Capítulo 7

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✨Editado✨

No podía creerlo. Este lugar era fantástico, mi mente no podía ni procesar lo que mis ojos estaban viendo. Era sorprendente.

¿Acaso esto era una especie de guarida al estilo Tony Stark o que?

Parecía sacado de una película, las paredes de ladrillos o metal, computadoras que nunca en mi vida vi, la enorme pantalla al frente, las personas caminando de aquí para allá,  demás dispositivos extraños, todo era de no creer.

Debido a el asombro, casi se cierran las puertas del elevador y nosotras nos quedamos en el, interpongo la mano entre las dos puertas de acero para evitar que cierren y volvamos arriba. Las puertas vuelven a abrirse y salimos del elevador mirando todo asombradas, las personas aquí ni siquiera notan nuestra presencia y me gusta ya que puedo ver todo sin ninguna molestia. Hasta que las cinco hermanas aparecen de no sé dónde y cuándo Alexa abre los brazos saludándonos todos comenzaron a aplaudir, ¿Qué es esto?

Adiós anonimato, fue lindo mientras duró... Debo decirlo.

Cuando las cinco estuvieron a dos metros frente a nosotras los aplausos cesaron y creí que había terminado eso, había sido algo incómodo, muy incómodo, pero me equivoqué, antes de que pudiese abrir la boca las hermanas hicieron una reverencia ¡Una maldita reverencia! pusieron una mano en su espalda y otra en su estómago y se inclinaron ante nosotras, ¿En serio? Antes de que pudiesen levantarse reaccioné y me acerqué en solo dos pasos a la mayor de las hermanas, tomé a Alexa del brazo y la levanté para que dejara de hacer reverencias.

—¿Qué hacen? —susurro tomando el brazo de la hermana —¿A que vienen tantas reverencias?

Ni que fuesemos la Reina Isabel o Mirtha Legrand para recibir una reverencia así.

—Le rendimos una reverencia a las salvadoras, es la costumbre —sonríe negando con la cabeza.

—Aún no hemos salvado a nada ni a nadie, además de mil cosas más en las que no tenemos nada que ver en esa frase —contesta Milena cruzándose de brazos, todas nos acercamos más a las hermanas.

—Tú lo has dicho —vocifera Blake, su vestimenta y actitud ya cambiaron completamente, adiós vestidos, hola pantalones ajustados, remeras oscuras, y chaquetas de cuero, adiós tacones hola botas. Adiós actitud de niña mimada princesa hola persona más normal —. Aún no han salvado a nadie, aún...

—Pero... ¿Cuál es la necesidad de la reverencia? ¿Quiénes somos? ¿Mirtha Legrand? —pregunta Ailén adoptando la misma postura que Milena, yo intento contener la risa ante su pregunta, pensamos lo mismo.

Veo la confusión en el rostro de las hermanas al oír a Ailén, pero rápidamente vuelven a lo suyo dejando eso atrás.

—Son las salvadoras —lo han dicho dos veces en los últimos tres minutos, suena raro y como si fuera para otra persona —, su deber es protegernos y el nuestro es protegerlas, el trabajo es mutuo —contesta Freya sonriendo, su sonrisa inocente y su cabello dorado la hace parecer un ángel —. Además no todos tenemos la suerte de presenciar el camino de las salvadoras, han pasado tres generaciones desde las ultimas.

—Pero aun así las reverencias y los aplausos están de más —se queja Macarena susurrando —. Es algo incómodo, muy incómodo, no soy una princesa.

—Técnicamente es algo más importante que eso, pero no importa —murmura Blake en el oído de Sophie, logro escucharlas y arrugo las cejas, ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Dónde me he metido?

En cualquier momento correré a esconderme y me pondré a rezar... "Hola Dios... Soy yo de nuevo" ¿Servirá?

—¿Qué hacemos aquí? —pregunta Justina —¿Para que nos llamaron a este enorme Bunker o lo que sea?—dice mirando a su alrededor, este lugar es enorme.

Conectadas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora