Elizabeth Lionés es una tierna chica de tan solo 18 años, su vida era completamente normal asta aquel trágico día, para poder ayudar a su familia tuvo que sacrificar demasiadas cosas y entrar por su propia cuanta a lo que ella llama infierno pero...
Mientras mas pasaban los minutos mas rápidas eran mis embestidas hacia esa mujer, cambiamos de posición e hice que se diera la vuelta, levante un poco su cadera para hacer que sus pechos quedaran sobre la almohada y su bello trasero quedara a mi vista, dios puede que sea un niña de 18 años pero tenía un cuerpo espléndido. Con una sonrisa ladina coloque mi miembro entre sus nalgas y lo movía despreció de adelante a hacia atrás mientras lo apretaban un poco
Meliodas: aahh te han dicho que estas muy pero muy buena nena?
No me respondió nada tan sólo se limitaba a recibir mi movimientos,deje de jugar y nuevamente entre en ella de una sola estocada
Elizabeth: aaahhh
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Desde el principios comencé a embestirla con rapidez y fuerza, sus gemidos hacían que cada ves mas y mas me excitara,sentía muy bien como sus paredes vaginales apartaban cada ves mas mi miembro,la tome fuertemente de la cadera y comencé a moverme mas, estaba apuntó de correrme maldita sea
Elizabeth: aahh se...señor Meliodas ya no puedo mas me...me...aaahhh
Ya no pudo terminar de hablar porque justo en ese momento de corrió,bastaron un par de envestidas mas de mi parte para que yo me corriera, rápidamente saque mi miembro de su interior y me masturbe los mas rápido que pude asta que derrame todo mi líquido sobre su trasero,demonios esta mujer a echó que por primera ves me sintiera completo al momento de tener sexo
La vi que callo muy cansada y con la respiración agitada, verla de es manera, desnuda y cubierta de mi semen, me hacia sentir satisfecho
Después de unos veinte minutos la acomode bien en la cama y la cubrí con las sabanas mientas dormía tan tranquila,yo ya estaba vestido ya y listo para irme, mire la ropa de ella tirada en el suelo y echa pedazos, que demonios me paso, yo no soy así de salvaje pero,justo al momento de vela y sentir su delicioso olor me hizo perder la razón quería poseerla cuanto antes y no pude resistirme, solté un suspire y salí de la habitación mi semblante serio, como siempre Al estar parado frente a la puerta termine de abrocharme el pantalón y subí mi cierre cuando llegó Nerobasta a fastidiarme
Nerobasta: valla, al parecer si te tomaste tu tiempo con ella guapo
Meliodas; no molestes
Nerobasta: Ludosiel quiere verte, así que te espera en su oficina
Ya no dije nada mas y comencé a caminar, ella se quedo ahí con esa estúpida sonrisa, baje las escaleras me dirigí a la oficina de Ludosiel,estaba apuntó de tocar cuando el abrió de repente
Ludosiel; pasa
Sin decir mas entre y me senté en una de las sillas frente a su escritorio mientras el de uno de los cajones sacaba un pequeño sobre amarillo
