Capítulo Cuatro

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LikyBo//Kraazy

'Cause you look so sexy You really turn me on (that was cool) Blow my mind every time I (turn it up a little bit) See your face girl (yeah, uh, uh)

You look so sexy
You really turn me on
Blow my mind every time I
See your face girl

(Adam Dillonn en multimedia)

Miércoles... 20:10

Sacó la copia de la llave que Alejandro me dio para poder entrar y salir de casa cuando quiera, abro la puerta y casi me caigo del susto al ver a Mattia ahí parado cruzado de brazos.

-¿Dónde estabas?- Pregunta el frunciendo el ceño.

-En el trabajo, además ¿A ti que te importa?- Digo pasándole por el lado para ir a la cocina.

-Tal vez porque te están persiguiendo mafiosos y tu de lo más normal saliendo sin avisar, ¡¡Pará el colmo dejaste tu celular!!- Dice pasándose la mano por el cabello frustrado.

-Pues lo siento, si no iba a trabajar me despedían- Digo terminando de entrar a la cocina con Mattia pisandome los pies, abro la despensa para ver que puedo hacer de cena.

-¿Quién te trajo?- Se apoya de la nevera para mirarme mejor.

-Un amigo- Digo mientras veo que se tensa, creo que es un amigo. No dice nada más y sale de la cocina.

Me rindo y pido una pizza ya que en esta casa no hay nada de comer, mientras llega me doy una ducha y no se si ponerme la pijama o una ropa normal. Llega el chico de la pizza y todavía sigo en toalla, así que me dirijo al cuarto de Mattia para que le abra, Me lo encuentro leyendo un libro y los ojos se me abren como platos.

-¿Un chico como tu leyendo?- Digo y el me mira frunciendo el ceño, hasta que baja la mirada a mis piernas -El punto es que pedí pizza y no voy a abrir la puerta en estas fachas ¿puedes ir tu?- El me vuelve a mirar el rostro y se para de la cama.

-No deberías venir en toalla a mi habitación, no te conviene- Dice pasándome por el lado para pagar la pizza, me quedo ahí estática hasta que escucho que cierran la puerta de entrada, voy corriendo a mi habitación para ponerme la ropa de dormir.

Cuando bajó al primer pisó me le quedó babeando a la pizza.

-Creo que podríamos llenar la piscina de atrás con tu baba- Dice Mattia burlándose de mi, yo solo ruedo los ojos y cojo un pedazo de pizza.

Antes de morder la pizza le respondo -¿¡Hay piscina en el patio!?- Digo sorprendida, nunca me he fijado en la parte de atrás, en verdad nunca he ido, no tenía el tiempo.

Ya llevo tres pedazos de pizza y con el cuarto es el último, guardo las sobras para Alejandro y subo al segundo piso. Me encuentro con un Mattia bien vestido.

-¿A dónde vas?- Preguntó ladeando la cabeza.

-A un bar... Y no, no vienes- Dice con la cabeza en alto, yo abro la boca y me pongo la mano en el pecho ofendida.

-Ni siquiera sabias si yo quería ir- Digo acercándome a él -Pero si quiero así que ¡por favor dejame ir!- Digo haciendo un puchero y poniendo cara de perrito.

-¡Agh! Esta bien, pero no voy a estar de niñero Lisa- Dice frunciendo los labios, le doy mi mejor sonrisa y me encaminó a la habitación.

Me pongo un vestido negro ajustado que hace juego con unos tacones negros que brillan, me maquillo y me pongo un collar de perlas que me había regalado mi madre en mi último cumpleaño, no suelo ponerme este collar porque no quiero que nada le pase pero hoy es diferente.

Bajo las escaleras y me encuentro con la mirada de Mattia, me escanea de arriba a abajo para después comenzar a caminar hacia su auto.

No tardamos mucho en llegar ya que el bar queda cerca.

Cuando bajamos del auto nos acercamos a la larga fila que está en la entrada y esperamos hasta que llega nuestro turno.

-Cédula- Dice un hombre con saco, se ve de algunos 30 o 40.

Mattia saca su cédula y yo solo me sonrojo porque se me olvido la cedula... ¿Como puedo ser tan estúpida?

-Ma... Mattia, se me quedo la cedula- Digo agachando la cabeza para esconder mi rubor. Cuando la vuelvo a subir se le nota enojado, tan enojado que podría estrangularme aquí mismo.

Me agarra de la mano y me lleva un poco lejos de la gente.

-¿Porque eres tan imbecil? ¿¡Cómo se te ocurre dejar la cedula!?- Dice enojado.

-Lo siento- Digo apenada

-No, está bien- Se dirije al auto y yo lo sigo.

-¿A dónde vamos?- Pregunto

-Vamos al centro comercial- Dice tranquilo, ¿¡Que!? ¿Al centro comercial?

-No puedo entrar ahí con estas fachas, parece que voy a una gala- Digo cruzandome de brazos.

-Bueno esos son problemas tuyos- Dice mirandome para después volver a mirar la carretera.

Llegamos al mall y no quiero entrar así, pero no tengo más opciones.

Miro hacia atrás y me encuentro con un Mattia muy sonriente, parece que le gusta la situación, claro porque el solo tiene una camisa y un pantalón de mezclilla y a mi me toca un vestido.

Entramos y la gente se queda viéndome, yo lo único que puedo hacer es sonrojarme, para algunas chicas es normal salir así pero para mi no. Me sorprendo y miro a Mattia para después bajar la mirada a nuestras manos... Las entrelazo, así me siento más segura de mi misma.

Solo pasan 5 minutos y ya perdí a Mattia de vista, me dirijo hacia una tienda para esconderme de las miradas, chocó con alguien y casi me caigo pero por suerte el chico me agarro de la cintura, me quedo sorprendida al ver al dichoso.

-Vaya vaya, pero que suerte he tendió hoy- Dice sonriendo.

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