UNA VIDA CON POKÉMON.

CIUDAD VERDE

Después de despedirme de mi madre y llegar a la ruta uno, decidí que si iba a tener pokémon, debía de tener un lazo con ellos, así que saqué a Bulbasaur para que caminara junto a mí.
Sabía que mi inicial era de naturaleza seria, pero aún así me sorprendió que se mantuviera alerta, pero indiferente al camino o a los demás pokémon.

-Bulbasaur, ¿Te gustaría algún nombre o un apodo?.

El pokémon solo se dedicó en verme y negar con la cabeza, ¿No habrán muchas personas que le pongan nombres a sus compañeros?.
El sol comenzaba a descender, no llevábamos mucho tiempo caminando, pero el tiempo se volvió en nuestra contra a causa del combate con Tyler, por tardar de despedirme de mamá y capturar los primeros pokémon de la ruta, ratata y pidgey.

-Bulbasaur, al parecer nuestra primera noche de nuestro viaje será al aire libre.

Un pequeño brillo en los ojos de mi compañero me indicó que le gustaba la idea, nos ubicamos a dos metros del camino, en una pequeña zona para acampar.
Mi pokémon recolectaba leña para la fogata mientras yo armaba la tienda.
Cuando regresó apilamos las ramas y las rodeamos con algunas rocas, para evitar que el fuego se llegara a propagar, coloqué agua en una olla sobre la fogata, me ayudará a preparar sopa instantánea y un poco de café, y le coloqué un plato con comida para pokémon a Bulbasaur.

Cuando íbamos a ir a dormir, sentí la necesidad de repetir la actividad de la mañana, pero no me terminaba de convencer la idea de masturbarme al lado del pokémon, así que me disculpé con el y lo llamé a su Pokeball. Dentro de la tienda, puse a mi compañero sobre mi mochila junto con mi ropa.

Sentada, comencé a recorrer mis piernas con mis manos con suavidad, llevé a estas por mi abdomen y acariciando levemente mis pechos sobre el sostén, no se sentía lo mismo que hacerlo desnuda, pero aún así sentía como mi cuerpo comenzaba a calentarse.
Me despojé de mi ropa interior y me sorprendió ver cómo mis pezones ya estaban endureciendose y mis muslos se veían humectados por mis fluidos.
Al igual que en la mañana, comencé a acariciar mis pechos con mi mano izquierda, mientras con mi mano derecha estimulaba mi clítoris.

La tienda se comenzaba a llenar de pequeños gemidos, mis piernas temblaban, y no podía detenerme, al intentar recostarme jalé mi blusa, provocando que la pokeball rodara y chocara con mi pierna, liberando a mi pokémon.
Bulbasaur se sorprendió al verme desnuda, pero pronto se transformó en curiosidad, se acercó a olfatear mi mano derecha, y lamió el fluido que bañaba mis dedos.
El constante contacto de su áspera, pero cálida lengua, me excitó y atreví a abrir mis piernas frente a él.

Caminó despacio, pero con una determinación en sus ojos, comenzó a dar lamidas en mis muslos y deteniéndose en la ingle, su cercanía solo se excitaba más, cuando me acostumbré a la sensación, Bulbasaur me sorprendió cuando comenzó a lamer mi coño, su lengua iba de la entrada a mí clítoris, lo hacía lento, pero con ritmo hipnotizante y fantástico.
Mi pokémon decidió que eso no era suficiente para el, y colocó sus patas delanteros sobre mi abdomen, colocando su rojizo miembro sobre mi entrepierna, y en su intento de meterlo, solo conseguía hacerme enloquecer por el placer, cegando mi juicio y cayendo en la tentación.

-No va a entrar si lo haces así.

Tomé su miembro con mi mano derecha, colocándolo en mi entrada, mientras le daba caricias con la izquierda, justo cuando la punta entró en mi interior sentí una punzada, había olvidado por completo que aún era virgen.
Bulbasaur no vió mi pequeña reacción y con una fuerte embestida consiguió meter su pene en su totalidad, tal vez no fuera muy grande, pero no podía evitar parpadear varias veces para contener las lágrimas de dolor.

El pequeño pokémon verde me observó y en lugar de continuar moviéndose, comenzó a lamer mi abdomen, tratando de consolarme.
Un gesto tan pequeño llenó mi pecho de ternura, lo acaricié y cuando el dolor se detuvo, le indiqué que podía seguir con lo suyo.
Con un gesto de preocupación comenzó lento, pero al ver qué ya no me quejaba, continúo embistiendo con fuerza y aumentando la velocidad.

Era la primera vez que tenía esa sensación, era asombrosa y me encantaba, sentía como descargas eléctricas recorrían mi cuerpo, cedí al placer y mi compañero continúo con su tarea, a los dos nos estaba gustando y lo sabíamos, mi mente estaba poniéndose en blanco, no podía pensar en nada más.
No estoy segura si lo hicimos toda la noche o hasta que quedamos agotados, sólo sé que desperté abrazando a Bulbasaur, estando desnuda y con lo que parecía ser semen en sobre mi vientre y dentro de mí.

No podría bañarme hasta llegar a ciudad verde y estábamos a media hora de ella, en los videojuegos no se ve que fuera tan larga.., me limpié lo mejor que pude, desperté a Bulbasaur y desayunamos, teníamos que movernos pronto, no sabía cómo dirigirme a él sin recordar lo sucedido, y me seguía apenando por eso.
Llegamos a un pequeño hotel en la ciudad un poco antes del mediodía, y con lo que comentaban, el gimnasio estaba cerrado porque el líder se había ido hace meses, tomé un baño y procuré quitarme todo el semen.

Luego de dormir unas horas, bajé al recibidor del hotel a buscar información del busque verde, sabía que era largo, pero no cuánto tiempo me llevaría atravesarlo, y por lo que escuché, me llevaría casi un día entero el recorrerlo, eso sí empezaba al amanecer.
Recorrí la ciudad con mi pokémon, compré antídotos, algunas pociones y unas cuantas pokeball, necesitaría algunas para comenzar a crear mi equipo definitivo, también visité el centro pokémon para curar a mi inicial y meter en la caja a mis capturas del día anterior.

Mañana comenzará mi recorrido para ser la campeona de la liga, porque tendré que subir de nivel a mi Bulbasaur para el combate de gimnasio de la ciudad plateada.

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Siento que el capítulo se trate más de Alex cogiendo con Bulbasaur, pero creo que este pequeño "relleno", ayudará para el desarrollo de los personajes, y para cumplir con el "contenido adulto".

~ElNugget7w7r