Gatito bonito

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Unos días después de la declaración de Adrián, recibí una visita nocturna en mi casa.
Había subido de cenar, Juleka y yo estábamos solos en casa, ya que nuestra madre se había ido de viaje para ver a unos amigos durante unos días.
Había dejado a juli viendo la televisión con rose que de quedaba a dormir esta noche.

Subí las escaleras y me decidí a tocar una canción en la que estaba trabajando. Me basaba en los sentimientos de Adrián el día que em declaró su verdadera identidad. Su mirada de miedo em seguía como un fantasma. El temblor de su voz mientras me decía todo...
Cada vez que lo recordaba el corazón me dolía, e intentaba trasmitir ese sentimiento a mis dedos, para componer una melodía.
La ventana de mi habitación daba a la calle de paris, no estaba muy lejos del colegio, aunque me parecía mejor ir en bicicleta, ya que llegaba antes y me aseguraba de llegar. Juleka iba caminando. Como vivíamos cerca de la casa de rose ellas siempre se encontraban en el camino al colegio, había veces que la una se quedaba en la casa de la otra para dormir y así ir juntas al colegio el siguiente día.

Y entonces vi una sombra pasar rápida por al lado de mi ventana y pare de tocar la guitarra.
Mis dedos se habían parado en seco al ver a aquella sombra moverse y desaparecer.
Lentamnete me levante de la cama y me acerque con cuidado a la ventana. Puse una mano sobre el pomo frío y lo giré para abrirla.
Un viento gélido entró por la ventana y quise cerrarla cuando vi una cara. Un gato se había posado sobre mi ventana. No, no era un gato.
Era chat noir. Sus ojos me miraban directamente con seguridad. Su pelo estaba alborotado por el viento y se agarraba firmemente al tejado.
-Hola- dije sonriendo. Este sonrió de vuelta y vi que estaba rojo del frío. Anda pasa- le estire la mano y le cogi en brazos para bajarle. Yo sabia que el podía hacerlo, pero era mi novio.

Cerré la ventana y agradecí que volviese a entrar en calor poco a poco. Chat noir miro mi habitación. Nunca le había traído a mi casa, siempre que nos habíamos acostado había sido en la suya. Observa mis posters y mis figuras.
Estaba absorto, en cómo era mi habitación era como otro mundo.
Me acerqué a él y le rodeé la cintura desde atrás ora apoyar mi cabeza en su hombro y sentir como dejaba salir todo el aire y se dejaba caer.
-¿No te dejaban salir de casa?- pregunte oliendo su colonia. Chat noir sonrió de espaldas a mi y posó su mano sobre la mía.
-Siempre que he ido a verte por la noche a cualquier lugar ha sido saliéndo como chat noir, me sería imposible salir como Adrián- dijo mientras observaba mi habitación.
Pedí que nos quedásemos así para siempre, el y yo solos, juntos, calientitos y felices. Una paz y una tranquilidad que nos rodea como una madre rodea con amor a sus hijos.
Beso lentamente en cuello de chat noir y oigo como este ríe.
-Me alegra que hayas venido a verme- sigue riendo. Te echaba de menos-
Chat noir se da la vuelta con una cara de sorpresa que en seguida se vuelve una cara de cariño.
Se notaba mucho que era Adrián, no se como nadie se ha fijado nunca. Es cierto que en los momentos en los que ladybug me había pedido ayuda y chat noir había estado cerca Adrián se comportaba muy adulto y seguía las reglas de ladybug, aunque a veces hacia el payaso.
Le bese.
Y fuera empezó a nevar.

Mi rival está bueno (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora