Capítulo 3: Secuestrados

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Naruto miraba los ojos rosas de la Kunoichi de Iwa con un ceño fruncido, algo que Kurotsuchi correspondía, solo que el odio en los orbes rosados era claro hasta incluso para el Uzumaki.

El lugar donde estaban los ninjas eran un par de celdas con un sello en sus cuerpos los cuales les impedían utilizar el Chakra, además de estar atados de manos en su espalda con grilletes de metal.

Por lo que el ninja de la Hoja entendió, estaban en un lugar llamado Ishigakure no Sato ("Aldea Oculta Entre las Pierdas") y dicho pueblo era por demás extraño.

El pueblo, en lugar de ser una aldea, parecía una fortaleza de un tamaño pequeño solamente habitado por guerreros, sin niños y habiendo pocas mujeres.

Había edificios y bases de piedra, algo que hizo que Kurotsuchi relacionara el lugar con su propio hogar, pero era diferente porque Ishigakure tenía un aire más de base militar que de pueblo oculto.

El Jinchuuriki suspiro mientras que reposaba su espalda en la pared de la celda, mirando el techo por unos segundos con cansancio, solo para bajar la mirada y notar que Kurotsuchi no lo había dejado de mirar ni por un instante.

Eso hizo las cosas aún más incomodas.

Llevaban encerrados por lo menos más de cinco minutos y la Kunoichi no dejo de mirarlo por nada en el mundo, sus ojos expresando odio.

Esto es tu culpa.— gruño Kurotsuchi enfadada, causando que Naruto abriera sus ojos con incredulidad.

¡¿Mía...?!— grito Naruto con incredulidad, señalándose con su dedo levemente, solo para fruncir el ceño— ¡¿Quiénes fueron los que nos atacaron a mí y Ero-Sennin?!—

¡Si te hubieras quedado quieto esto no hubiera pasado!— ignorando las palabras del Jinchuuriki, Kurotsuchi grito enfadada— ¡Esto es tu culpa, mierda de Konoha!

¡Deja de llamarme así! ¡Tengo nombre y es Naruto!— con un ceño fruncido, el Uzumaki noto como la niña de ojos rosados bufaba divertida.

¡¿Piensas que me importa tu nombre!? ¡Me importa una mierda como te llames!— con una sonrisa feroz, Kurotsuchi gruño sus siguientes palabras— Y perdí la Katana que me dio mi madre...Si no la recupero, te arrancare la cabeza del cuerpo.

¡¿Qué importa una Katana perdida en este momento?! — ante los gritos de Naruto, la nieta del Tsuchikage enfrió su mirada— ¡Que tu madre te de otra o algo más!

...Mi madre está muerta. Fue asesinada por una mierda de Konoha como tu.— la voz de la Jounin no era un gruñido ni nada similar, solo una voz helada que congelaría la sangre en las venas de cualquiera.

Naruto abrió sus ojos con sorpresa ante eso, sus ojos expresando asombro, solo para recordar algo importante.

La última guerra cobro muchas víctimas para muchos bandos. Ella era joven, era natural que sus padres participaran en la guerra y en consecuencia, uno de ellos haya muerto en combate.

Por lo que entendía entonces, la niña creció sin su madre y acababa de perder el último recuerdo de ella.

Entendía el dolor de crecer sin padre y madre. La falta de amor de ambos causaba profundas cicatrices en los niños. Y la Kunoichi de Iwa creció sin su madre por culpa de Konoha.

Eso causaba que Naruto sintiera algo de pena por ella. La entendía completamente. Salvo que él nunca tuvo algo para recordar o siquiera ver a sus padres porque literalmente no los conoció y seguía sin hacerlo.

Pero si tuviera algo de su madre o padre y ese objeto sea arrebatado de sus manos, estaría más que furioso.

Por esa razón podía simpatizar con las emociones de la ninja de Iwa.

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