No es pecado, si no hay culpa...

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Había pasado una semana desde que vi a Kihyun en aquel café, no tengo idea de como fue que enfrento a Wonho o si siquiera lo haya hecho.

Yo por otro lado no llegue a casa por otros dos días, me hospede en un hotel a unos 30 minutos de mi oficina, pensando en como Minhyuk me recibía con besos y abrazos tan naturales, me tomo mucho esfuerzo comprender que eran pura jodida falsedad, que llevaba meses engañándome, y aun así mostraba ese cariño conmigo sin peso de conciencia. ¿Cómo rayos puede?

El día que por fin me decidí a llegar a casa tuve aun la osadía de avisarle por medio de mensaje, sinceramente no quería toparme con una escena en medio de mi sala, quería evitar todo problema, el trabajo ya me consumía lo suficiente para entrar en otro campo de batalla.

Min me recibió como un cachorro adorable, en el momento que intento besarme, por inercia me aparte, recordando como gemía el nombre de aquel imbécil, me excuse al ver su cara de asombro diciendo que no me sentía bien y me retiré rápidamente a la recamara.

Los siguientes días me iba mas temprano que de costumbre y llegaba mas tarde, siempre con la excusa de que había mucho trabajo, que en parte era verdad, pero muchas veces solo me quedaba unas 3 horas extra en la oficina pensando en que hacer con mi matrimonio, es decir Min sigue jodiendo con Wonho, ¿debería pedirle a mi abogado que me envíe papeles para tramitar el divorcio?, daría igual, no podemos salvar esto ya.

Llegue a casa a las 11pm en viernes, Min estaba sentado en la sala con todas las luces apagadas, si no es por la luz que emite el televisor, no me doy cuenta que esta ahí.

¿Aún despierto? – fue lo único que se me ocurrió decir.

Vaya – soltó sarcástico – hasta que veo a mi esposo.

Perdón – afloje mi corbata y colgué el saco en el closet de la entrada – ha habido demasiado trabajo últimamente.

¿Será? – se levanto y se paro cerca de mi con los brazos cruzados

¿Perdón?

Por como te vas y como llegas – se puso enfrente mío – se siente como si me engañaras.

No se como es que mi mente se puso en negro por unos segundos pero cuando recuperé mi conciencia, note como tenia a Min en el piso con mi puño a un costado de su cara, su expresión en total estado de shock y miedo.

Respire profundamente y me levante – nunca me levantes ese jodido falso – me aleje de el -  mañana saldré de viaje y no estaré aquí por unas semanas – subí las escaleras – diviértete mientras no esté aquí – susurre.

Paso una semana cuando volví a mi oficina, aun mas estresado porque los contratos no estaban siendo completados, porque la compañía no se posicionaba, porque mis artistas no eran reconocidos, y porque mi imbécil corazón creyó que Min después de esa pelea, la cual me hizo sentir como un completo idiota por días, iba a captar que lo que hacia estaba mal – vaya imbécil – mire desde mi auto a la sala de mi casa – ¡carajo! – di un golpe al volante, ahí estaban los dos en su jodido paraíso.

....
¿Bueno?

Hola Kihyun – suspire

¿Hyung?, estas bien.

¿Estas libre? – lo corte

¿Ahora?, si, estaba guardando mi equipo, acabo de finalizar una sesión

¿Podemos vernos? -

Am – dudo- claro Hyung, ¿Dónde te veo?, ¿Voy a la cafetería?

No- mi tono de voz era demasiado demandante – te daré la ubicación de mi hotel.

¿He?

Por favor...

Pasaron 40 largos minutos cuando por fin se oyó un repetitivo "knock" en la puerta, mi corazón se acelero.

Al abrir encontré a un adorable Kihyun con una maleta un poco más grande que el.

Hola Hyung, ¿Todo bien?

Perdóname Kihyun

¿He?, ¿Por qué Hyung?

Te pagare el equipo.

¿Hyung..?

Jale a Kihyun dentro del cuarto, pegándolo a la puerta haciendo que tirara su maleta.

El sabor de sus labios... el sabor de sus labios era, simplemente gloria.

Maybe its not our fault •Showki•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora