Sαlιδα Πσcτυrηα

105 10 0
                                    

No era muy tarde aún, _____ estaba recostada en su cama con una mascarilla en su rostro, platicaba con sus amigos por Whatsapp y tenía su música en un tono algo bajo, no le gustaba molestar a los demás con ese tipo de cosas. La cena había terminado hace poco menos de dos horas, así que solo se concentró en relajarse. Tock,tock. Alguien llamaba a la puerta así que se levantó y abrió la puerta.

-¿Sucede algo?

- No realmente

-Vamos Santiago, dime ¿Quieres que te acompañe a una reunión mañana?

-A una reunión si, pero no  necesariamente mañana, bueno, si, también quiero que me acompañes a una mañana, pero me gustaría más que me acompañaras a una hoy

- ¿Ahorita? ¿En la noche?

- Si, pero no tardaremos mucho, bueno, realmente-aún no terminaba de hablar cuando _____ lo interrumpió.

- Espera, no es una reunión, ¿es una fiesta?- preguntó entusiasmada.

- He, bueno, sí, pero si no puedes no importa, iré solo

- No, te acompañaré, solo esperame un momento, me voy a quitar esto de la cara- señaló la mascarilla que traía puesta- y me arreglaré.

- Está bien- y así salió de la habitación.

_____ se recostó nuevamente sobre su cama, miraba el techo un poco confundida, cada que salía a una fiesta con Santiago las cosas no salían tan bien, él salía un poco alcoholizado, medio violado por las chicas encimosas y una que otra interesada en la fortuna de la familia, eso le molestaba mucho a _____. En esas fiestas no veía a Santiago como su hermano, era un chico completamente normal como los demás, encantador, alto, guapo, muy talentoso y sobre todo libre.

- ¿Por qué nos tiene que afectar a los tres el pasado y secretos de nuestra familia?, ¿Por qué el mundo es tan injusto?- se levantó y caminó hacia el baño y se lavó la cara.

Se miró un rato en el espejo, no podía creer que se pareciera tanto a su bisabuela, le encantaba y le desagradaba un poco, tener su carácter solo la haría ser una mujer sumisa ante su marido, no tenía muchos conocimientos acerca de cocinar así que cuando se casara le preguntaría a los cocineros, a la servidumbre o quizás  a su madre.

Estaba dispuesta a cambiar su actitud, ya estaba harta de hablar siempre con propiedad y nunca poder ser libre, no poder ir a cualquier lugar sin sus guardaespaldas como sus amigos, le perturbaba ser como su bisabuela, y peor aún tener un final tan triste como el de ella, no quería tener solo conocimiento de cosas refinadas, quería salir a disfrutar de su joven vida. Quería vestir cosas que las chicas de sus escuela usaban incluso cosas que sus amigas si podían usar.

Se acercó a su closet, buscó algo no tan de niña buena, pero solo encontró unos pantalones no tan pegados de mezclilla, una playera guinda más parecida a un suéter, sacó un abrigo ligero color negro y unos tenis negros. Se apresuró a cambiarse, teniendo en mente que esta fiesta sería el comienzo de una "vida normal" fuera de casa se puso la ropa interior más bonita que tenía, quería por lo menos experimentar esos violentos y apasionados besos como en las películas. Se rizó las pestañas, colocó rimel en ellas, un poco de base y blush en el rostro, un labial que hacía antojables sus labios, un delineado discreto, unos aretes pequeños y un poco de perfume era lo que necesitaba para sentirse hermosa.

Salió al cuarto de su hermano. Tocó un par de veces la puerta y entró. Santiago se estaba poniendo un poco de colonia, una que hacía que las chicas se volvieran locas por él, pero claro, de eso nunca se daba cuenta él.

-Estoy lista.

- He, si, también yo- dijo mientras veía a _____ de pies a cabeza.

No Puedo Evitarlo... Simplemente Me Gustas ~ (Claude x Lectora)[PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora