Equilibrio entre luz y oscuridad (Freddy/Fred x Lectora)

¿Quién eres tú?

Una chica caminaba por los pasillos de la secundaria, tenía cabello negro y largo con un mechón de color celeste y ojos amarillos. Era una chica ligeramente popular, muchos sabían quién era y tenía muchos amigos, pero casi siempre se la veía rondando sola por los pasillos tarareando o cantando alguna canción. Su nombre era _______.

Ella pasaba por el salón de música tarareando su canción favorita, cuando escuchó una discusión de varias personas, ella pensó que podría ser una pelea de un grupo de amigos o una banda del evento de primavera en desacuerdo, decidió apoyarse en una pared cercana y escuchar que sucedía.

—¿Por qué nos tratas así, Freddy?– Escuchó decir a una voz femenina.

—Pensábamos que éramos tus amigos.– Dijo una voz masculina.

—Por favor, ustedes son todos unos perdedores.– Dijo otra voz masculina.

—Asique eso piensas de nosotros.– Dijo otra voz.

—Mejor vámonos chicos.– Mencionó la voz femenina.

—¡No se vayan! Puedo explicarlo, chicos.– Dijo una voz diferente.

Pocos segundos después vió a un grupo de personas salir de la sala de música, ella tenía sus audífonos puestos para disimular y miraba su celular para que no pensaran que estaba escuchando. Cuando ya se habían ido, ella escuchó una discusión de una sola voz "¿¡Por qué siempre lo arruinas todo!?", asique decidió entrar al salón para constatar que todo estuviera en orden.

Cuando entró, solo vió a un chico de cabello castaño y ojos azules llorando en el suelo del salón, agarrándose la cabeza con fuerza, la chica de cabello azabache se preocupó un poco por el castaño y decidió acercarse para ver si se encontraba bien.

—Disculpa...– Dijo suavemente la chica.

—¿Quién eres tú?– Preguntó asustado el castaño.

—Mi nombre es _____, no nos conocemos pero cuando te vi aquí llorando me preocupé y quería ver si estabas bien.– Respondió suavemente.

—Soy Freddy y si, estoy bien.– Replicó el castaño intentando recuperar la compostura.– No, la verdad no estoy bien, acabo de perder a todos mis amigos.

—Tranquilo, si te soy sincera, escuché todo lo que pasó aquí, escuché que una voz diferente a la tuya les llamaba perdedores pero entonces ¿Por qué podría ser culpa tuya?– Preguntó confundida la de cabello azabache.

—No puedo responderte esa pregunta, realmente...– Dijo con pena el castaño.

—No te preocupes, acabas de conocerme, es normal, pero tranquilo, si te disculpas con tus amigos ellos te perdonarán si de verdad les importas.– Replicó la de cabello azabache con una sonrisa.– Pero si quieres yo podría ser tu amiga también.

—¿De verdad?– Preguntó el castaño sorprendido.

—Si, no pareces un mal chico, todos nos equivocamos a veces.– Dijo la chica mientras le ofrecía su mano para ayudarlo a levantarse.

—Gracias.– Dijo el castaño mientras se ayudaba de la mano de la chica para levantarse.

—Ya está haciéndose algo tarde, ya me voy a casa, fue un gusto conocerte, Freddy.– Dijo la chica mientras se despedía del castaño.

—Vaya, parece que no arruine todo ¿Verdad, Freddy?– Dijo un chico de cabello azabache que solo el castaño podía ver.

—Cállate, Fred, si no hubiera sido porque _____ me encontró, no sabría como recuperar a los chicos ahora.– Respondió el castaño con molestia.

En otro lugar, ______ iba caminando a su casa cantando una de sus canciones favoritas, como si nadie la observara o escuchara, cantaba con tanto sentimiento que parecía estar sintiendo lo que la canción expresaba en ese momento exacto.

Pequeñas lágrima de cristal salían por sus ojos, cantaba para recordar a su hermana mayor, aquella que había dado su vida para que ella pudiera seguir con la suya, lo único que podía hacer para no olvidarla era cantar esa canción que solían cantar juntas.

Cuando terminó la canción, pudo escuchar unos aplausos detrás de su espalda, cuando se giró a ver quién era, era Joy, su mejor amiga desde que eran muy pequeñas.

—Sigues siendo muy talentosa, ______.– La felicitó la rubia con una sonrisa.

—Gracias, Joy.– Le agradeció la azabache con una sonrisa.

—Oí que tu familia y el vecindario van a hacer una cena en el salón comunitario ¿Es cierto?– Preguntó con emoción la rubia.

—Lo es, asique te veré en la noche, Joy.– Dijo la azabache mientras se despedía de su amiga para entrar a su casa.

Cuando entró, sus padres la ignoraron completamente, estaban muy atareados con todos los encargos que estaban haciendo para la cena del vecindario, ella solo dejó sus cosas en su habitación y se puso una ropa cualquiera, bajó a la cocina a darle los toques finales al pastel que ella había horneado para la cena, sus padres seguían con miles de llamadas para la comida encargada, los adornos y el salón comunitario en donde se haría la cena.

Luego la azabache subió a su habitación a arreglarse para la cena, se puso un vestido rojo sangre que le llegaba hasta debajo de la rodillas, un collar de corazón rojo y se hizo un par de coletas bajas adornadas con un listón cada una, sus padres la llamaron para que fuera a subirse al auto para ir al salón comunitario, ya tenían que irse.

Cuando llegaron, eran los primeros, ya la decoración estaba lista y las mesas estában perfectamente bien adornadas y acomodadas, poco más de una hora después, ya todos estaban allí, era hora de empezar, ______ y sus padres pasaron al frente para poder dar el discurso de bienvenida.

—Bienvenidos todos.– Habló el padre de la azabache.– La familia Kuroi les da la bienvenida a esta cena para darle la bienvenida a nuestros nuevos vecinos, la señora Fazbear y su hijo Freddy.

Cuando la azabache escuchó ese nombre, miró hacia donde estaban los mencionados, saludó al castaño con la mano y le sonrió, el castaño hizo lo mismo.

—Bueno, demos inicio a esta cena, provecho a todos.– Anunció el padre de la azabache.

Todos disfrutaban de la comida, ______ hablaba con Joy sobre la cronología de su videojuego favorito, dejando a la rubia bastante confundida, mientras el castaño miraba a la azabache desde lejos con una leve sonrisa.
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Créditos a LeeA por el cover de la canción.