cap.08

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UN AMIGO  ROTO.

Reconocí esa melena castaña .

— escapo de uno y se me aparece  otro-dije volviendo a mi posición  de murciélago.

— a veces me dan ganas de golpearte pero recuerdo que eres mujer y me contengo ...o no espera ,si puedo  hacerlo — dijo él.

— Ken ¿ahora qué  quieres?—

— no seas grosera  ,el profesor  te busca y está  furioso —

— me alegra  oír eso—

— es que ¿acaso estás  loca?... a espera si lo estás, baja de ahí  ,te vas a caer—me  gritó.

<esa es la expresión que quisiera que Marc demostrara y a la vez quisiera que Ken tuviera  la seriedad  de Marc>

— no  grites ,solo disfruto de estar sola lejos de los problemas—

— pues mientras tú disfrutes, tus problemas se hacen  más  grandes —dijo él.

— no has escuchado  el lema este que dice "no te preocupes  por los problemas  que no tienen ,que ya están  solucionados"

— eso se oye más  como  la filosofía  de un vago.

— ¿y?,me gusta  ,tú  no me importas—dije de la misma manera que me decía Marc.

— pero qué  rayos dices.Baja ahora mismo y hablo enserio Verónica.

— no te vas a detener hasta que te haga caso ,¿verdad?—
<¿por qué demonios  estoy diciendo  lo mismo que Marc me dijo a mí?>

Asintió furioso.

<wow  así me veo cuando le hablo?,que patético >

– escucha este es mi vida y mi problema ,lo que hagas me tiene sin cuidado, no te metas en lo que no te importa, tú  y yo no somos amigos—

<¡¡¡¿por qué rayos estoy copiando  al rarito de Marc?!!!>

Su rostro o mejor dicho su piel cambió  de color.
Esa mirada daba miedo,mi cuerpo tembló ,era la primera vez que lo veía así  de serio o mejor dicho furioso.

Muy diferente  a todo ,ahora sentí un extraño  aguijón .

Mi cuerpo  apenas podía sostenerse

<tonta> me auto grité.
Me solté  del árbol  y caí de pie.

Él  seguía ahí  parado,sus puños estaban apretados al igual  que su quijada.

– Ken yo de verdad creo que me pasé...pero tienes que entender que no me gusta que se metan en mi vida– se veía  sin expresión.

<si Marc me  daba miedo ,Ken me hacía querer  morir >

No podía ni hablar me daban ganas de llorar.

<Era tarde ...>

— así que no te importo

— yo...

— enserio me odias

No contesté.

— ¡¡¡no te importo!!!— me tiró al suelo sin importarle  ensuciarnos con la tierra.
La verdad  en ese instante  poco me importaba  también, solo quería  estar mil metros lejos de él.
Mi cuerpo temblaba,me daban ganas de ir al baño.

— yo...— la voz no me salía del terror ,esos bellos cafés  parecían asesinarme.
— te he tratado  y soportado como un amigo, ahora eso se acabó — cerré los ojos esperando  algún  golpe pero lo único  que sentí  es algo brusco y suave sobre mis labios.

Señorita VerónicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora