PUEBLO LAVANDA

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Luego de salir del gimnasio me dirigí al hotel, recogí mi ropa y la colgué en la habitación, estaba sudando y sentía que estaba llena de polvo.
Pero a pesar que tenía una toalla en los brazos, no me moví, me senté en la cama, y me llevé las manos a la frente, sabía que tenía que solucionar lo de Elian, pero ¿Cómo decirle que yo también lo hago?.

Luego de cinco minutos de pensar sin llegar a ninguna conclusión y ver la pared del cuarto, me quité mi sombrero y mi cinturón de balls.
Puse mi mano sobre la pokeball de Eevee, era muy linda y esponjosa y pensé en bañarme con ella.
Pero me decidí por Growlithe, no he convivido con él desde que lo capturé y solo lo he usado para combatir.

Apenas salió de su Pokeball, comenzó a correr por la habitación, ladrando y olfateando todo, lo llamé y corrió hasta estar frente a mí y se sentó.
Le acaricié la cabeza y comencé a desnudarme para poder entrar al baño, primero nos bañamos en la regadera y nos quitamos la suciedad, y luego nos metimos a una tina, se notaba a leguas que le encantaba estar en el agua caliente.

Para secar mi cabello y su pelaje usé la secadora, luego nos metimos en la cama, me acosté pensando que por fin se le había acabado la energía, pero me equivoqué, por comenzó a saltar en la cama, meterse entre las sábanas y las almohadas, luego se me acercó y comenzó a lamerme, recordé a los siete años, quería un perro pero nunca me lo permitieron, y decir que este cachorro será enorme cuando evolucione.

Lo tomé en brazos y le dí varios besitos en la frente, junto con Eevee este sería uno a los que más consentiría.
Entre más lamidas me daba me excitaba, me puse en cuatro, levantando mi cadera frente a él, comenzó a olfatear, su respiración era fuerte y me daba cosquillas, poco a poco se fue acercando a mi vagina, era imposible controlar los pequeños jadeos provocados por la desesperación y deseo de que llegara y comenzará a lamer.

Pero el éxtasis de la espera no duró mucho, ya que Growlithe comenzó con grandes lamidas, sentía como cubría toda mi entrepierna, su lengua era cálida y resbaladiza por la saliva.
Continúo por unos minutos, pero cuando estaba a punto de correrme sé detuvo, traté de convencerlo para que continuara, moví mi cadera de un lado a otro, mientras con mis dedos, abría mi vagina.

Dió un ladrido, y se bajó dando vueltas en la habitación, pasó golpeando algo, pero no me importó, lo volví a llamar, y lo acosté boca arriba entre las almohadas.
Comencé a recorrer el pelaje de su vientre, que era más mullido que en el resto de su cuerpo, mis manos llegaron a su miembro, que aún seguía escondido.
Comencé a soplar suavemente, y me atreví a lamer la punta, poco a poco sentí que comenzaba a salir y a agrandarse.

Pronto me encontré con su miembro en mi boca, era lo suficiente grande para llenar mi boca por completo, el nudo aún se encontraba afuera, así que me esforcé y lo introduje en mi garganta, sentí que me ahogaba, y mis ojos se humedecieron.
Lo saqué poco a poco, sostuve la respiración y continúe, el cachorro jadeaba con fuerza y aullaba de placer cada cierto tiempo, hasta que sentí que mi garganta se llenaba de semen, me quemó un poco porque era la primera vez que recibía una carga directa en mi garganta.

Me tragué el semen y seguía lamiendo su miembro desde la base a la punta, donde lo rodeaba con mi lengua para volver a comenzar.
Estaba concentrada en mi trabajo y no me dí cuenta que en el golpe, Growlithe pasó tirando la pokeball de Eevee.
La pequeña pokémon había visto todo el espectáculo y subió a la cama de un salto, el placer me inundaba, así que abriendo nuevamente mi vagina, la invité a acercarse.

Tímidamente empezó a lamer, era más suave y cálida que la lengua de Growlite, más pequeña, pero no era un impedimento.
Pegué un pequeño brinco cuando Eevee logró meter su lengua, los movimientos aumentaron la velocidad, como si le gustara el sabor.
Entre el placer provocado por su lengua y por el morbo obtenido de lamer el miembro de Growlithe me corrí y me recosté un poco para descansar y reponerme.

UNA VIDA CON POKÉMON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora