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— ¡Lee Yong Bok!— no fue difícil para la profesora Kang ver al chico mencionado levantando de manera desganada su mano derecha, ya que se encontraba ubicado en el primer asiento.
Él realmente odiaba cuando lo llamaban así, prefería mucho más Félix, pero es algo a lo que se ha visto obligado a acostumbrarse a lo largo de los años.

La clase fue sin ningún inconveniente para él, como era costumbre, ¿Cómo podría meterse en problemas cuando apenas habla para contestar las preguntas de la profesora? Y si somos honestos, tampoco era algo que disfrutaba, sino que sólo lo hacía porque sabía la profesora Choi daba puntos extra por ello.

Puesto que era la hora del almuerzo, sus compañeros se habían marchado hacía la cafetería y se encontraba totalmente sólo en el aula. Esa era otra rutina que había adquirido al mudarse a Corea con sus padres y comenzar el instituto, al parecer a los chicos coreanos no les agradaba la idea de llevarse con un extranjero. Félix no estaba seguro de que le agradará la idea de llevarse con chicos coreanos tampoco.

Saco su almuerzo de la lunchera y comenzó a consumirlo a la vez que practicaba algunos ejercicios de gramática. Esperaba poder graduarse siendo uno de los mejores promedios, y lo lograría si se esforzaba lo suficiente. Tan sólo le resta un año de secundaria además del que cursaba actualmente, así que no podría ser tan complicado ¿No?
Su plan era terminar con un promedio lo suficientemente alto para aplicar a la Universidad de Sídney. Sabía que su padre no se negaría, ya que él mismo había estudiado en esa institución, la cuál contaba con un gran prestigio, y le alegraría que su hijo fuese aceptado allí. Por su madre no debería preocuparse tampoco, siendo ella también australiana, le encantaba saber cuánto Félix amaba su lugar de nacimiento y cuanto deseaba volver.

Tampoco es que odiaba completamente a Corea. Le gustaba pasar tiempo con la familia de su padre, a la que solía ver sólo en vacaciones cuando vivía en Sídney. Le agradaba la calma que se respiraba a todo momento, y lo bien que parecía hacerle a su padre y a su madre. Sus hermanas menores también parecen haberse acostumbrado bien al cambio, a ambas le iba bastante bien en el colegio y habían logrado formar un grupo bastante amplio de amigos.
Corea era un buen lugar, pero simplemente pareciera que el lugar no fue creado para él, extraña las playas de Sídney, extraña el clima agitado con el que se convive, extraña a sus amigos, extraña la persona que solía ser tres años atrás antes de marcharse. A veces, en las noches en las que no puede dormir, se pregunta si alguna vez podrá volverse a ser él o si el nuevo Félix mantendría su dominancia, a pesar de dejar Corea en el pasado.

La campana sonó una vez más, indicando el fin del receso y el comienzo de su siguiente clase. Sólo restaban dos: álgebra y psicología, luego de eso sería libre para marcharse a casa. Tendría una hora extra el día de hoy, ya que usualmente cursa el taller extracurricular de Matemáticas avanzada en miércoles al concluir su horario escolar, pero el día de hoy el profesor Do se encontraba ocupado con un seminario y no podría asistir a clase. Pensó por un momento qué debía hacer al llegar a casa. Tal vez realizaría la tarea de álgebra que el profesor Han seguramente les dejaría, luego cenaría con su familia, tomaría una ducha y seguiría con el trabajo de historia que debía entregar en unas semanas antes de irse a dormir.

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Félix dejó la mochila sobre su cama y comenzó a quitarse el uniforme para ponerse ropa más cómoda. Al abrir el armario vio el calendario y, con un bolígrafo que acababa de sacar del bolsillo trasero de su pantalón, tachó el día once del mes septiembre, el día de hoy. Siguió sin percances la cronología que había preparado, su familia se había adaptado ya a su rigurosa estructura, lo que ayuda demasiado. Revisó el reloj y decidió que ya era buena hora para dormir al ver qué eran cerca de la medianoche, mañana tendría que levantarse temprano nuevamente y no quería llegar agotado a clases.

˚़.❒ ꜱᴜɴʙᴀᴇ── *،،ꜰÉʟɪx + ꜱᴇᴜɴɢᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora