Those are us: la familia Nikiforov!

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-B-beka?

Sus ojos se aguaron, ¿acaso esto era un sueño?

Su corazón dió un salto cuando las cálidas manos del mayor acariciaron sus cabellos con cariño. "Mi héroe."
El castaño tenía una sonrísa más radiante? Ó era así de hermosa desde siempre? No lo sabía, pero de lo que sí estaba seguro era de que él estaba aquí, su perfecto cuerpo estaba delante del suyo y sus ojos se encontraban con intensidad..

"Mi príncipe azul, finalmente está aquí"

Cuando el más alto retiró sus manos del cabello del menor, este se sonrojó en demasía ¿Qué íba a decir ahora? Sus manos temblaban y no podía dejar de pensar en que esos brazos lo rodearan con fuerza. Pero era demasíado orgulloso para pedírselo por su cuenta.

-Já, Otra vez tú, altín.- Rió aquel hombre, y ambos dirigieron sus miradas a él casi de inmediato.

El rubio se volteo hacia aquel sujeto, no podía creer que lo hubiera olvidado aunque fuera un minuto de él, es decir, el había sido su jodido secuestrador.

Otabek se acercó al tipo y se rió, "¿En serio? Éste pequeño gatito te capturó?"

-¿Puedes creerlo? ¡No tengo una idea de como pasó!- el hombre reía como si fueran viejos amigos, más su sonrísa se borró al ver la dura expresión del moreno. Tragó saliva..

Un golpe..

Dos..

Tres..

Cuatro..

Y el sujeto quedó aturdido por la fuerza con la que aquellos puños golpearon su rostro.
-Q-qu-é diab-blos?! -
Altin se acercó a su oído y susurró ;
-"Esta es sólo una advertencia, si vuelvo a verte, pedazo de idiota, no quedará nada de tí.."

Yurio no podía escuchar lo que el mayor decía, pero pensó por un momento que había sido poseído por el mismísimo lucifer.. Jamás creyó que él pudiera hacer semejante cosa.. Y cuando se giró de nuevo hacia él casi le dá algo, su mirada.. ¡¿se había ablandado?! Juraba que recién tenía una expresión asesina ¿pero qué diablos?
-"Ven, vámonos de aquí que tengo hambre ¿tú no?"-Otabek sonrió tendiéndole la mano al rubio, quien se encontraba en shock.

¡¿QUÉ CARAJ*S?! Este hombre lo íba a matar.. pero por supuesto, no lo hizo esperar y salieron juntos de ese lugar.
Parecía un sueño, todo era tan extraño y maravilloso como aterrador, hasta pensó que se encontraba en una película de Tim Burton..
-Yuri, ¿Sucede algo?- escuchó decir de repente y cayó en cuenta de que su mente se había ido por un momento.
-Beka..-el rubio acercó su mano libre al rostro del más alto y lo acarició levemente, ¿Es esto real?.

Volviendo con los nikiforov

Yuuri tómo su celular con sus temblorosas manos y llamó a Otabek.

Primer timbre

Segundo...

Tercero...

Y justo cuando estaba apunto de romper en llanto por duodécima vez en el día, un mensaje entró al aparato. "Por favor no te largues a llorar.. Él está bien, lo tengo, si?  .. Nos encontraremos en Shiel 230, al sudeste de s.o.p, ATTE; OtaBek"

Luego de aquel sms la pareja de tórtolos sintió que finalmente podían respirar; "Nuestro pequeño estará bien".
Cuando aquel muchacho se proponía algo, vaya que lo lograba.. Ninguno dudaba de Altin, un joven admirable y con gran decisión, más aún cuando se trataba de la persona a la que amaba. Porque sí; Estaban seguros que de la forma en la que miraba al menor no era solo de amigos, sino que se trataba de un gran afecto.

Siguiendo las instrucciones de Otabek, el viktuuri tomó las llaves del coche y se dirigió a un mercado cercano, necesitaban conseguir unas cosas antes de emprender viaje, cosas como ropa y mantas, comida nutritiva y un kit de emergencias, todo para el pequeño de cabellos dorados, extrañamente ninguno sintió ansias de comprar algún bocadillo para el camino. Cuando terminaron de cargar todo en el coche, finalmente partieron.

Condujeron 100 km hasta llegar a una gasolinería en medio de la nada, ¿habían tomado el camino correcto? Se suponía que allí se encontrarían con Bekk y su pandilla de amigos e irían corriendo a estrechar a su bebé en su brazos, pero no había nadie más que ellos. Les había dicho allí! No podrían equivocarse!...

¿cierto?...

Justo cuando ambos estaban agarrándose la cabeza, el sonido de un claxón se oyó, aturdidos voltearon en su dirección y dejaron salir un suspiro de alivio, finalmente las cosas se tornaban en la dirección correcta.

Sin esperar, corrieron a saludar a Yurio??, Y es que si bien había un auto allí, no sé encontraba el menor. Entonces,  Quiénes eran esas personas?
Un hombre alto salió del coche y se presentó como Bernon, él era un amigo de OtaBek y quién había rastreado la ubicación de Yurio en primer lugar, quién estaba a su lado era su hermano, el cuál se encontraba sentado con una mirada seria.
Bernon suspiró
-Podrías al menos presentarte por tí mismo??- exclamó, y el jóven salió del auto para observarnos fijamente

-Me presento, soy Gray, un gusto conocer a aquellos que casi asesinan a un joven con un gran  futuro por delante.- Dijo, haciendo que un gran silencio inundara aquel desolado lugar

-Gray, ya hablamos de esto, no puedes hablar así, sabes que no hubo una mala intención en lo absoluto.-Exclamó Bernon con una clara molestia en su rostro.
-No lo sabés..- Susurró el más bajo.

Viktor Bajó la mirada y, aunque parecía que iba a llorar, volvió a subirla y en su rostro había una sonrisa.

-Es un placer, soy Viktor.. el entrenador de Yurio..- Yuuri sintió como si el peligris se hubiese roto y lo miró con pena, pero él no iba a rendirse y a bajar la cabeza, claro que no. Cómo se atrevían a cuestionar sus intenciones??

-Agradezco su ayuda y cooperación con algo tan ajeno a sus asuntos.. sin embargo, Deben de saber cuánto amamos a Yurio y que jamás fue nuestra intención que pasara algo así..- Yuuri tragó saliva y mordió su labio inferior con fuerza- Sé que parecemos los malos de la historia, pero es nuestro hijo! Y no me importa que crean que somos malos padres, porque quizás lo seamos.. Pero estamos aprendiendo! Aprendemos día a día y sabemos que no es fácil, pero el AMOR rige en cada paso que damos.-yuuri se volteó dispuesto a volver al auto, todo su cuerpo temblaba.
los jóvenes se miraron y negaron con su cabeza,  y casi al unísono respondieron:
"El problema de uno de nosotros también es nuestro problema, así que no hay nada que agradecer, y lamentamos todo.. esto. Un gusto conocer a los padres de Yurio."
Yuuri se emocionó, y al girarse nuevamente, pudo observar un automóvil que se dirigía allí, con un rubio de copiloto. Su corazón dió un vuelco y empezó a ver todo borroso..

-Yurio..

Y así, El pelinegro se desmayó