Solo para mi novia

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"Debes tratar de relajarte, te vez muy tensa cuando estás conmigo"

De manera divertida la eriza volvía a leer una y otra vez la nota que le había entregado el cobalto, y no es que no la entendiera, si no que le causaba cierta gracia.

-¿Y que quiere que haga? Después de todo es el tan impulsivo -murmuro para si misma la eriza arrugando la nota-

-¡Amy Rose! -grito fuertemente golpeando la mesa, provocando un gran susto de la nombrada-

-¡¿Pero que te pasa?! -exclamo con la respiración agitada mirando a la murciélago que había golpeado la mesa-

-¡cállate y escúchame! -exclamo la albina mirando desde lo alto a la eriza, causando que la contraria le obedeciera- Se que ayer... -tocio de manera forzosa- mi actitud no fue la indicada -comenzando a jugar con sus dedos miro a la eriza, que no lograba entender lo que hacía- Me quiero disculpar contigo Pinky, a pesar de ser tu mejor amiga, no entendí que tenías tus motivos para decirme lo que te sucedía-

-No solo ella, si las tres -comento Blaze metiendose en la conversación-

-No estuvo bien lo que te dije Amy... tan solo te hicimos sentir culpable de algo que nosotras creímos que estaba mal, pero no era así -dijo honestamente la conejita color crema que se notaba la vergüenza en su cara-

-Te forzamos a hablar algo con lo que tu no te sentias comoda de hablar... o bueno casi lo hacemos -dijo Blaze rascándose la nuca nerviosa-

-¿Nos disculpas? -pregunto una tímida y avergonzada Rouge-

-No hay nada que perdonar  -sonriendo, la eriza se levanto y abrazo a la albina, y sobre el hombro de esta, vio como estaban Blaze y Cream sonriendo- ustedes también vengan -mas chicas no dudaron ni un instante en unirse en aquel abrazo grupal-

***

-¡Cariño! -exclamo el cobalto abrazando a la rosada que sonreía-

-Hola Sonikku -besando la mejilla del mencionado, una tos falsa les interrumpió-

-Hey, aún estamos aquí -comento divertida Blaze riendo junto a Rouge-

Tras un rato de una conversión amena, llena de chistes y anécdotas divertidas, el timbre sonó, dando inicio a la última clase del día, Educación Física.

Luego de un previo calentamiento, todo el curso comenzó a correr por toda la cancha. Nuestra eriza se había quedado hasta atrás, no era buena en deportes, y eso era más que claro.

-Ya... no puedo... más -decia entre jadeos, se detuvo un momento para recuperar el aliento pero detrás de ella vio como una ardilla café se le acercaba peligrosamente-