Capítulo 4: Aliados

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Naruto y Kurotsuchi observaban con una ceja alzada sus alrededores.

Básicamente estaban en una aldea.

Casas hogareñas rodeando la zona, una que otra tienda de recursos, unos parques para que los niños jugaran, pero había un problema.

Los pocos aldeanos que ambos ninjas vieron no lucían bien.

Llevaban miradas tristes en sus rostros, sus expresiones de tristeza ya les decían a los ninjas de la Roca y de la Hoja que algo malo estaba pasando.

Los niños no estaban afuera, parecía que estaban todos dentro de los hogares, además que Naruto y Kurotsuchi notaron como el viejo compartía la mirada de tristeza de sus compañeros.

Esta es la casa.— el anciano les mostro una casa de piedra, siendo de un tamaño moderado— Pasen, por favor.

Cuando al anciano abrió la puerta, los ninjas entraron sacándose las sandalias, solo para que inmediatamente ambos escucharan rápidos pasos.

¡Mamá...!— una pequeña niña apareció al final del pasillo, corriendo rápidamente y deteniéndose al ver al Shinobi y Kunoichi, sus ojos estrechándose en sorpresa y desilusión al ver a los que entraron por la puerta— ¿Quiénes son ustedes?

Era una pequeña niña no mayor de ocho años, teniendo largo cabello negro hasta su cintura con piel blanca y ojos dorados. Su ropa consistía en un vestido amarillo con sandalias marrones. Lo curioso era que en su cuello un collar con una gran gema azul se hallaba.

Yuno.— el viejo se acercó a la niña, abrazándola levemente y sonriendo un poco— Ellos son ninjas.— la pequeña Yuno abrió sus ojos con sorpresa.

¿Son-Son ninjas?— Yuno parecía sorprendida pero genuinamente esperanzada, algo que causo que los adolescentes la miraran confundidos, solo para asentir con la cabeza— ¡¿Entonces pueden ayudar a mi madre!? ¡Por favor!

Ante esas palabras, Kurotsuchi y Naruto abrieron ampliamente sus ojos.

Yuno...ellos están aquí visitándonos...— luego de decir eso eso, el viejo enfoco sus ojos en los adolescentes— Vengan...preparare algo de comer.

¡Pero abuelo...!— la niña estaba por gritar, pero su abuelo la detuvo.

¿Podrías ir a tu habitación...? Yo tengo que hablar con los ninjas en privado.— el viejo miro a la niña con ojos suplicantes, causando que Yuno bajara la mirada y saliera del pasillo, siendo atentamente observada por los ninjas.

Con eso, los adolescentes empezaron a caminar para seguir al viejo, entrando a la cocina donde el anciano empezó a cocinar.

La Nieta del Tsuchikage y el Jinchuuriki estaban sentados en la mesa, ambos de cada lado.

Naruto observaba con avives las cosas que el anciano cortaba y preparaba, esperando que la comida estuviera lista pronto.

¿Qué le pasaba a la niña?— pregunto inmediatamente Kurotsuchi con una mirada seria en su rostro, lo que causo que el viejo dejara de revolver el contenido de la cazuela en las hornallas— Ella dijo que quería que salváramos a su madre...Explícate.

Un suspiro escapo de la boca del viejo mientras que seguía cocinando.

¿Recuerdan la fortaleza de la que escaparon...?— pregunto el anciano en un tono cansado, causando que ambos ninjas asintieran con la cabeza— Esa fortaleza está repleta de ninjas que han estado secuestrando a nuestros aldeanos para extorsionarnos.

Ambos ninjas abrieron sus ojos con asombro al escuchar esas palabras.

¿A eso te referías con que tenía más prisioneros?— Kurotsuchi enfoco sus ojos en Naruto, causando que este se encogiera de hombros levemente.

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