for: @ ObsessionforDae (twitter)
ship: Kyungsoo x Jongin (EXO)
A nadie le importa para nada si un día desapareces de tu vida, si abandonas todo -casa, carrera, trabajo, familia... ser un fracaso laboral te convierte en un paria aparentemente-y te tomas un avión a la otra punta del planeta. Jongin lo descubrió del mal modo, cuando una noche en la que casi decidió que no valía la pena vivir, mejor tomó una tarjeta de crédito y pago un pasaje al lugar más lejano que pudiera. Seúl a Hawaii no es precisamente el viaje más loco y descabellado imaginable, pero para él y su metódica, aburrida y monótona vida, era la locura más grande que había cometido.
Aparentemente nadie notaba su ausencia, porque no tenía ni un mísero mensaje en su celular más que de Taemin que le aseguraba que sus perritos estaban en buenas manos. Ah Taemin, que dulce alma. Si Jongin no encontraba un volcán al que lanzarse en Hawaii, lo invitaría a cenar cuando volviera a Seúl.
Hawaii es un archipiélago con el que todos sueñan y quizás entiende ahora porqué, con sus calles angostas y bonitas, sus paisajes paradisíacos, el sonido del mar audible en el hotel mismo. Jongin inhala aire con tintes salados y exhala preocupaciones y agobios. Seúl parece irreal, todo concreto, luces, edificios titánicos, hombres y mujeres ocupados, tasa de suicidios en aumento. Oahu parece toda paz, toda alegría y esperanza.
Por la tarde del primer día, Jongin toma su cuaderno de dibujo y camina hacia la playa. Antes de salir tiró el móvil a la basura y lo contempló en silencio como quien observa a un animal moribundo... de un modo particularmente enervante.
Las olas acarician la arena con suavidad, los trazos de su carboncillo dibujan el horizonte con la misma calma, con paciencia y afecto. El cielo se colorea lentamente de naranja y rosa pasteles, tranquilos y elegantes, dulces como una pintura de Fragonard. El dinero que tiene disponible es limitado en la mejor de las circunstancias, pero si se queda sin efectivo usará las tarjetas y cuando eso se acabe, Jongin puede ser un buen camarero de cualquier restaurante que lo necesite.
Las horas pasan frente a él, impertérrito como una estatua de mármol frente al cambiante cielo, y no se da cuenta de lo entumecido de sus músculos hasta que su estómago se queja y él intenta ponerse de pie. Falla en sus primeros intentos, colapsa una vez y se ríe como niño al ver su torpeza.
Sigue la línea de la costa un buen rato, algo perdido sobre de dónde vino y a donde fue ahora que la noche está asomándose. En su camino de vagabundo, alma errante y agotada, se encuentra con un bar en la playa. Iluminado por antorchas y luces que parecen propias de la navidad, Jongin se ve atraído por el sonido de su propia lengua. Un hombre alto charla animadamente con otro más bien bajo que sonríe como un gatito. Cree reconocer el acento de Sicheng, pero no está seguro.
Jongin toma asiento en una de las sillas del bar y suspira profundamente, cuaderno de bocetos en mano y observando como ausente el menú del lugar.
'Buenas noches' una voz dice, inglés con tonos asiáticos. Jongin alza la mirada para encontrarse con un hombre de cabello oscuro y ojos enormes, brillantes, vibrantes, repletos de una luminosidad que Jongin nunca ha visto antes en su vida. Es magnífico. Sus ojos bajan ligeramente hacia sus labios, carnosos y rosados. Instintivamente, sonríe.
'Buenas noches' responde en inglés accidentado. El hombre sonríe.
'Ah, extranjero. ¿De dónde eres?' inquiere con curiosidad.
'Corea'
'¿Corea? Vaya, yo también' dice, con una amplia sonrisa en sus labios. Sus ojos brillan, Jongin está maravillado 'Esto merece una cerveza de celebración' voltea velozmente y toma una botella de la heladera al fondo de la pequeña tienda 'Es la primera vez en mucho tiempo que tengo un cliente coreano' agrega, destapando la cerveza y sirviéndola en un angosto y alto vaso.
'¿Y ellos?' dice Jongin, señalando sutilmente al hombre alto y su acompañante.
'Ah, ellos viven aquí hace años. Vinieron de luna de miel y se quedaron' el hombre rueda los ojos, pero no hay malicia en su gesto. Es más, parece alegre por lo que acaba de contar. Es una bonita historia, piensa Jongin.
'Mi nombre es Jongin' se presenta, extendiendo su mano por sobre la barra. El dueño del bar toma la mano ofrecida y la estrecha con firmeza, Jongin se derrite con la calidez de su tacto.
'Soy Kyungsoo, un placer conocerte Jongin' es la respuesta que recibe. Kyungsoo... que bonito nombre.
'Kyungsoo, ¿te molesta si te dibujo?' pregunta tímidamente.
'Para nada, mientras me hagas más atractivo' guiña un ojo.
'Creo que eso va a ser muy difícil' Jongin dice con una risa, Kyungsoo porta un bonito rubor en sus mejillas antes de retirarse a atender a la pareja que también está en aquel bar. Jongin sonríe genuinamente por primera vez en mucho tiempo.
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Colección de Drabbles
FanfictionDos fotos en Twitter, un drabble en Wattpad {twitter: @kaisooyas}