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Jimin tomó las telas de su estudio, examinandolas con la mirada y caminando fuera del lugar cuando escuchó a alguien llamar al portón, era martes por lo que la señora Chanyu, la mujer que le ayudaba a mantener limpia y viva la casa, estaba en su día de descanso así que el omega se tenía que encargar de todo y aunque no le costaba demasiado a veces debido a su trabajo se le complicaba, abrir el porton era todo un caso algunas veces porque solía olvidarse de la contraseña y debía entrar por el mando, el cual perdía a menudo. 

Abriendo la puerta del frente y dirigiéndose al jardín fue seguido por Min Holly, el perro de Yoongi que ahora era más de Jimin pero el traicionero seguía prefiriendo al alfa pálido cuando llegaba a casa.

El repartidor le sonrió cuando lo vio salir y se mantuvo a una distancia prudente porque Holly le había mostrado los colmillos.

—¿Usted es Jimin?— Preguntó el joven y después volvió el rostro a su tablilla.—Oh ¿Min Jimin?

El rubio estuvo tentado a rodar los ojos pero simplemente asintió y puso las telas sobre su hombro cuando el joven le pidió que firmará y le entrego una caja negra con un enorme moño rojo, el omega no pudo evitar sonreír y volvió adentro después de agradecerle al joven beta.

Prácticamente corrió dentro seguido por Holly, se sentó en el sofa para quitar el moño y abrir la caja, demasiado curioso de saber lo que había dentro.

El bolso negro de Chanel hizo que sus ojos brillaran al igual que el collar de la misma marca, tomó la nota que estaba a lado de la rosa roja y la leyó.

Lamento estar dándote problemas,
prometo que lo arreglare.

  Yoongi.

Sería un completo mentiroso si dijera que no esperaba un regalo de su parte porque lo hacía, siempre era lo mismo cuando discutían o más específicamente cuando tocaban el tema del divorcio. Hacía dos meses Min le regaló un auto, ya que habían discutido muy fuerte porque el padre de Yoongi contactó a los suyos para decirles que sería bueno que hablaran con su hijo para que aceptara la marca de Yoongi y Jimin recibió una llamada de su madre esa noche, no estuvo feliz cuando ella le dijo que debía ser marcado sino quería que lo devolvieran, entonces le dio todo un sermón sobre lo bueno que es un omega marcado y lo malo que sería su futuro si el alfa lo dejaba, esa sería una mancha difícil de cubrir e iba ahuyentar a todo hombre que se le acercará, su madre dijo claramente que un omega dejado tendría dificultades para encontrar pareja incluso si era uno de buena familia como Jimin.

En un principio ambos pensaron que sería fácil mantener su matrimonio falso ya que tanto Jimin como Yoongi estaban fuera de los negocios familiares, compraron una casa lejos de sus padres en donde viviría Jimin sin ningún tipo de percance hasta que alguno de los dos encontrara a una persona con la que quisieran estar de verdad y se divorciarian, pero la familia Min o más específicamente la madre de Yoongi lo tenía en la mira y algunas veces había llegado de la nada a su casa diciendo que quería ver a su hijo, Park ya se había hecho todo un experto en las mentiras gracias a ella.

Jimin salió de sus pensamientos cuando escuchó el inconfundible sonido de un claxon y le abrió a Taehyung desde adentro con el mando, guardó todo nuevamente en la caja y la llevó a su habitación, para cuando bajo Taehyung ya estaba en la sala jugando con su celular.

—¿No se supone que deberías estar en la empresa?— Jimin preguntó cuando bajo las escaleras y se fue acercando al castaño.

—Terminé todo a tiempo, además mi madre me llamó diciendo que iría a buscarme para presentarme a la hija de una de sus amigas así que aquí estoy.— Tae quitó la vista de la pantalla de su celular para mirar a Jimin y sonreírle, él le sonrió de vuelta y se sentó a su lado.

—Creo que tu madre entenderá el hecho de que no te gusten las chicas.— Jimin comentó con un encogimiento de hombros y el alfa castaño le observo seriamente. —Tienes razón, ella ha dicho que con Yoongi es suficiente.

—Te juro que a veces no la soporto.— Taehyung comentó con pesar, no le gustaba decir esas cosas de su madre pero muchas veces lo llevaba al borde del estrés.—No sabe hablar de otra cosa que no sea matrimonio, nietos, buena posición y de verdad me tiene harto, ahora sé lo que paso Yoongi y porque se consiguió un esposo falso.

Jimin le dio un codazo, uno que no pretendía que fuese tan fuerte pero hizo a Taehyung soltar un gemido de dolor.

—Aún soy un alfa, Minnie.— Gruñó el más alto pero el rubio le sonrió sin mostrar los dientes haciendo que sus ojitos desaparecieran en medias lunas, Taehyung suspiró y terminó por abrazar al omega por los hombros.—Joder, no puedo enojarme contigo.

—Lo se.— Sonrió Jimin, mientras se acomodaba contra el cuerpo cálido del alfa.—Pero volviendo al tema, tu madre no va a dejar de molestarte aunque encuentres a alguien y de hecho va a molestar a ese alguien.

—Lamento mucho el rumor que ha hecho de ti.

Jimin negó, restándole importancia pero Taehyung sabía que su amigo se guardaba insultos bien merecidos hacia su madre.

—No importa.

—Asegurar que eres un omega infértil es algo fuerte, más en esta sociedad de mierda en la que estamos.

—Por eso te tengo a ti, dijiste que tendrías bonitos cachorros conmigo.— Jimin comentó, intentando bromear para olvidarse de lo que su suegra estaba diciendo a los cuatro vientos, afortunadamente Taehyung le siguió sin ningún problema.

—Por supuesto, nuestros hijos serían hermosos ¿Te los imaginas?— Taehyung hizo reír al menor.—Serian altos, guapos y espero que hereden tu trasero, entonces tendrían la vida resuelta.

Ambos se soltaron a reír ante la imagen que se hicieron de "sus hijos perfectos". En momentos así era cuando Jimin se sentía afortunado, Taehyung llegó a su vida luego de aceptar el trato con Yoongi y fue como si encontrara a su otra mitad, no como un amor apasionado como comunmente se cree sino como una amistad indestructible que va hacerte sonreír incluso en tus días más amargos. Tae era felicidad para él y Jimin era lo mismo para el alfa, ambos lo sabían y se amaban mucho.

—Debes tenerme muy en cuenta cuando quieras tener a tus cachorros, serían modelos desde pequeños, piénsalo, ganaríamos mucho dinero.

Jimin volvió a reír y con la manga de su suéter azul limpio algunas lágrimas que habían decidido salir sin permiso.

—Lo pensaré.

—Tus hijos con Yoongi serían pequeños.— Tae soltó de la nada y a Jimin no le extraño en lo absoluto, él solía decir lo que se le venía a la mente sin ningún tipo de filtro.—Y definitivamente no podrían ser modelos.

—¿Por qué diablos no?

Una tercera voz los sorprendió y ambos giraron el rostro hacía atrás, viendo desconcertados a un Yoongi cerca de la puerta con sus maletas.

Jimin abrió los ojos más de lo que creía poder, ¿por qué tenía tantas maletas y por qué no había avisado que llegaría?

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blue.

Moon; yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora