Without You - KookV

X

"Estamos demasiado separados como para volver a estar juntos. Es difícil que nos volvamos a juntar sin tener sentimientos.
Fue tan difícil que te regalé libertad, y luego de voltear, estoy cayendo sin ti."

Pov. Taehyung

Y ahí estaba... Lo que juré no volvería a pasar, estaba sucediendo en ese preciso instante.
Sentados frente a frente, con un silencio algo incómodo, mientras esperábamos nuestra comida.

–Entonces...– Jungkook decidió romper el silencio.– Ya sé que no tenemos muchos temas de conversación, pero, ¿Qué has hecho? ¿Cómo has estado?–

Me quedé en silencio, pensando bien mis palabras, pues, la presencia del pelinegro me ponía algo nervioso.
A decir verdad, nunca me había puesto a pensar en algo nuevo, mi vida se había vuelto algo monótona: Despertar, trabajar y volver a casa. Esa era mi rutina.
Sin embargo, no dejaría que él me viera de esa manera; por lo que decidí mentir un poco acerca de lo que hacía a diario.

–Mmh... No mucho, he estado trabajando y eso... Aunque, recientemente entré a unas clases de baile.– Era mentira, lo sé; sin embargo, bailar sí era uno de mis pasatiempos.–

–¡Genial! Aún recuerdo cómo imitabas las coreografías de aquellos idols de la televisión. Tienes talento y pasión para ello, así que espero que te vaya bien con eso.–

Sentí una punzada en mi pecho, creo que el tiro salió por la culata.
Recordar aquellos momentos solo me hacía pensar en qué hubiera sido de nosotros si hubiéramos tomado las decisiones correctas; me hace sentir anhelo y esperanza de que tal vez no era nuestro momento, y de que en algún futuro volveremos a unirnos.

–¿Lo recuerdas...? Era muy malo en ese entonces, espero poder mejorar ahora.– Respondí con la cabeza baja, intentado disimular lo aturdido que me sentía.

Para mi mala suerte, Jungkook se dió cuenta. Antes de que dijera alguna palabra, me retiré de la mesa con la excusa de que iría al baño.

Una vez adentro, suspiré pesadamente. ¿Cómo era posible que me hiciera sentir de esta manera? Tan confuso, miserable y frustrado.

–Te odio tanto...– Susurré hacia mis adentros. Me acerqué al tocador y abrí la llave, mojandome el rostro para alejar esos pensamientos de mí.

–Solo vinimos a comer, sigue actuando normal.– Me animé a mí mismo y salí de ahí.

Para mí suerte la comida ya había llegado, y el más alto parecía haber entendido que no quería hablar de ese tema, pues no lo nombró... Aún así lo sentía extraño.

•

Había decidido dejar de lado ese sentimiento y terminar mi comida.
Para mí mal suerte, se desvió un poco la intención de solo ir a comer, y terminamos bebiendo algo de soju y cerveza.

Me sentía algo mareado, sin embargo, no estaba borracho; era consciente de lo que hacía y lo que pasaba. Y al ser consciente de eso, sabía que no podía caminar correctamente y que estaba más hablador de lo normal.

Dejando eso de lado, ahora nos encontrábamos caminando hacia la parada del bus, dónde cada uno tomaría su propio camino a casa.

Afortunadamente, mi bus pasó unos minutos después de nuestra llegada a la parada.

–Bueno... Gracias por la comida, adiós.– Me despedí agitando mi mano y rápidamente me subí al vehículo.
Cerré mis ojos y suspiré algo pesado, adentrándome en mis pensamientos nuevamente, cuando de repente...

–¿Por qué suspiras así?– Me sobresalté por la voz de Jungkook.– Es de mala suerte, ¿Sabías?–

–¿¡Qué haces aquí!?– "grité" en voz baja para no molestar a las demás personas que iban en el bus.

–¿Cómo que qué hago? Acompañarte a casa, no irás solo en ese estado.– Mi corazón latió fuertemente ante aquellas palabras, algo simples, pero que mostraban lo mucho que se preocupaba por mí.

–Ugh.– Me dije a mí mismo en modo de desagrado a la vez que volteaba los ojos.

Todo el viaje transcurrió en silencio absoluto entre los dos. ¿Quién se creía para decidir cosas por sí solo? No quería estar con él, y sin embargo, su presencia me causaba algo de seguridad.

Una vez llegamos a mi parada, recibí una llamada de Hobi.

–¿Hola? ¿Dónde estás, Tae? Ya es algo tarde y me preocupa. ¿Estás bien?– Sonreí ante la preocupación del mayor. Algo que Jungkook notó al verme de reojo mientras estaba al teléfono.

–¡Hobi! Estoy bien, paré a comer algo y luego sí vine a casa. Acabo de bajarme del bus, voy en camino.–

–¿Quieres que vaya por ti? Puede ser peligroso, espérame ahí.– Escuché a través del teléfono cómo se alistaba y tomaba las llaves para salir. Aparte de eso, me fijé en como Jungkook se ponía algo tenso, al parecer había alcanzado a escuchar la propuesta de Hoseok.

–No te preocupes, ya voy cerca. Quédate en casa, hace algo de frío.– Colgué la llamada y guardé mi teléfono en el bolsillo. El pelinegro decidió hablar.

–Perdona por haber hecho incómoda nuestra charla de hoy.– Parecía decirlo con una voz desinteresada, sin embargo, al conocerlo como yo lo hacía, sabía que era algo que le importaba.

–No te preocupes, no es tu culpa.–

•

Llegando a mi casa, me giré hacia él y me despedí.

–Gracias por traerme, a pesar de que no te lo pedí. Ten cuidado camino a casa.– Me incliné levemente en señal de agradecimiento y me volteé para entrar a mi casa; pero el pelinegro me tomó del brazo, e inesperadamente, me volteó y me abrazó fuertemente.

Estaba algo aturdido por la situación. Pues, el movimiento tan rápido me había dejado más mareado de lo que estaba y no entendía la acción del más alto.
Me separé rápidamente, a lo que Jungkook solo soltó una sonrisa llena de nostalgia.

–Lo siento...– Dijo en voz baja – Y, gracias por aceptar salir conmigo. Créeme que me gustaría poder arreglar mis errores del pasado, pero ya no hay vuelta atrás. – Yo solo escuchaba, sus palabras me habían hecho recuperar algo de sobriedad. – Gracias y adiós, Taehyung. –

El pelinegro se volteó y se fue caminando hacia la carretera principal. Lo miraba a la distancia, vagando en mis pensamientos hasta que sentí lágrimas derramarse por mis mejillas.

–¿Eh?– Me toqué las mejillas. – ¿P-por qué...? – ¿Por qué me sentía así? ¿Sería posible que este fuera el cierre que necesitaba? Las disculpas de Jungkook me hicieron sentir bien, pues, sabía que las merecía. Sin embargo, en mi corazón reinaba un sentimiento de tristeza, era más fuerte que el de satisfacción. Mi cabeza daba vueltas, hasta que escuché la voz de Hobi detrás mío.

– ¿Tae? ¿Por qué no has entrado? Me estaba preocupando mucho, por lo que iba de salida.– Limpié rápidamente mi cara.

–Oh, lo siento. Necesitaba algo de aire antes de entrar.– Cerré mis ojos mientras sonreía y entré rápidamente al departamento. Hoseok iba detrás mío, preguntando un sinfín de cosas, pero yo solo podía pensar en lo que acababa de suceder hace solo unos minutos.

Me encerré en mi habitación y me recosté en la cama. Hoseok se había rendido y prefirió darme mi espacio.
Comencé a divagar en mi mente y mi corazón, sobrepensar me hacía mal, pero, pude darme cuenta de algo... Mis sentimientos por Jungkook nunca cambiaron, había vuelto a caer por él y todas las barreras que, según yo, había creado, él las pudo derrumbar solo con cruzar mínimas palabras.

Solo podía llorar, y eso hice, hasta caer dormido.