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—bueno... fue un gusto, y agradezco el problema resuelto por fin—

Un hombre con traje negro estrechaba la mano de su amigo, su estatura lo hacía ver intimidante era más alto que ellos dos, su piel morena y arrugada debido a la edad lo hacía ver cómo un adorable viejito, pero si subías más a su rostro podías ver el tatuaje de dragón reluciente sobre su mejilla el cual portaba orgulloso y hacia entender que ese viejito era de todo menos tierno o adorable, no podía creer como presumían orgullosos una marca que los identificaba siempre como miembro de un grupo de asesinos.

Resoplo y se acomodo de nuevo en aquella silla que había ocupado desde que llegaron, el hombre no le daba para nada buena espina, creyó que al verlo tantos días llegaría a acostumbrarse pero nunca pudo, el aura negra que percibía de aquel anciano lo ponía incómodo y nervioso, hoy en específico lo incomodaba más.

—querido Kim, hoy por fin nos acompañarás a nuestro juego, por ser el último día en tenerlos por aquí, me horarias en jugarlo—

—señor disculpeme, pero nosé jugar esos juegos seguramente sería un estorbo, es mejor que Ken y usted jueguen de nuevo solos, yo apoyaré como siempre—

Contesto queriendo que su voz no sonara nerviosa, le aterraba rechazar constantemente al juego tonto del hombre pero la verdad no le gustaba hacerlo, así que siempre había preferido observar a Ken hacerlo quien se sacrificaba por los dos en cumplirle el capricho al hombre de jugar siempre que terminaban de hablar sobre los asuntos que tenian entre ellos.

—bueno entiendo, aunque yo le podría enseñar gustoso.... Por cierto señor Kim ese atuendo tan fresco le sienta muy bien, me deja ver al verdadero chico detrás de ese aburrido traje gris que siempre portaba, igual usted señor jae— el hombre le sonrió sin despegar sus ojos de el, algo que hizo incomodarlo demasiado.

El había notado como sus ojos se pasiaron por el desde que llegaron, igual contenplo como veía a Ken, talves había sido mala idea tomarse la libertad de ir ese día con ropa casual.

—muchas gracias señor, nos honra ami y ami amigo—

Aturdido voltio hacia Ken, quien agradecía el halago por ambos, suspiro agradecido y sus dedos acomodaron un mechón rubio que quería volver a su frente, era mejor tenerlo hacia atrás como lo había dicho Ken.

—no hay nada que agradecer yo solo digo lo que veo...—

El hombre vio de nuevo a ambos, para de nuevo sacar el aura competitiva que tenía con los juego hablando con Ken animadamente mientras los dirigía a ambos hacia la puerta del pequeño lugar, pues estaban en aquel lugar para poder hablar sin interrupciones del bullicio de afuera donde las personas a hallaban normalmente jugando y bebiendo.

Todo con clase claro, los hombres de halli parecían ser tan finos que no te cabria en la cabeza que la mayoría eran partes de planes sucios, contrabando de dinero, drogas, armas y quién sabe cuántas cosas más, solo de pensarlo sintió un escalofrío subir su espalda, mucho más al observar su alrededor y ver los típicos hombres que los seguían siempre que hablaban con el señor chan,¿Guardaespaldas? Talvez.

Suspiro al atrevasar a las personas y por fin llegar a una gran mesa donde Ken tomo asiento seguido del señor chan para empezar su juego, suspiro una vez más un poco aburrido mirando a su alrededor y cuando encontro a la persona sonrió feliz dirigiéndose hacia ella.

—hola,—

—hola... Señor Kim—

Jin sonrió y apretó sus mejillas sin poder resistirlo, lo había conocido hace unos días de estar por ahí, el chiquillo era uno de los hombres del señor chan guardespalda? Podría decirse así, empezó hablar por el al ver qué a comparación de los otros con aspectos de hombres malos el tenía un aura alegre y llevadera, tambien le había llamado la atención lo joven que se veía y al oir en una de sus platicas por el mismo que tenía 18 años casi se fue hacia atrás, y una pregunta constante siempre venía a su cabeza ¿Cómo había acabado en ese mundo? Jin no lo entendía era demasiado joven como para tratar con personas como ellos, y luego pensar que el chico día a día presentaba situaciónes cercana a la muerte solo lo hacían sentirse más preocupado por el chico.

Una hora paso sin darse cuenta entre platicas con el chiquillo se olvidó incluso del lugar donde estaba, solo volvió a la realidad al ver el exclamó del señor chan por su triunfo, era siempre igual, Ken le había dicho siempre que la mayoría de veces se dejaba ganar por aquel hombre pues bien sabían que no le gustaba perder.

Suspiro y antes de dirigirse con su amigo y largarse por fin de hay voltio hacia Mark y con una sonrisa en su rostro lo abrazo muy poco inportandole la mirada de los otros guardias.

—toma mí consejo Mark, no dures mucho tiempo con estas personas eres joven mereces una mejor vida, cuando salgas de aquí veme a ver, yo te ayudaré a hacer una nueva vida— le susurro asegurándose que solo ellos dos escucharán.

Con discreción paso una pequeña tarjeta con la dirección de su trabajo, se aseguró que la tomarla y antes de separarse le jalo una última vez de sus mejillas.

—bye Mark—

El chiquillo le agradeció con ojos cristalinos guardando la tarjeta en su pantalón sin que lo vieran los demás.

Su corazón se oprimio y enserio esperaba que reconsiderar su consejo.

—kim—

Sus ojos volvieron hacia el señor alto quien le entregaba un licor color azul, alado de el ken tenía una similar.

—brindemos antes de que abandonen el lugar— les dijo juguetón el hombre alzando su copa hacia ellos.

—claro señor,—

Sus manos aceptaron aquel licor raro, y se ubicó lo más rápido que pudo alado de Ken.

—salud—

Los tres bebieron al mismo tiempo, y el no pudo evitar sentir como aquel líquido quemaba su garganta haciéndolo toser. Ken a su lado sonrió y le ofreció palmaditas a su espalda amablemente, el agradeció avergonzado alejando la copa sin querer tomar un sorbo más.

—bueno, fue de nuevo un gusto que me resolvieran el problema, y ...— el hombre los vio casi con una mueca burlona en su cara—tambien que gracias a ustedes obtendre mucho dinero—

El hombre río, y jin sintió un escalofrío por todo su cuerpo al escuchar las carcajadas que empezaban a escucharse por parte de los guardespalda, busco rápidamente la mirada de Ken viéndolo igual de aturdido que el, sus manos empezaron a temblar y de repente se sentía demasiado mariado.

—que.. que nos hicistes!—

Escuchó a Ken gritar mientras se  apoyaba de el de la misma forma, pero Ken sobrellevando lo más lo jalo atrás de el haciendo frente al horrible hombre que seguía riendo enfrente de ellos.

—tu que crees?...son una par de chiquillos tontos que no sabían con quién se estaban metiendo— el hombre escupió.

Jin sonrió amargamente, sus cuerpo no les estaba respondiendo, sus ojos se estaban cerrando contra su voluntad y de repente una sensación asco inundó su cuerpo, agarro su estómago llorando por la estraña sensación.

—ven jinnie vamonos—

Ken le hablo en un susurro pero no se encontraba mejor que el, su cuerpo tembloroso se lo decía, Ken lo agarro con manos torpes y quiso cargarlo peros sus piernas fallaron cayéndose ambos al suelo.

—ken, no pue-d-es— le susurro, sin dejar de llorar viendo como su amigo hacia por quererlo agarrar de nuevo entre sus brazos.

—no, jinnie n-o—

Pero Ken no pudo responder más por qué había cerrado por completo sus ojos, y jin antes de cerrar los suyos, pudo ver la mirada divertida del señor Chan hacia ellos.


Después todo se volvió negro.

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⏰ Última actualización: May 27, 2020 ⏰

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