Ayer llegué a casa, después de una semana en Sierra de La Ventana, allá el aire te arranca los huesos y a la piel la hace mas tornasolada, hay pato y agua dulce, cascadas y piedras redondas, es un sauna la vida.
Aún allá tenía frío.Pero ayer llegué y bailé como nunca habia bailado, creo que se le llama danza contemporanea; no conté una historia, la viví bailando.
En un momento me di cuenta que estaba creando mi propia metamorfosis, mi ciclo de vida; de esos que por alguna razón cambian sin parar y con la razón mas imaginativa y exacta del mundo, lo podriamos comparar con un hormiguero, todo es un hormiguero a veces.
Primero era un ente sin sentido( por lo general no tengo rumbo y siempre ando confundido) , luego un escorpión (siendo uno, me defendia, sufria por no poder procesar ninguna emocion) ,y al final una flor (soy hermosa y al fin y al cabo hay que vivir como uno es) y al final un amigo, me abrazo(soy hermana y soy hija de la tierra).
Me imaginé un publico sin rostros y entre ellos a mi mas querida familia y amigos. Los miraba y sacaba de sus corazones grandes y rojos, hilos de aire o agua, que las yemas de mis dedos agarraban con dolor, hasta que las traia hasta mi corazon, y acababa por hacer una bola pesada, de almas pesadas. Yo fuí un cuerpo poetico para ellos, y grité en silencio y lansé todo lo malo. La mas grande angustia, la pregunta depresiva y la obsesion por lo incontrolable.Ahora yo sé que tengo una casa y soy mi mejor amiga.
Aun así estos días la serenidad se apodera por sobre todas las demas emociones.
