• Día 2 •

5.7K 560 1.3K
                                    

Día 2:Tatuador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Día 2:
Tatuador

A Giyuu le encantaba la cafetería a tres calles de la universidad; esa que servía los batidos de ohagi y chocolate, el cual debía ser algo así como un invento de los mismísimos dioses

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Giyuu le encantaba la cafetería a tres calles de la universidad; esa que servía los batidos de ohagi y chocolate, el cual debía ser algo así como un invento de los mismísimos dioses.

En esa cafetería solían hacer la mayoría de las reuniones de estudio con el resto de sus compañeros: Rengoku, Shinazugawa y Uzui —además de Shinobu, la muchacha con un coeficiente intelectual más alto que Einstein, y que consiguió avanzar hasta el tercer año de la universidad en tan solo dos semestres.

Era especialmente con Shinobu que asistía a la cafetería. Más que nada, porque el resto de sus amigos preferían ir al bar por algunas cervezas si es que las clases terminaban muy tarde. A Giyuu no le gustaba el sabor amargo en su garganta, ni tampoco la resaca culpable del consumo desmedido de la misma.

Y como Shinobu era una señorita —y era mejor que nada—, ella no bebía en época de clases. Por supuesto, en cuanto las vacaciones llegaban, Kochou Shinobu era capaz de bajarse todo un barril de cerveza más pesado que su propio cuerpecito.

Giyuu decía mejor que nada, pero eso era un eufemismo: la pura verdad era que hubiese preferido cocinar sus propios huevos al vapor antes que pasar más de tres horas seguidas con Shinobu.

—¡Tomioka! —Shinobu sorbió ruidosamente de su batido de fresa y crema batida—. ¿No te da vergüenza que te vean con una chica mucho menor que tú? ¿No temes que piensen que eres un pervertido? Aunque, digamos, tu cara no es que te ayude mucho...

Giyuu suspiró. Tuvo que frotarse la frente para no perder los estribos.

—Dudo que piensen que eres algo así como una florecilla inocente —dijo él—. Además, si a esas vamos, tú tienes más cara de estar aprovechándote de mí.

Shinobu, aunque no dejó de sonreír, arrugó su pequeña y respingada nariz.

—Soy demasiado guapa como para que crean que me rebajaría a salir contigo —Ella dio unas palmaditas en la espalda de Giyuu—. ¡Pero descuida, puedes ser mi mejor amigo feo!

SabiGiyuu Week 2020 - [KIMETSU NO YAIBA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora