•°'≈( Ｋｉｍｅｔｓｕ ｎｏ ＡＩ || One Shot's )

Modern AU! Shinazugawa Sanemi

Negabas firmemente a la par que veía como salía nuevamente positivo, mientras varias lágrimas corrían por sus mejillas mientras veía ya las anteriores pruebas.

No importaba cuántas veces lo intentara, seguía saliendo lo mismo.

Bien, explicando un poco, habías salido a una fiesta que tu amiga insistió en que fueras, digo, podrías andar en una relación pero eso no te impedía salir a divertirte a veces, ¿no?. Tu novio, dudó un poco sabiendo lo, emmm, descuidada de tu amiga, pero no te negaría nada, y más si se lo pedías con ojos de cachorro, su debilidad.
Fuiste, bailaste, disfrutaste, pero se te había subido un poco el alcohol a la cabeza, y con eso, mucho realmente, ¿las consecuencias? que terminaste siendo infiel con un tipo cuya cara ni recuerdas y que te dejó embarazada, nada del otro mundo.  ¡A la mismísima mierda! eso andaba mal, en todos los sentidos posibles.

Te sentía mal, asqueada, repugnada contigo misma, porque siendo sinceros, ¿quien se sentiría bien consigo misma después de eso? solo una anormal.
Según aproximadas llevabas ya un mes de embarazo, aún faltaba, pero no podrías ocultarlo siempre. Sanemi ya andaba a comenzar que andabas actuando extraña, casi como si evitarás verlo, tanto que incluso cuando llegaba del trabajo ya no solías ir a abrazarlo y besarlo dandole la bienvenida, que ya no mantenían sus largas charlas en la cena, e incluso que te negabas a dormir junto a él.

No era estúpido, se daría cuenta tarde o temprano. Y prefieres decírselo tú a que lo descubra el solo, sino sería peor, ¿no?.

Escuchaste la puerta de su departamento compartido abrirse, ya era hora, ahora o nunca.

Ibas a tirar la prueba, pero no, se la mostraría sin importar las consecuencias. De cualquier forma todo era su culpa.

Se acercó a la entrada con la prueba en uno de los bolsillos. Te miró con una ligera sonrisa, joder, quisieras poder sonreírle también, pero se te hacía imposible.

— He vuelto. —dijo a la par que se quitaba sus zapatos.

— Sanemi Shinazugawa —llamaste, bien, lo pusiste nervioso, pocas veces lo llamabas así, y eso no significa nada bueno—, tenemos que hablar de algo...

— ¿Pasó algo?. —dijo acercándose a esta, su preocupación iba aumentando.

— S-sí —dijo a la par que se movía evitando que se acercara más—. Me gustaría hablar de eso después de cenar .

Él no dijo nada, solo se quedó ahí parado pensativo, para luego asentir. Ambos se fueron a la cocina, y está procedió a servir la comida de ambos, mientras esté miraba inquieto a esta. Había algo que le causaba nervios, un sentimiento que le decía que algo no andaba bien, ¿le iba a terminar? ¿hizo algo mal? ¿no pasaba mucho junto a ella? mil escenarios atravesaron su mente, pensando que podría haber hecho mal.

— Provecho. —dijo dejando su plato enfrente de él.

— Igualmente. —se limitó a responder.

La cena pasó como las que recientemente comenzaron a ser, silenciosas, nadie dijo nada, solo estaban comiendo en un silencio incómodo para ambos. Cuando ambos terminaron de cenar, Sanemi se levantó con ambos platos y los fregaba, mientras _____ pensaba que iba a decir exactamente.

«Amor, en la fiesta que fuí tuve sexo con otro hombre y me embaracé de él, no me odies por favor». Sí, sonaba maravilloso; pero maravillosamente mal.

— Bien ___–chan —dijo este sentándose nuevamente en la mesa, y joder, llamándola por ese apodo que tanto le encanta la hacía sentir peor—, ¿de qué quieres hablar?.

Silencio, fué lo que hubo por un momento, la chica se heló ante el albino. Duraron así un rato, que para el mayor parecían una eternidad.

— ___–chan, si no quieres hablar–