1. sopaipa

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hoy era viernes y la alarma del hongjoong no paraba de sonar, tenía el sueño pesado. La mamá llegó arrastrando sus pantuflas y con el medio rostro a su pieza, "cabro culiao bueno pa dormir", pensó.

La señora Kim movió a su hijo para despertarlo, y este abrió al instante sus ojos, mirando con enojo a su mamá por despertarlo tan bruscamente, se sentó en la cama y se estiró mientras emitía un suspiro largo y exagerado.

- ya levántate que la wea de alarma lleva como 10 minutos sonando - le pegó un guate suavecito en la cabeza y se fue de la pieza, yéndose a la cocina para hacerle un desayuno rápido por qué sabía que el peliazul no alcanzaría a hacérselo sólo.

el hongjoong se levantó yendo a buscar su uniforme para dejarlo en la silla, después se fue al baño a darse una lavadita y su peiná piola, salió del baño y se vistió rápido con su wea de uniforme que, no le gustaba, ni le iba a gustar nunca, según él. Una vez vestido fue al cajón donde guardaba la ropa interior y gastó sus buenos 5 minutos para encontrar un par de calcetines iguales, tenía todas las weas sueltas y no encontraba nunca la pareja de algún calcetín. Por fin ya estaba listo y después de pescar su mochila negra salió de su pieza para ir a sentarse a la mesa donde la mamá ya le tenía un té servido acompañado de unas tostaditas con margarina soprole, se puso a comer mientras revisaba el grupo del curso en su whatsapp, para ver si no tenían tarea o alguna wea que llevar, y agradeció que no había nada de eso.

- Gracias mami, ya me voy, chao - gritó para que su mamá que estaba en el baño lo escuchara, se colgó la mochila en su hombro, tomó su celular, sus llaves y saco las dos lucas que su mamá le había dejado en la mesa.

Vio que no venía ni un auto así que cruzo rapidito nomás, importandole poco si el semáforo estaba con la wea de luz verde o no, se sentó en el paradero a esperar la micro y aprovechó de conectar sus audífonos a su celular y así escuchar algo de música para no quedarse dormido, cuando puso la canción que quería miró para ver si la micro se veía o no, y efectivamente esta venía acercándose al paradero.

- Joven, disculpe, ¿que micro es la que viene ahí? - se le había acercado un caballero de unos 50 años, con una mochila en su espalda a preguntarle de la micro ya que seguramente no alcanzaba a ver el número de esta.

- 348, y atrás viene la 514 - le dijo al ver que venía otra micro más, estiró su brazo para que el conductor parara y saco su pase de la mochila, no estaba seguro si le quedaba plata pero tenía toda la fe de que hoy no iba a tener que saltar la wea de torniquete.

Ya le quedaban dos paraderos nomás para bajarse así que se puso la mochila y se paró del asiento donde estaba, el seonghwa le había avisado que no lo iba a esperar en la entrada como siempre por que tenía unas weas que hacer, tocó el timbre de la micro y a los dos minutos ya estaba cruzando la calle para entrar al liceo.

Quedaban 5 minutos para entrar a clases pero vio el carrito de la tía silvia y no se aguantó de ir a comprarse por lo menos una sopaipilla, sacó unas monedas sueltas que le quedaban de ayer en la mochila y se acerco medio corriendo al puesto de la señora, pero cuando llegó se dio cuenta de que ya no quedaba nada, quedaban unas cuantas empanadas pero el quería sopaipilla.

- puta la wea, ¿no le quedan más sopaipillas, tía? - le dijo a la señora bajita del puesto afuera de su liceo mientras se sacaba un audífono de su oreja.

- nada, mi niño, las últimas dos que quedaban se las lleva el mingi - le dijo la mujer apuntando con sus labios al pelirojo que tranquilo le ponía ketchup y mostaza a sus sopaipillas, el peliazul lo quedó mirando feo y le hizo una mueca bastante infantil que hizo reír a la tía silvia, ya sabía quien era el mingi, nunca había hablado con él, pero lo cachaba de vista nomas por ser compañero del jongho.

- pucha, no alcansaste no más po, chiquitín - le dijo el alto, dándose vuelta para mirarlo con una sonrisa burlona y con una sopaipilla en cada mano, se despidió de la señora y pasó por al lado del hongjoong como si nada, adentrándose al liceo.

el hongjoong se despidió de la señora y entró al liceo antes de que lo anotaran por llegar tarde, ya filo con la sopaipilla, ni quería, "y ese weón que wea se cree pa venir y hablarme así, poste culiao, todo por que mide como 2 metros el weón", pensaba.

Entró a su sala y tiró su mochila en la mesa, todavía no llegaba el profe, como siempre, así que no se preocupó por eso, arrastró la silla hacía atrás para sentarse en ella y se puso a revisar su cuenta en ig para distraerse, todavía tenía dando vuelta la wea que le había dicho el mingi.

El seonghwa se le acercó y se apoyó en su mesa mirándolo con una media sonrisa, le chispeo los dedos para llamar la atención pero el peliazul no lo pescaba ni pal webeo, estaba con los audífonos puestos y se escuchaba la música para fuera así que llevó su mano hasta la oreja del contrario sacándole el aparato y así poder ser escuchado.

- oye pescame po, te vai a reventar los oídos si escuchai la musica así de fuerte, aweonao - le habló a su amigo que ahora lo miraba pero seguía con su ceño fruncido y con cara de que no quiere nada.

- anda a molestar a otro lado, yo escucho la wea como quiero, los oídos son míos - le dijo el hongjoong quitándole el audífono y apagando la música por que ya debía estar por llegar el profesor.

- ya que wea, ¿por qué tan sensible? -
el peliazul le hizo un gesto con la mano para que se fuera y viendo que el profesor venía caminando hacia la sala, se fue, sentándose en su puesto, y pensando que habrá hecho enojar a su amigo como para que lo tratara así.

Flyte 《minjoong chilensis》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora