Without You - KookV

VIII

"Mi corazón no ha cambiado, pero ahora está lleno de heridas debido a ti."

Habían pasado unos meses luego de la graduación de Jungkook y Taehyung. Al parecer, Jungkook había arreglado las cosas con Jimin, luego de los problemas que atravesaron al Jungkook recordar a su ex-novio. Mientras tanto, Taehyung había conseguido un trabajo de medio tiempo en una pequeña cafetería y pasaba hojas de vida a todas las empresas a las que podía. A pesar de no conseguir un trabajo estable aún, el vivir con Hoseok le facilitaba ciertas cosas y los gastos eran menores.

Pov. Taehyung

–Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle?– Estaba en mi jornada laboral, algo ocupado debido a la gran cantidad de clientes que había; iba de aquí para allá atendiendo y llevando bebidas y comida por todo el lugar.

–Taehyung, atiende a los clientes de la mesa cuatro.– Me dijo el manager del lugar. Le obedecí y agarré el pequeño cuadernillo dónde anotaba las órdenes, luego me dirigí hacia la mesa correspondiente.

–Buenas tardes, soy Kim Taehyung y el día de hoy seré su mesero...– Justo después de decir aquello detalló a la pareja sentada frente a él... Efectivamente, Jeon Jungkook y su novio, Park Jimin.

El más pequeño había pasado por alto su presencia, leyendo lo que había en la carta y decidiendo qué pedir; sin embargo, el chico frente a Jimin se había quedado observando a Taehyung.

—¿Qué tanto me mira?– Pensé, pero no me dejaría alterar por él. Después de todo, aunque su momento ya había pasado y los sentimientos se habían ido, o eso creía Taehyung, su relación con Jungkook le había dejado herido, y lo culpaba de no poder salir con alguien más; no dejaba fluir sus sentimientos, confiar ni sentir el amor de alguien más.

–Yo querré una malteada de fresa junto con un sándwich club.– Dijo Jimin con su característica voz dulce, la cual Taehyung no tenía al ser más grave. –¿Y tú, amor? – Preguntó dirigiéndose a Jungkook.

–Yo quiero un latte, por favor.– Tomé sus órdenes y me retiré de allí, sintiendo la mirada de Jungkook clavada en mi espalda.

Cuando la orden de la pareja de la mesa cuatro estuvo lista, la puse en mi bandeja y se las llevé. Al parecer Jimin estaba contándole algo, pero Jungkook no le ponía ni una pizca de atención, su mirada estaba perdida.

–Aquí está. Un latte...– Lo dejé frente a Jungkook. –...una malteada de fresa y un sándwich club. Buen provecho.– Sonreí y me fui de allí.

•

–Ahh...– Suspiré. Mi turno estaba por acabar y ya no quedaban muchos clientes. Todo iba de maravilla, hasta que el compañero de trabajo de Tae, Sanha, quién estaba pendiente de la caja, le pidió el favor de reemplazarlo unos minutos. Por supuesto, Taehyung aceptó y lo relevó. En ese momento se dirigió Jungkook a la caja a pagar, Taehyung quería que la tierra lo tragara en ese momento.

–Serían 6000 wones, por favor.– Le dije mientras simulaba teclear algo en la pantalla de la caja, quería evitar su mirada.

–Toma.– Me dijo mientras me extendía el dinero. Lo tomé y continué con el proceso de pago, contando las vueltas que debía darle. –¿Cómo has estado? – Increíble... ¿Ahora me intentaba armar una charla?

–Bien, gracias.– Dije cortante. Le extendí las vueltas y con una sonrisa dije: –Vuelva pronto.– Él se veía serio, algo disgustado.

–Taehyung... ¿Me darías tu número de teléfono? La verdad me gustaría que volviéramos a hablar.– Lo seguía mirando con una sonrisa, sin embargo, mi ser estaba en una disputa entre sentirse dolido o enojado con él más alto.

–No lo creo, estamos bien así. Estoy bien así.– Dije haciendo énfasis en el "estoy".

En ese momento llega Jimin a la caja.

–¿Pasó algo? ¿Por qué te demoras, bebé?– Mi compañero, Sanha, ya había llegado, por lo que me retire rápidamente del lugar, escondiéndome en la cocina.

–No es nada, Jimin. Solo...– En ese momento se giró, encontrándose con Sanha, quién lo miraba confundido. –No es nada, vámonos.– Ví como tomó su mano y se fueron del local.

Mi corazón latía rápidamente, la repentina confesión del castaño me tenía confundido. ¿Hablar de nuevo? Estaba loco si creía que yo le hablaría de nuevo.

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Terminé mi turno, como de costumbre y volví al departamento mío y de Hoseok. Al parecer Hoseok me había dejado la cena y había ido a dormir. Sonreí y me dispuse a comer para finalmente dormir.