PEQUEÑAS VACACIONES

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Habían pasado unos días de la redada en Silph SA., Tyler y Elian habían decidido regresar a pueblo paleta antes de ir a Isla Canela, yo en cambio decidí pasar unos días más en Ciudad Azulona, porque apenas tuve tiempo de explorar y por lo que escuché de mucha gente era la zona más comercial de la región.

Vaporeon iba a mi lado, se veía malumorada en parte por haber caminado desde la ciudad anterior y porque después de la derrota, entro en celo, pero la tuve en su Pokeball para evitar complicaciones, así que ambas estábamos insatisfechas, esa sería la única desventaja después de un mes de practicar la pokefilia.

Al llegar a la ciudad encontramos una habitación en un hotel pequeño, pregunté en el lobby sobre las tiendas y me dió varias indicaciones, aunque me recomendó mantenerme lejos de la zona rosa.
No había oído hablar de una zona así, aunque el resto de las zonas comerciales si que las encontré.

Compré varias prendas y conjuntos, cosa que en mi otra vida dudaría en darle importancia, prendas, accesorios, y una bolsa de pokecubos para mí equipo, y una más de pokecubos dulces para Vaporeon, una forma de recompensa.
Cuando la noche cayó y los comercios comenzaron a cerrar, me llamó la atención cierta cantidad de personas que bajaban un par de calles, los murmullos iban de un lado a otro, de un momento a otro luces de un color rosa brillante se encendieron de par en par, y acompañaron al sonido de varios negocios al abrirse.

La mayoría de las personas se cubrían la mayoría del rostro para evitar que los reconocieran, así que por instinto, saqué una bufanda turquesa de mis bolsas de compra y me coloqué de tal forma que me cubriera la boca y la nariz, dejando a la vista únicamente mis ojos, y guardé a Vaporeon para evitar separarnos.
La gente no se volteaba a ver más de una vez, todos iban de aparador en aparador buscando y entrando a los negocios únicamente para comprar.

En el primer aparador que me detuve, era de lencería, otros eran un poco más de lo mismo, locales de películas, clubes para tener algo de "compañía", junto con las luces entendí, un poco molesta por ser tan lenta, lo qué era la zona rosa.
Por curiosidad entré al equivalente a una sexshop llamada "La guarida de Salazzle", por dentro la iluminación era roja y baja, pero estaba bien surtida, habían maniquíes humanos y Pokémon, con lencería, trajes de látex.
En algunas vitrinas habían juguetes de todo tipo, vibradores, dildos clásicos, y otros según la etiqueta eran del tamaño de Rapidash, Ponyta, Arcanine, entre muchos.

Una señorita que no encajaba para nada con el sitio se me acercó, a simple vista parecería empleada de una cafetería, pero la etiqueta en su uniforme me decía que era empleada de la "guarida de Salazzle".
Ella me hizo muchas preguntas, acerca de que si era para jugar sola, o con amigos, y si era con chicas, chicos, o pokémon.

-¿Juguetes para hacerlo con pokémon?, ¿Acaso no está prohibido?.

Pareció sorprenderse, pero luego sonrió, y con gusto me explicó que aún si no está del todo aceptado, no es ilegal, y que muchas personas lo practican, incluso ella desde que tenía 18, me dijo que parecía interesada, y me recomendó varios juguetes y como hacerlo la primera vez, y como aumentar gradualmente los tamaños sin lastimarme.

Me vendió un strap on doble transformable, sea lo que sea eso, un dildo del tamaño de un Umbreon adhesivo, un bote lubricante, y un pequeño libro/manual de como usar todas esas cosas, además de como poder tener sexo con varios tipos de Pokémon.
La bolsa que me dio era negra, exceptuando la silueta del pokémon mascota del negocio.
Escondí mis compras entre el resto de las bolsas de camino, porque no quería que me vieran con ella y la reconocieran.
Después de tres calles lejos de la zona rosa, saqué de vuelta a Vaporeon para acompañarme y tratar de hacer que me perdonara.

En el cuarto de hotel ella simplemente se subió a la cama, dió un par de vueltas y se acostó con la cara entre las patas delanteras, dandome la espalda.
Comencé a guardar la ropa que compré en mi mochila, de salir solo con una muda, ya tenía en total unas siete. Al momento de llegar a la bolsa negra comencé a sacar uno por uno los objetos y los dejé sobre la cama.
Saqué el manual y comencé a leer el manual, el strap on era fácil de usar al igual que el dildo, aunque este podía vibrar si le ponías baterías, y el lubricante también era comestible, todo para "mayor placer".

Cuando llegué a la parte de los pokémon, bueno, no me sorprendió que al principio resaltarán el mencionar que no se podía hacer con todas las especies, dando por ejemplo a Onix, la línea evolutiva de Geodude, magmar, entre otros.

Era el segundo día desde que mi periodo terminó, esos días son horribles y no lo digo solo por el dolor, eso es solo el primer par de días, después de eso me puse emocional y luego muy, pero muy hormonal aunque no podía hacerlo con mis pokémon, porque no es sexy.
Ahora que lo comprendo muy bien, pienso distinto de las mujeres que conocí antes.

Aún me sentía excitada, tomé el dildo y noté que era muy suave como si fuera hule o látex, se movía arriba del nudo, como si fuera real, y tenía un color rojizo, quería probarlo pero tenía que lubricarlo, pero en vez de tomar la botella, lo introduje a mi boca, traté de relajar mi garganta todo lo que pude y lo metí aún más, lágrimas aparecieron en mis ojos y lo saqué, y lamí los costados, mi entrepierna picaba, la sentía caliente y muy húmeda.

Rápidamente bajé mis shorts y mi ropa interior, busqué en mi mochila y después de hallarlas, puse las baterías en el dildo.
Me senté en la esquina de la cama, y un pequeño gruñido de parte de mi Pokémon brotó, pero ni ella podría arruinarme esto.
Poco a poco comencé a introducirlo, abrí mis piernas a más no poder y levanté ligeramente mi cintura para ayudarme a meterlo.

Cuando iba a la mitad, supe que estar así era un desperdicio, así que me senté, pegué la base al piso y bajé mis caderas poco a poco, cuando alcancé el nudo, lo encendí y gemí por la sorpresa.
Los movimientos eran circulares y lo sentía todo dentro de mi, tocando y alcanzando puntos que no sabía que tenía.

Vaporeon se acercó curiosa y olfateó mi vagina sin dejar de dar pequeños saltos, el contacto con su aliento solo logró excitarme más, así que poniendo mis brazos adelante, aumenté la velocidad, y cuando sentí la familiar corriente eléctrica en todo mi cuerpo di un pequeño salto y al caer, el nudo logró entrar provocando que dejara escapar un gemido más alto de lo que hubiera querido.

Quedé exhausta, mis piernas temblaban, lágrimas de placer nublaban mi vista, y mi entrepierna estaba cubierta por mis fluidos.
Solté un gritito de sorpresa cuando Vaporeon comenzó a lamerme, llenando mi entrepierna de saliva.
Me miró a los ojos y soltó un pequeño quejido, me estaba pidiendo perdón.
La abracé y le llené la cabeza de besitos, después de un rato, ella se separó y levantó la cola mostrando la cóclea que obtuvo al evolucionar húmeda.

Le sonreí y con un pequeño esfuerzo despegué el juguete del piso.
Se echó de lado abriendo sus patas, recorrí su abdomen con mis dedos, apenas rosando su piel y cuando llegué a la cloaca, abrí los pliegues de su piel impermeable, y comencé a lamer su vagina, sus fluidos eran frescos, parecidos al agua, con la única diferencia era la consistencia y un sabor adictivo, aumentaba y me concentré las lamidas en varios puntos en el que todo su cuerpo tembló y quedó jadeando.

Se recuperó rápido y se puso de pié, volviendo a levantar su cola, moviéndose de lado a lado de forma desesperada, entonces introduje el juguete en ella, lo encendí y comencé a moverlo, cada vez más rápidos, ella dejó salir pequeños aullidos y quejidos, pero al igual que en mí, el resultado fue el mismo, dejándola temblando, ambas estábamos sin fuerzas, nos acostamos así, y mostrando el cinturón le sonreí.

-Hay qué usar este en otra ocasión.

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Ya casi llegamos al final de la historia, un año entero junto a Alex y sus pokémon.

La siguiente historia será "En la piel de Sceptile" y es muy probable que también sea +18.

Espero que disfruten de los últimos capítulos, así como yo he disfrutado escribirlos.

~ElNugget7w7r

UNA VIDA CON POKÉMON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora