Donde Jimin un chico nuevo en el mundo laboral decide echar un vistazo a su suerte, permitiéndole a un conocido suyo leerle sus cartas del tarot.
La sorpresa es grande cuando en sus cartas sale que un hombre lo hará feliz, más no sabe quién.
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Desperté luego de horas, la cama era tan cómoda y reconfortante que realmente no hice planes de levantarme bueno, hasta que el sonido de mi estómago rugiendo hizo que mis mejillas se tiñeran de un rosaceo color. ¿Por qué me avergonzaba si solo yo lo había oído?
Le reste importancia después de todo no es como si abriera un debate por ello... Bueno con Byun todo era posible. Me calce mis pantuflas y bajé las escaleras de la casa, todo era tan silencioso que supuse que todos estaban en sus trabajos. Mientras me dirigía a la cocina un par de voces proviniendo de esta me hicieron retractarme.
¿Había visita? Del 1 al 10, que tan importante era si entraba y saludaba estando con pijama. Cuando le estaba dando más vueltas a las preguntas, mi primo salió de la cocina quedando frente a mí.
—¡Mochi, despertaste! — habló extendiendo sus brazos, a lo que correspondí y saludé con un "buenas tardes" seguido de un sonoro beso en la mejilla. — Justo estábamos hablando sobre ti.
¿Hablando sobre mí? ¿Con quién? Respondiendo a mis preguntas sin haberlas dicho, Baekhyun me jaló del brazo hacia donde antes se oían las voces.
Y ahí vi a un chico alto de hombros algo anchos, quien solo me miró casi analizando mi postura.
—Hola, soy Jimin.— me presenté, estirando mi mano.
El rostro casi pensante del chico se esfumó y lo ví sonreír para estrechar mi mano.
— Kim Seokjin, uno de los amigos de Byun — Dijo, a lo que mi primo corrigió diciendo "uno de mis mejores amigos o ¿mi único amigo?". Parecía más un cuestionamiento propio, a lo que Jin soltó una risa — Un placer.
La risa del chico era contagiosa, por lo que la seguí. La mano de mi casi hermano me tocó el hombro y cuando me giré, este me extendía una taza de café humeante.
—Vamos, tómalo.
Asentí con la cabeza en forma de agradecimiento.
—Y... ¿Desde hace cuánto se conocen? — pregunté.
Ellos se regalaron una mirada cómplice.
—Ibamos en la misma escuela. — respondió Jin mientras que Byun asentía con la cabeza. Luego se giró en dirección de mi primo y preguntó: — ¿El es menor o de nuestra edad?
Baekhyun negó.
— Menor por dos años.
—Oh, lo supuse. — dijo Jin, restándole importancia.
—¿Por lo enano que está, verdad? — dijo con gracia mi primo, a lo que frunciendo el entrecejo le pegué un pequeño puño en el hombro a lo que el rió.
Jin negó con la cabeza — No puedes burlarte tanto, a tu edad estás enano también — recriminó, a lo que reí viendo a mi Byun hacer un puchero.
—Bien, bien — recuperó su postura — No viniste a hablar de mi estatura ¿no? — dijo el de cabellos rosa. — Anda, dile.
Miré curioso a Jin, mientras le daba un primer sorbo al café.
—Cierto — me miró — Me contaron que comenzarás a trabajar, y que le tienes un cierto miedo a lo que te depara el destino. ¿Me equivoco? — negué — Bueno, "casualmente" — hizo comillas con sus dedos — Se leer las cartas del tarot.
Tragué saliva y miré a Baekhyun quien levantaba sus pulgares en señal de aprobación.
— ¿Y?
— Tengo tiempo, tú tienes tiempo así que... ¿Gustas que lea tus cartas?
Asentí con la cabeza sin pensarlo demasiado, ¿Que podía salir mal?
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