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Ken llegó a los segundos que su prometido lo había dejado en aquella parada de autobús. El castaño alzó una mano en saludo y lo invito a entrar a su camioneta Nissan gris.

relajo su cuerpo al entrar nuevamente a algo caliente, abrochó su cinturon, su atención se fue al frente y empezó a jugar con el pequeño peluche que tenía ken colgado en retrovisor.

-demasiado infantil-expreso después de un rato, atrapando con sus dedos unas de las patitas de aquel peluche de un puerquito rosa.

-hey, no te metas con el,-el rubio le pegó en el hombro-es muy sensible-le susurro, sin dejar de prestar atención al camino.

Jin soltó una ligera carcajada, en su vida había escuchado que lastimaria los sentimientos de un peluche, menos el de un puerquito.

-te he dicho Infantil a ti, no a este pequeñín-

Descolgó al puerquito y se lo enseño mientras seguía riendo. Vio como Ken ponía los ojos en blanco.

-parece que te ha gustado-el castaño le sonrió y lo volteó a ver por breves segundos.-te lo regalo, cuídalo,...he de admitir que se parece un poco a tí-

Paso un rato más, después de pasar varios árboles dejando atrás la amplia carretera Ken paro el carro por una vereda, soltó su cinturon, y le sonrió burlón ahora viéndole completamente.

-gracias-paso sus manos feliz por su cuello y se colgó al pequeño peluche de puerco,  a decir verdad era demasiado adorable, lo metió debajo de su sueter rosa, empezando a quitarse el cinturón de seguridad.

-y sobre que me parezco a un puerco-

El castaño se rió con sorna, pero el fue más rápido al darle un manotazo por la nuca, le lanzó una mirada enojada antes de abrir la puerta del carro y salir rápidamente dejando aún adentro a su amigo.se alejo del carro y se dirigió a un caminito donde comenzó a caminar por un lugar tierroso el cual ya se sabía de memoria, más tarde sintió como el castaño se le unía.

-eso dolió -le rezongo el castaño.

-esa era la intención-

-eres un ser lleno de maldad en ese cuerpecito tan pequeño-

Nego divertido y decidió mejor dejar el pleito infantil hasta ahí.

Ambos siguieron caminando por aquel camino tierroso el cual a simple vista no se veía como nada más que eso, un camino tierroso en medio de la nada, pero eso era sola la fachada para ocultar aquel lugar, poco a poco, sus pies sintieron el pavimento empezar a aparecer, también por fin pudo observar a lo lejos las luces que emitía el casino "cartas rojas" siendo aún de día estás eran opacas, pero jin sabía que en la noche alumbraba más que un árbol de navidad.

Un suspiro salio de sus labios cuando por fin pudo ver en su totalidad el edificio, para ser privado este tenía que ser muy alejado de la vista de otros, y lo odiaba por qué tenía que caminar un gran trayecto para llegar.

Demasiado cansado.

-wu, quieres ayuda?-

El castaño empezó a correr burlándose de el, quien ya sentía sus piernas doblarse.

-eres un tonto-

-acaso has visto que los tontos son guapo?-le dijo orgulloso, expresando diversión.

-tu pequeño..-

-buenos días señor, lee, señor kim-el hombre en traje negro demasiado aterrador para jin, se inclinó ante ellos y empezó a teclear en la tablet que cargaba en la mano.

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