brazo antes que se fuera ㅡ Debes. . . debes ir a. . .

ㅡ ¿Y si no qué? ¿Te vas a chivar?¿Eh? Soplapollas. ㅡ Mal momento para que aquél chico le hablase. Para intentar intimidarle se acercó lo que más pudo mientras agarraba su suéter fuertemente.

ㅡ Eh, eh, tranquilo hombre. No, no lo haré, no te preocupes. ㅡ O era muy simpático o se había sentido intimidado, obviamente para Rubén era la segunda.

ㅡ Perfecto. ㅡ le soltó y caminó por el pasillo rápidamente, sin antes levantar el dedo del medio al aire.

No aguantó el llanto, era un niño, obviamente lo que acababa de ocurrir no le gustaba y le dolía. Se puso la capucha y se dirigió hacia los baños. Sólo quería privacidad pero en ningún sitio la tenía. Se lavó la cara con fuerza y se quedó mirando al espejo, muchas cosas se le pasaban por la mente, demasiadas para contar.

ㅡ🔪ㅡ

La campana se hacía escuchar, ya eran las 1O. Un monton de pequeños niños, pequeños huérfanos, pequeñas vidas salían corriendo hacia el patio, el único momento con un poco de diversión en sus vidas, por eso era tan esperado. A la una venía el almuerzo y ya a las dos era hora de las clases. Luego ya debían hacer sus deberes para poder tener tiempo libre.

Samuel se dirigía a un rincón vacío del patio, iba a sentarse a leer un libro que había cogido de la biblioteca esta mañana. Samuel no tenía muchos amigos en el orfanato ya que no solía caerle bien a la mayoría, aún así disfrutaba de la compañía de las mojas y de vez en cuanto se la pasaba en su tiempo libre con ellas. Todo era paz para él, como siempre.

ㅡ Hey, cabrón. ㅡ su tranquilidad fue interrumpida por una voz casi sin aliento, se dio vuelta y lo vio a él. No entendía que pasaba. ㅡ ¡Tú! Tú me debes una.

Un puñetazo fue lo que recibió haciéndole caer hacia la pared, Samuel estaba sin palabras, nunca se esperaba ese golpe tan repentino.

ㅡ ¡Oye, qué te sucede! ㅡ habló mientras tapaba la zona del golpe con la manoㅡ

Rubén sólo empezó a reír, todo esto para él era divertido, obviamente no para el pobre chico, estaba indignado con toda aquella situación extraña. Samuel no quería empezar una pelea, ya que nunca había estado en una pero sobre todo porque sabía que era más fuerte que él, aun así estaba preparado para atacar. Aunque la risa del peli castaño le daban las razones suficientes, no le gustaba que se rieran de él.

Esta sería la primera vez que golpeaba a alguien. Se acercó un poco al chico y le devolvió el golpe. Rubén cayó al suelo y se estampó contra el cemento haciendo que a este le sangrase la nariz. Sí, se había pasado de la raya.

ㅡ Oh, lo siento, lo siento ㅡ corrió a levantarlo pero éste le empujó enojado.

ㅡ Pero qué mierda ㅡ dijo mientras se tapaba la nariz ㅡ hijo de. . . hijo de puta.

ㅡ Déjame que te ayudo ㅡ insistía.

ㅡ ¡No me toques! ㅡ le seguía empujando.

Nada había salido como quería el otro. Rubén salió corriendo del lugar, la situación le había avergonzado bastante y esa sensación no le agradaba. Samuel no sabía que hacer, su puño le dolía y estaba en shock por todo lo que había ocurrido recién. Él no era así, qué le había ocurrido.