" Lo siento, Shiena-chan, pero necesito alejarme de ti. No creo que sea bueno para las dos permanecer juntas. Lamento decirte esto en un SMS, tenía prisa. Entonces, toma cuídate, y de nuevo disculpa las molestias " .
Shiena dejó caer su teléfono celular al suelo. No podía creer lo que acababa de leer, era inverosímil. La morena comenzó a sentir tristeza en su corazón, y no estaba segura de por qué se sentía así.
"Maldita sea Otoya, ¿cómo pudiste hacer eso? ¡No puedes desaparecer después de lo que pasó entre nosotras! ¡Al menos, si querías dejarme, deberías decirme frente a mí, no con un SMS, idiota!" pensó
Furiosa, la morena agarró algunos objetos al azar y los arrojó violentamente al suelo o la pared. Después de unos minutos de rabia, su apartamento estaba terriblemente desordenado. Shiena se calmó y se sentó en el sofá. Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, pero se las secó de inmediato.
"¿Por qué debería preocuparme por ella? ¡Finalmente me he librado de esta molestia! No tendría miedo de ser asaltada o violada por ella ahora, ¿no es genial? Estaré sola aquí, sí ... sola, como siempre ... "
Sintiendo tristeza de nuevo, Shiena no pudo evitar llorar. No se dio cuenta claramente, pero no solo "no odia" a Otoya, se había enamorado de ella.
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Midori entró en una habitación oscura y encendió la luz. Se acercó a su prisionera, que estaba encadenado contra la pared.
"¡Perra, sácame de aquí!" gritó Otoya, enojada.
"No deberías ser grosera en tu posición" dijo Midori.
La asesina en serie odiaba esta situación. Estar atrapada por alguien más era humillante para ella, que generalmente era quien atrapaba a las personas.
"¿Qué quieres? ¡Ya dije que no quiero matar a Shiena-chan!"
"¿Y por qué debería creerle a una psicópata asesina en serie como tú? De todos modos, esta no es la única razón por la que te traje aquí", explicó Midori.
La chica de cabello verde le mostró a Otoya unas tijeras. Era la propia tijera de la asesina en serie. Otoya comenzó a preocuparse por las intenciones de Midori.
"Creo firmemente que alguien como tú no merece una muerte rápida. Deberías sufrir y morir de la misma manera que tus víctimas", dijo Midori.
Otoya comenzó a sentir pánico. Ella no quería morir así, no como una simple víctima.
"¡Espera! ¿No dijiste que tu grupo solo mató a matones?" protestó Otoya.
"Sí, mi grupo hizo eso. A mí me parece aburrido. Los matones son unos cobardes, comienzan a llorar y suplican por un pequeño corte. Los compadezco, así que siempre los mato rápidamente. Prefiero matar a personas más peligrosas, como asesinos. Son más duros, y con ellos, estoy seguro de matarlos lenta y dolorosamente, ¡porque nunca tendré lástima por monstruos como tú! " dijo Midori. "Y mi superior me dio su acuerdo, así que está bien con mi grupo"
Midori se acercó a la tijera de Otoya, sin emociones. La asesina en serie comenzó a tener mucho miedo. Era la primera vez que temía por su propia vida.
"¿Eres dueño de muchas personas que mataste? Treinta, creo, pero la última, este tipo que mataste, no lo contaré, entonces veintinueve. Un corte por cada víctima que hayas hecho, ¿qué te parece?" preguntó Midori.
"¡Creo que eres una perra psicópata loca!"
"¿Eh? Disculpe, pero no soy la perra loca psicópata aquí, eres tú. Mataste a muchas personas inocentes con tijeras por placer. Yo, solo te doy lo que mereces. Estoy bastante segura de que las familias y los amigos de las víctimas aprobarían lo que haré "
