Safe and Sound » Omegaverse Yoonmin.

Safe & Sound.

Seúl – Corea del Sur.

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Jimin estaba ahí, esperando como siempre lo hacía después de que él se iba, sin embargo la situación no era igual como hace algunos meses atrás cuando solía despedir al alfa y este regresaba luego de seis meses de servicio.

Él ya no estaba. Se había ido para no regresar más a casa.

Aún lo recordaba como si fuera ayer, el día en el cual Hoseok y TaeHyung habían llegado a casa buscándole, aquel día el omega estaba preparando todo para poder darle una gran noticia a YoonGi, algo que cambiaría sus vidas, pero que seguramente los uniría más y más.

Sin embargo, lo único que obtuvo ese día fue un corazón roto y un mar de lágrimas.

...

— Lo siento. —Susurró Hoseok con la voz rota mientras huía de la mirada del omega. — De verdad yo... — Jimin le interrumpió, no entendiendo que quería decir su hyung.

— Hoseok-hyung. — Preguntó confundido. — ¿Qué pasa?

— Él ya no estaba cuando llegué... — Susurró con la voz rota el mayor mientras sentía un revoltijo de emociones en su interior. — Todo estaba destruido, Jiminnie, no había forma de...

— No... —Susurró él mientras poco a poco entendía lo que su mayor decía. — No puede ser, estás mintiendo... — Mencionó llevándose las manos a la boca para poder callar el grito de dolor que quería salir de él.

— No sabemos cuándo pasó... — Rompió en llanto Taehyung, cayendo al frío piso. — Todo pasó de repente. —Jimin tembló visiblemente mientras el sollozo se escapaba lentamente de sus labios. — Él coronel Min murió. — El omega se dejó caer en el piso mientras las lágrimas y los gritos de dolor le acompañaban a los tres presentes.

Aquel día, algo había muerto dentro de él.

...

Incluso intentó con el tiempo tratar de rehacer su vida, pero muchas cosas se lo impidieron en aquellos momentos, la principal razón era la pequeña niña que dormía en aquella cama. Era la viva imagen de YoonGi, sus mismos ojos, su mismo color de cabello e incluso en algunas situaciones actuaba igual que su padre.

La pequeña YoonJi había llegado ocho meses después de aquella noticia que había cambiado todo dentro de él, aquel día en el que pensaba anunciar la llegada de su primogénita, en ese mismo día lo había perdido a él. 

El omega no era ignorante y sabía muy bien de la gracia que tenía y el efecto que provocaba en los hombres, pero cada vez que creía que era capaz de dejar los recuerdos atrás, YoonGi aparecía nuevamente, en cada sonrisa, en cada gesto, nadie era como él, nadie nunca sería como su alfa.

...

— Deberías intentarlo nuevamente. — Mencionó Taehyung, su mejor amigo.

— No es tan sencillo. — Suspiró tomando de la taza de té. — YoonGi aún sigue presente.

— Está muerto. — Mencionó secamente, no dándose cuenta del tono duro que usó. – L-Lo siento. — Susurró apenado escondiendo su mirada. — Solamente me preocupo por ti.