¿Por que?

2. ERES COMO ME HA DICHO.

LUNES 6:35 am.

Sonaba mi despertador, lo que me hace saber es que debo levantarme para ir a la universidad. Universidad, donde todos vamos después del último año, donde es otro mundo.

Me levante con pesadez, es lo mismo cada día, ya es rutina. Como todos los días y como lo hace una persona al levantarse; me dirijo al baño a asearme.

Frente del espejo me veo

-Oh pos Dios, Lil, ¡Hoy estas de maravilla! – Me digo a mi misma, un poco de amor propio no está mal.

Comienzo a reír, si alguien viviera conmigo diría que estoy loca.

Ya finalizado todo en el baño, voy a la cocina, necesito comer, no puedo irme sin comer a la universidad.

Mientras comía revisé la hora, ¡Las 7:40! Me he demorado tanto hoy. Necesito irme, se me hace tarde. Fui al baño a cepillarme los dientes, cogí todo con rapidez, las llaves, bolso, y salí de inmediato.

Caminaba muy rápido, necesitaba agarrar el bus, sino lo perdería.

20 minutos después.

Aquí estaba yo caminando hacia la universidad, si, había perdido el bus que me llevaba cerca de la universidad. Mientras caminaba escuche que me llamaba y sabia quien era.

-¡Liana!- Gritaba desde su auto- ¿Te llevo?

Era Nando, ¿Por qué siempre me lo encuentro? Cierto, el también va a la misma universidad.

-¿Por qué no?- le dije sonriendo, al menos no llegare tan tarde- ¿Por qué vas retrasado?- le pregunte mientras subía a su auto.

-No puse la alarma- levanto sus hombros con desinterés- ¿Lista?

Asentí con la cabeza. Fernando puede ser un poco loco, pero era muy buen amigo.

Llegamos a la universidad y yo casi salía corriendo para llegar a clases, pero Nando me detuvo.

-¿Nos iremos juntos?- .

-¿Por qué no?- dije elevando los hombros.

-¿Por qué respondes con una pregunta?-

-¿Por que tú lo haces?- Nando comenzó a reír y yo también, todos nos miraban.

-De acuerdo- dijo sonriendo- Nos encontraremos en donde siempre, adiós pequeña arañita- Me apretó los cachetes, sabía que no me gustaba eso.

-Está bien, abuelito- le dije pegándole en las manos- No hagas eso- le dije cruzada de brazos.

-Lo que digas, arañita- Los volvió a apretar y se fue corriendo.

El nunca cambiará.

Iba a paso apresurado cuando me encuentro a Marie, ella va a la misma clase que yo y es extraño que no esté dentro del salón.

-¡Hey, Lila!- Me dio un abrazo- ¿Por qué tan apresurada?

-Hola, Marie. Es que estoy llegando tarde- Le conteste separándome de ella- ¿Por qué no estás dentro?

-¿No te avisaron? - Hice movimiento con la cabeza refiriéndome a que no - El profesor del primer bloque no vendrá- me sentía más alivianada – Así que tranquila, no estás llegando tarde.

Marie, era con quien hablaba más en la universidad, siempre estábamos en trabajos de pareja, éramos muy buenas estando juntas. Por desgracia no vive en el edificio, ojala lo hiciera. Ella iba mucho a mi apartamento, y salíamos demasiado, es muy buena amiga. Es como mi mejor amiga.