Lo sé

12 0 0
                                    


Un ligero suspiro lo hizo abrir los ojos de golpe, sin poder ver más que una silueta supo que Emma estaba frente a él de pie. Su corazón era un mar furioso, estaba asustado, se incorporó rápidamente hasta quedar sentado en el sillón — Emma?

— lo siento, no era mi intención despertarte. — susurró apenada — me ha dado frío en la cama y no sé dónde hay más mantas— se rió suavemente.

Dylan parpadeó varias veces tratando de entender la situación, —¿qué hora es? — su voz estaba totalmente ronca

— darán casi las 4:30 — se sentó junto a él — tapándose con la manta. — está descendiendo la temperatura y roncas mucho

Dylan soltó una carcajada, sentía a Emma cerca pero no podía ver nada de ella, olía a alcohol y cigarro, probablemente por su cabello. — regrésame esa cobija ahora. — jaló de un lado la cobija jugando.

— Bueno, acuéstate entonces. — Dylan suspiró con fuerza, sin saber que decir, se acomodó en el sofá doblando las piernas para que Emma siguiera sentada junto a él, ella tomó la manta y como pudo entre sombras la acomodó sobre el cuerpo de Dylan. —¿está bien si te abrazo entonces? — la voz de Emma parecía enserio, hubo un pequeño silencio seguido de unos ligeros roces por el sillón hasta que quedó acostada frente a Dylan, quien tal vez estaba a punto de morir de un infarto,  tomó parte de la manta y se cubrió con ella.

Pasaron media hora o un año completo, respirando uno frente al otro, viendo tan solo el pequeño brillo en los ojos de ambos, moría de ganas por besarla y a pesar de estar cansados, ninguno de los fue capas de cerrar los ojos, Dylan sentía todo, sus manos rozándose, las piernas desnudas de Emma y cómo la sudadera estaba subida casi a la altura del ombligo. Estaba embriagado de tenerla tan cerca, siguieron mirándose hasta que el departamento era por completo azul, ambos ojerosos con una ligera sonrisa, cerca del despertador finalmente las piernas de Emma se entrelazaron con las de Dylan, pero aún entonces ninguno de los dos dijo una sola palabra o queja. Sentía energía pura.

No quería arruinarlo, a la salida del sol pudo notar que los ojos de Emma eran más grises que azules, que sus labios eran dos líneas gruesas y rosadas, notó incluso las pecas sobre su nariz respingaba. — eres hermosa — ni si quiera tuvo que pensarlo más de dos veces para decirlo, estaba totalmente perdido ya.

Emma sonrió mostrando una hilera blanca.
— lo sé.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 15, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

For EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora