Un Paso Más Cerca

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Después de que los doctores me dieran un último chequeo para ver que todo andaba bien conmigo se fueron de la habitación con mi decepcionada madre hecha un manojo de nervios y la mujer de traje gris.

Sola.

De nuevo.

Suspire y me tumbe en la cama llevándome  las sabanas conmigo, los doctores me habían mantenido incómodamente sentada mientras me revisaban hasta las uñas. Gire mi cabeza hacia un costado dirigiendo mi mirada a la espaciosa ventana, el día estaba mas que precioso, era hermoso, el atardecer mas bello cada día se presentaba por mi ventana cegando de luz y colores como violeta, rosa, azul, naranja; todos los días a la misma hora y yo siempre estaba para poder apreciarlo no sé por que pero siempre me impresionó como si fuese la primera vez que lo estuviese viendo es tan precioso cuánto deseaba salir y poder verlo por mi misma solo un poco más de cerca y no desde un marco de cristal.

Gruñí.

-Si tan solo pudiera caminar.-

 

Si pudiese caminar ya me habría ido de aquí, me escapara cada cuanto pudiera solo para mirar el crepúsculo  y ocultarme junto a el.

- Solo quiero salir… Caminar.-

 

Volqué mi rostro de golpe y me senté rápidamente buscando la silla de ruedas con mis ojos revoloteándose frenéticamente en cada rincón de la habitación, entonces la vi. Mierda. La distancia era inmensa, al menos para mi lo era estaba a 4 o 5 metros lejos de  donde me encontraba por lo tanto ni de broma llego, aun en terapia mis rodillas no aguantan mi peso y solo avanzaba con la vía/andadera que el hospital tenia  instalada en la Sala de Terapia Intensiva además de que solo podía hacerlo con ayuda de alguien mas; no puedo llegar tan lejos, pero tengo que poder.

Con mis manos saque mis piernas de la tela y las moví una a una hasta que ya mis dedos estaban en contacto con el suelo, desde mis dedos de los pies hasta la pelvis no sentía ni el mas mínimo tacto, dolor, frió, calor, caricias; nada, mis piernas se habían convertido en una parte inservible de mi en un pedazo de carne muerta que solo ocupaba espacio y peso sobre mi porque es eso lo que es una carga que había hecho que me transformara en un pedazo de basura inmóvil. Esto Apesta. Apesto. Pero lo bueno de todo es que no sentía, por lo tanto no podía percibir lo helado que estaba el suelo. Saque mas mi cuerpo de la cama dejándome en la orilla pero ¿Cómo iba a…? ¿Me lanzo? ¿Me va a doler? No, no me dolerá... ¿y si pongo mis manos en frente? Joder. Me va a doler. Ya.

Sin pensármelo más lo hice. Caí boca abajo a un costado de la cama recargando el golpe sobre mis antebrazos por lo que continuación chille de dolor, mis codos agonizaban de sufrimiento al igual que mi barbilla la cual entono con el piso.

Duele, duele mucho.

Y mis ojos comenzaron a humedecerse conforme el dolor se propaga por todo mi cuerpo como pinchazos pequeños y dolorosos alertando todos mis sentidos, mire hacia abajo para despellejar a mis piernas con la mirada. Las odio. Entonces ya no era dolor lo que sentía, ahora, era la rabia, la ira y la frustración que me estaban carcomiendo, soy una maldita inútil. Mis lagrimas recorrían el entorno de mi rostro hasta el suelo dejando solo un pequeño charco de ellas, decidí arrastrarme comenzando por mover mis brazos uno después del otro aun con el palpitante e incesante dolor en ellos y lagrimas aun escapándose de mis mejillas hice todo mi camino arrastrándome hasta la infernal silla. Mi suplicio finalmente se había terminado en cuanto mi dedos tocaron el reposapiés y luego ambas manos sujetaron fuertemente el reposapiernas impulsándome hacia arriba para tomar el reposabrazos, solte uno de mis agarres para colocar todo mi brazo sobre el asiente y subir hasta que por fin me encontraba sentada, mi suplicio había terminado, mi martirio termino. Coloque mis piernas en el reposapiés una a una. Acabo.

Lo hice.

 

Sonreí para mi misma y las lágrimas nuevamente volvieron a salir; lágrimas de alegría por que lo había logrado y lagrimas de tristeza porque el sufrimiento y el dolor seguían atascados en mi pecho.

 En este punto me importaba una mierda el crepúsculo, mi madre, los molestos medicamentos, los doctores, la jodida psicóloga, me importaba una mierda todo; Me subí por mi misma a la silla de ruedas.

Fall Drown h.s   a.uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora