ZONA SAFARI

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El sol estaba levantándose cuando notamos una gran cantidad de personas formándose para entrar.
Los murmullos eran leves pero la gente se movía de un lado a otro, con la expectativa de que la visita fuera tal y como les habían contado.

Dieron las ocho de la mañana cuando apareció un cuidador de la puerta principal y empezó a dar indicaciones y dejando pasar a las personas.
Cuando llegó nuestro turno nos explicó la regla típica de usar solo las Zafari balls y que no podíamos usar nuestros pokémon para capturar.

Nos subimos a un vehículo típico, las bancas estaban acomodadas a lo largo para una mejor visibilidad de todos.
El guía se paró y comenzó a explicar cosas de los pokémon, nos decía cuáles vivían en grupo y cuáles eran más solitarios, si hibernaban, y su ciclo reproductivo, y para nuestra buena suerte, en sus propias palabras, llegamos en la época donde varias especies estaban en celo.

-Al lado derecho pueden observar nuestro gran grupo de Kangaskhan, apesar de que todas son hembras y su reproducción es asexual, tienen un comportamiento similar a cualquier pokémon en esta época, pueden tomar fotos, no se dejan ver tan fácilmente.

-No es visible en este momento, pero en el gran lago del centro serán capaces de tener la oportunidad de encontrar Dratini y Dragonair, aunque es mi deber advertirles que no es recomendable hasta el próximo mes.

-Los Scyther son otra cosa, la zona talada al fondo del lado derecho es el territorio de estos pokémon, son muy agresivos durante estos días, así que esa zona está cerrada temporalmente para los visitantes.

Pokémon tras otro nos explicó cada detalle de su comportamiento, todo era muy interesante y como lo decía la guía, era peligroso para cualquier chica estar cerca de algunos de ellos.
Ya que el libido de los machos es mucho más alto que de las hembras.

El recorrido terminó al mediodía y nos dejaron en un pequeño hotel al fondo, donde nos dieron la oportunidad de elegir regresar o quedarnos una noche, aunque siempre podías reservar más tiempo, "Ideal para lunas de miel", o negocios.
Todos en nuestro vehículo regresaron, todas eran familias que temieron por la seguridad de sus hijos o de ellos mismos.

Pero había esperado en la fila una hora entera para entrar, y sin olvidar que pagué para estar aquí un día entero y siempre que se me acabaran las balls, podría ir por más al hotel.
Compré varios frascos de miel, perfecta para atraer pokémon insectos, Venonat, Venomonth, Paras y Parasect, están en mi lista, pero yo apunto a lo más alto, y si no me puedo acercar a los Scyther, haré que vengan hacía mí.

Me separé de mis amigos y me dediqué a caminar en busca de Pokémon, pude capturar a los de la lista fácilmente, incluyendo a Nidoran macho y hembra, Nidorino y Nidorina.
Cuando me acerqué a la parte del bosque talado pude oír varios chasquidos, gruñidos y el típico sonido que hace un hacha al golpear madera, caminé lentamente y llené una parte de uno de los troncos de la dorada sustancia.

El sol se elevó más y más hasta llegar a su punto más alto, como el calor aumentó decidí descansar bajó la sombra de unos árboles, pero sin perder la vista del tronco.
Me quité el sombrero y lo puse a un lado, y desabotoné los dos primeros botones de mi camisa dejando al visto una camiseta blanca qué dejaba entrar el aire.
Cuando me levanté rendida y molesta por la ausencia del Pokémon cuando un golpe sordo hizo que me agachara del susto.

Ahí estaba sus filosos brazos estaban sobre el tronco, y la punta de una de sus azadas se clavo en este, mientras lamía y comía de la miel.
Parecía un pokémon muy fuerte y serio, aunque era un Scyther jovén, me atrevería a decir que está parte es su territorio.

Lentamente comencé a sacar una Zafari Ball y lo lancé tan fuerte como pude contra el pokémon, pero con un rápido movimiento, logró bloquear la Ball y se quedó viéndome, retrocedí todo lo que pude antes de echarme a correr para evitar que una de esas guadañas me alcanzara.
Cuando pensé que me había salvado, oí un siseo y el continúo aleteo de una insecto, sentí como el calor de mi rostro desapareció cuando comprendí lo que pasaba, ¡olvidé que tenía alas!.

UNA VIDA CON POKÉMON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora