Colección de Drabbles

i fought the war, but the war won

for: sensitivebillie (twitter)

ship: Minseok x Jongdae (EXO)

El ejército revolucionario no necesita músicos, no necesita una voz cantante, no necesita artistas. El ejército revolucionario necesita soldados. Así que ponen un rifle, un uniforme y una carta en su mano y lo obligan a marchar al frente oriental para un entrenamiento básico que no durará más que un mes. Y eso solo si tiene suerte.

Pero Minseok no tiene suerte, nunca la ha tenido. Hijo de una familia de pobre condición, ha trabajado desde el momento en que pudo mantenerse de pie por sí mismo. Su madre hacía la limpieza en la casa de una familia muy rica y a veces él iba a ayudarla. Y cantaba con ella, amaba cantar. En aquella rica familia le pagaban algunas monedas por cantar durante las cenas. Algunas veces le daban una hogaza de pan fresco y otras con una botella de vino.

Esa fue la única suerte de su vida. Cantar y obtener algo a cambio. La única luz en una vida sin penas ni glorias.

Un día el país se dio vueltas, un golpe de estado removiendo al gobierno en funciones, llamándoles inoperantes, corruptos, cómplices de poderes extranjeros, asesinos de la clase obrera.

Todo fue caos desde entonces.

En la capital ardían edificios y morían familias enteras por enarbolar banderas del régimen derrocado. Minseok temía por su familia, por su padre trabajando en las minas de carbón, por su hermano lejos de casa trabajando en una fábrica de ladrillos, por su madre y su insistente deseo de que Minseok huyera del país.

Pero Minseok fue demasiado lento y cuando quiso escapar los hombres de la capital llegaron a su pueblo y entregaron cartas de reclutamiento, uniformes y rifles a todos los hombres de entre 18 y 35 años de edad. Minseok vio las lágrimas en los ojos de su madre mientras se colocaba las botas de cuero y extrañamente, él sonreía. Fue la primera vez en su vida en que uso algo tan suave en sus pies.

El uniforme de algodón se sentía como manos sobre su piel en medio de los anegados senderos al sur de la capital, la lluvia sobre él se sentía como besos del cielo. En algunas los recibían como héroes y en otras como monstruos. En estos lugares, ahorcaban o fusilaban hombres en la plaza central, degollaban a sus hijos, aplastaban la cabeza de niños de pecho y torturaban a sus madres.

Minseok nunca tuvo que intervenir en las matanzas, pero tampoco le permitieron intervenir en los momentos en que dos o más soldados se ponían de acuerdo para hacer llorar de dolor a una muchacha inocente.

'Son más animales que personas' le decían sus superiores, como si esa pobre chica no tuviera derecho a su propio cuerpo. Minseok pensaba en la novia embarazada de Baekhyun, en su hermana pequeña y en su propia madre. Todas las noches rogaba que ellas estuvieran lejos de la guerra.

Cargando una pesada mochila repleta de municiones, compañeros con rostros graves y severos, militares profesionales gritándoles como si fuesen animales, Minseok solo se sintió vivo el día en que conoció a Baekhyun.

Antes del golpe Baekhyun vivía en una granja del norte, se iba a casar con su novia, una chica hermosa que tenía unos meses de embarazo encima para cuando reclutaron al chico. Dijo haber sido feliz con ella, que volvería a sus brazos y nunca más se separarían. Minseok sonreía al hablar con él, esperaba experimentar algún día una experiencia que le generara esa enorme esperanza. Baekhyun se pegaba a él durante las noches y contaba historias de su familia, de sus hermanos y sus sobrinos. Su hermano mayor se salvó del reclutamiento porque había perdido una pierna en un incidente de una fábrica y sus hermanos menores eran demasiado pequeños. Estaba agradecido, decía, de ser el único que tuviera que conocer cuando pesaba exactamente un rifle cuando lo disparaba en la cabeza de un hombre que se parecía a él, solo que portaba otra bandera.

Una noche de noviembre, Baekhyun murió de difteria. Meses enfermo sin tratamiento apropiado lo llevaron a la tumba. Minseok tomó la foto de su novia, una chica hermosa de cabello castaño y sonrisa brillante, y la guardó, escribiendo en su dorso la dirección a la que siempre enviaba sus cartas el soldado caído. Lo que más le horrorizaba de su muerte es que murió llorando, clamando por su madre. Minseok no olvidaría nunca como sonaba el llanto agónico de Byun Baekhyun.

En la semana que siguió, Minseok recibió una herida en el hombro derecho. La bala se alojó tan profundamente que el médico de campo no tuvo más opción que ordenar que lo enviaran al hospital de campaña, dos kilómetros al norte de su localización.

'Los están matando por una causa perdida' escuchó un día, entre dormido y despierto, cubierto por vendajes y en un estado febril que hacía parecer todo a su alrededor como producto de una fantasía.

'Jongdae callate' ordenaba otra voz, más gruesa que la primera.

'Es enfermo' dijo la primera voz 'El chico de ayer, el que llegó diciendo que soñaba con bailar en un escenario, ese pobre chico murió porque no tenemos penicilina. Si van a organizar esta guerra inútil por lo menos deberían darnos lo que necesitamos para curarlos' Parecían aproximarse a él, Minseok no cerró los ojos.

'Callate y ocupate de tu paciente, Doctor Kim' ordenó nuevamente la segunda voz.

'Sí, doctor Do' agregó y sin más, la cortina que separaba a Minseok del pasillo se abrió. Entró en el pequeño e improvisado cubículo un hombre enjuto y de mirada oscura como pozos. Las comisuras de sus labios se elevaron más de lo que ya estaban en su estado neutral.

'Ah, Sargento Kim está despierto' alzó la mirada al cielo y con su mano derecha apretó una pequeña cruz de plata que colgaba de su cuello 'Por fin una buena noticia en este lugar. ¿Cómo se siente?' preguntó, tomando asiento en una pequeña silla a su lado.

'¿Qué fecha es?'

'18 de Diciembre' respondió el doctor. Diciembre... hace dos días estaba en un pantano peleando por su vida y una semana antes estaba enterrando al único amigo que surgió de la contienda. Minseok siente que tiene arena en la boca.

'Tengo sed' dijo el soldado, intentando incorporarse en su lecho.

'No, no, espere. Todavía está muy débil' el doctor salió apresuradamente y retornó con una cantimplora algo envejecida 'Venga, tome de aquí'

'Me dijo sargento' agrega, un hilillo de agua corriendo por su mentón.

'Si, aparentemente lo ascendieron cuando lo hirieron' el doctor apretó la mandíbula con fuerza, puños cerrados y mirada oscurecida 'Que considerado de su parte, enviar a un muchacho a una guerra que no pueden ganar y condecorarlo por evadir la muerte que tenían casi segura. Me dan asco'

'¿Cuál es su nombre?' pregunta, preocupado por saber quien es este hombre que está tratando sus heridas.

'Kim Jongdae' replicó con voz serena, posando un estetoscopio en el pecho del paciente. Minseok chilló al contacto con el frío metal 'Y usted es Minseok, ¿verdad?' asiente lentamente y el doctor sonríe con algo de tristeza 'Es el primero en meses que sobrevive una cirugía. Los demás muchachos no tenían la suficiente fuerza, parecía como si no quisieran vivir'

'Yo si quiero vivir, quiero volver a casa y ver a mis padres'

Kim Jongdae sonríe 'Espero vuelva a verlos, Minseok'