Un molesto sudor nervioso cubrió las palmas de las manos de la mujer de ojos verdes, misma que se encontraba de pie frente a la enorme propiedad de sus padres, la familia Luthor ciertamente no escatimaba en gastos cuando de lujo se trataba, y el hecho era evidente al vislumbrar la mansión de tres plantas con decoraciones antiguas.
Lena dio un temeroso paso al frente para encaminarse a los escalones que la llevarían a la entrada principal y reafirmó su agarre en la tira de su bolso de diseñador, el taxi en que había arribado se había marchado hace un tiempo y ella no podía encontrar el valor para entrar en la casa donde pasó su niñez, parte de la adolescencia y donde se guardaban todos los secretos que compartía con su hermano desde que crecieron juntos. Simplemente no encontraba dentro de sí la fuerza de voluntad para entrar y saludar a todo mundo como todas las veces anteriores.
En esa ocasión todo era distinto.
Habían distintas razones para sentir la presión invadiendo su pecho, la primera era que no había estado allí desde tres años atrás, se había escudado en su trabajo para faltar a las reuniones familiares e incluso se excusaba cuando había algún evento importante, no quería volver pero las excusas debían dejar de formar parte de sus conversaciones con Lillian de una vez por todas.
La segunda razón se ligaba en sí con su regreso, a su padre le habían diagnosticado cáncer fase cuatro unos meses antes y él le había pedido que lo visitara apenas pudiera, y Lena no pudo negarse al tono suplicante y quebradizo que Lionel empleó para pedirle aquello.
La tercera razón era que Lex no estaba allí, él no era bienvenido desde que decidió declararse gay ante sus padres, Lillian no encontró ningún problema en ello, de hecho lo felicitó por ser valiente y gritarle al mundo que estaba enamorado de otro hombre, por el contrario, Lionel lo aborreció apenas escuchó la noticia, prácticamente lo desterró de la familia y no quiso saber de él, de eso habían pasado cuatro años.
Desde ese momento Lena había pasado a ser la hija perfecta y favorita, aunque lo cierto era que Lionel la consideraba su única hija luego de que Lex se declaró homosexual, y desde entonces la mujer de ojos verdes había llevado sobre sus hombros el peso de la perfección que tanto buscaba su padre.
Tanto ella como Lex fueron adoptados por el matrimonio Luthor cuando eran pequeños, sí eran hermanos y sus padres biológicos habían muerto en un terrible accidente automovilístico, Lionel y Lillian no podían tener hijos y entonces recurrieron a la adopción, donde decidieron adoptar a los pequeños que habían perdido a sus padres recientemente.
La cuarta razón por la que las cosas eran distintas era porque Lena estaba comprometida, el delicado diamante que descansaba en su dedo destellaba casi orgullosamente, anunciando de ese modo que estaba próxima a unir su vida a la de alguien más, y estaba segura de que sus padres lo notarían apenas los saludara. Podría quitarse la sortija y guardar ese hecho para sí misma, sin embargo no lo sentía correcto, quería que su familia compartiera con ella su felicidad, quería que la felicitaran y de ser posible estuvieran con ella en un día tan importante como lo era el día de su boda.
Finalmente llamó al timbre y se colocó en una pose erguida, a la espera de que alguien atendiera su llamado, sabía que las mujeres del servicio se habían marchado pues su vuelo se había retrasado y había llegado tres horas más tarde de lo acordado con su madre, por lo que estaba segura de que Lillian abriría la puerta.
No se equivocó.
La mujer de ojos grises sonrió ampliamente al observar a su hija en el umbral de la puerta, de inmediato se lanzó para abrazarla con fuerza y Lena devolvió el abrazo con afecto, no se había dado cuenta de cuánto la había echado de menos hasta que la abrazó de nuevo e inhaló el habitual aroma a jazmín que desprendía la piel de su madre.

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Supercorp [Camila's Version]
FanfictionOS Supercorp con canciones de Camila Cabello.