Enemigos

Capítulo 6: Liberación difícil

Tsunade firmaba papeles con una mirada cansada en su rostro.

Faltaba poco para la tan esperada reunión del concejo y estaba mentalmente preparada para lo que vendría.

Sería un dolor de cabeza terrible, pero era necesario.

Alguien golpeo la puerta, lo que causo que la Godaime dejara de firmar para mover sus ojos hacia arriba.

Pase.— la Hokage estaba algo curiosa porque era muy temprano y casi nadie la visitaba por dicha razón, pero los ojos se estrecharon al ver a quien entro— ¿Naruto...? Es raro verte temprano.— aunque la Senju sabia la razón de la presencia del niño en su oficina, deseaba estar equivocada— ¿Qué quieres?

Tsunade-Sama...— la mujer rubia fue momentáneamente sorprendida por el sufijo formal, sin estar acostumbrada a que el niño que siempre la llamaba "Baa-Chan" la llamara tan formalmente— Tengo una petición que hacer.

El niño sonaba serio, incluso su rostro era igual. Lo que delataba la gravedad de la situación.

Eso era algo que sorprendía enormemente a la Hokage porque era la primera vez que veía al niño de tal manera.

¿Qué petición?— pregunto Tsunade con una ceja alzada, mirando atentamente a Naruto.

Primero...quiero hablarte de Kurotsuchi.— un suspiro escapo de la boca de la Sombra de Fuego porque el Uzumaki confirmo lo que ella pensaba.

Naruto, ya te lo dije. Esa niña se queda encerrada y no cambiare de parecer.— la Senju se cruzó de brazos, su rostro siendo idéntico al del niño frente a sus ojos.

Por eso quiero que me escuche...Por favor.— Naruto agrieto su rostro, enviándole a la mujer una mirada suplicante por un segundo, causando que la última Senju alzara una ceja— Como un favor.

Un suspiro escapo de la boca de la descendiente del Shodai Hokage, solo para asentir con la cabeza, causando que el niño sonriera feliz por unos milisegundos, rompiendo la sonrisa y volviendo a su fachada seria.

Cuando escape de Kurotsuchi y fuimos atrapados por Ishigakure...pasaron muchas cosas en las celdas.— la Godaime observaba atentamente al niño, notando como este le devolvía la mirada con seriedad— Ambos nos gritamos, lanzamos uno que otro insulto. Incluso me negué a hablarle, pero...yo...yo la fui comprendiendo.— el niño no cambiaba de rostro, seguía serio, incluso a pesar de los ojos fríos de la mujer— Ambos tuvimos que trabajar juntos, tuvimos que colaborar, hicimos muchas cosas con tal de devolverle al pueblo al cual Ishigakure extorsionaba a sus familias y amigos. Por esa razón se varias cosas de Kurotsuchi.— una leve sonrisa se formó en el rostro del rubio de bigotes, la expresión borrándose y volviendo a la seriedad— No voy a mentir y decir que ella no odia Konoha, diré la verdad. Ella nos odia, pero tiene buen corazón. Yo la vi sonreír de verdad al ver un abrazo entre una madre y su hija. Yo sé que ella es buena, de verdad lo hago, Tsunade-Sama.

¿Y?— estando cruzada de brazos y alzando una ceja, la mujer permanecía seria.

Por esa razón quiero ayudarla a dejar de lado el odio que tiene hacia nosotros.— el niño Jinchuuriki asintió con la cabeza, la seriedad en su rostro combinada con determinación— Ella será la futura Tsuchikage de su aldea...Por ello, quiero acabar con esta enemistad formada en el pasado para formar un futuro brillante. Quiero traer la paz no solo para Iwa y Konoha, sino para todas las aldeas.

La mujer Senju permaneció en silencio, su rostro sin mostrar una simple emoción, sus brazos cruzados y sus ojos mirando penetrantemente al joven de ojos azules, fue así hasta que la Godaime hablo.