Capitulo 1: La Caja de Pandora

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Yo soy Maya, una adolescente de 16 años, todo bien si no fuera por el hecho de que estoy encerrada a 250 metros de profundidad, bajo tierra junto a miles de personas, protegiéndonos de ¨El fin¨, el nombre que recibió la guerra que acabó con el mundo entero, transformándolo en un planeta inhabitable. Formo parte de el refugio 56 junto a mi tía Laura. Mi vida era perfecta, tenía amigos, destacaba en los estudios y tenía una buena relación con todo el refugio, hasta aquella mañana...

-Buenos días Maya. Hoy es sábado 30 de octubre de 2550, son las 10:45. Hoy tienes 5 tareas pendientes, ¿quieres que las lea?- Ese era mi asistente digital, todas las mañanas me despierta y me repasa las tareas diarias. En ocasiones lo usaba como alguien con quien hablar de mi vida, con lo que lo consideraba como una manera de escapar de mis problemas.

-Sí, por favor

-Tienes una tarea pendiente, ¨Quedar con Sara y Alex a las 9:30 en la cafetería¨. ¿Deseas atrasarla?

-¡MIERDA LLEGÓ TARDE!

Me cambie de ropa lo más rápido que pude, no quería enfadar mis amigos, a pesar del hecho de que llevaban esperándome una hora. Una vez vestida y a punto de salir de mi residencia, me choque con mi tía la cual estaba entrando por la puerta con toda la ropa de la lavandería.

-Lo siento tía, deja que te ayude a levantarte.

-Tranquilo, puedo sola. ¿A dónde ibas con tanta bulla?... Y vístete bien por Dios .

-Llegó tarde a la cafetería, he quedado con Sara y Alex.

-Vale, pero recuerda levantarte más temprano la próxima vez que quedes. Por cierto, he encontrado esto en el almacén de tu padre, parece ser un regalo de tu padre para ti.

-Gracias tía, me tengo que ir.

-Adiós, y ve con cuidado.

-Adiós.

Corrí como nunca había corrido, hasta llegar a la cafetería. Allí estaban mis amigos, sus caras de enfado delataban que estaban molestos por haber tenido que esperarme por una hora, sin hablar de la montaña de tazas de café que se habían tomado.

-¿¡Mira a quien le ha dado por venir!? Si es la Bella Durmiente- dijo Alex en un tono sarcástico.

Simón era el típico chico amigo de todos pero que solo se juntaba con chicas, era la ¨maruja¨ del grupo, sabía los chismorreos de todo el refugio y su estilo delataba que todo aquel tiempo "en el armario" había servido de algo.

-¿Dónde coño te habías metido? Llevábamos una hora esperándote.

Esa era Eve,  era una persona muy cariñosa con nosotros, algo que contrastaba con la frialdad y crueldad con la que trataba a los que le rodeaban, ni se molestaba en pensar si dañaría sus sentimientos.

-Lo siento el despertador me ha fallado, pero al menos ya he llegado.

-Que sea la última vez, bueno empecemos ya, que tenemos muchas cosas de que hablar- dijo Sara.

-¿Habéis escuchado el baile de mascaras que se va a celebrar en el salón de actos? Al parecer estamos todos invitados, lo único malo es que tenemos que ir con una pareja.- Dijo Alex- Maya, ¿a quién tienes pensado invitar?

-Si te digo la verdad, no tengo ni idea. Seguramente tenga que ir con alguno de vosotros.

-Uno de nosotros necesita pareja sí o sí, somos tres y no creo que acepten tríos. Yo no creo que salga con nadie, así que esto esta entre Alex y tú.

-¿Alex, tú no estabas hablando con alguien?

-Si te digo la verdad,paso de él, es el típico f-boy.

-Entonces, tú eres nuestra única esperanza Maya.

-Yo tengo que pensármelo, total hasta mañana tenemos tiempo de ver con quién vamos.

-Por cierto, Maya. ¿Que es ese regalo que llevas ahí?- Pregunto Alex con curiosidad.

-Es de mi padre, estaba guardado en su almacén. Parece que lleva años guardada.

A lo que Sara respondió con ansia:

-¿A qué esperas?¡Ábrelo!

Abrí el regalo con cuidado de no romper mucho el papel, quería guardar aquel mínimo recuerdo de mi padre en ese papel, mi única misión era conocer quienes eran mis padres y saber que les ocurrió, y tras la capa de polvo,  descubrí una caja metálica. Tenía unas iniciales grabadas,seguramente las de mi padre, las cuales completamente desconocía.

Mis padres apenas estuvieron presentes en mi vida. Mi padre fue uno de los científicos más galardonados de la historia de los refugios gracias a la invención de una reserva ilimitada de O2 a través de jardines botánicos, lo cual acabó con el purificador de aire, pero toda su fama se derrumbo tras una supuesta incriminación por asesinato, aunque algunos rumores dicen que debido a la revelación de algún dato que ponía en peligro a los superiores fue expulsado de el refugio a el exterior, donde nunca más se supo nada de más de él. Mi madre quedo embarazada de él nueve meses antes de su expulsión,ella trabajaba en la enfermería, pero una mañana, un día después de yo nacer, apareció con una sobredosis de pastilla, y a la vez que mi padre, los rumores dicen que fue asesinada por miedo. Entonces mi único remedio fue quedarse con mi tía Lauren, que por esa época tenía tan solo 17 años.

Inspeccione extrañada aquella caja y me di cuenta de que era imposible abrirla, al parecer estaba cifrada por un código de 4 números. 

-Esta cerrada, no creo que sea capaz de abrirla con mis propias manos y tampoco creo que sepa el código-dijo Maya entristecida por haber perdido la única oportunidad de saber más de su padre- ha sido un error abrirla.

Sara no podía soportar la tristeza que me atormentaba ,con lo que dispuesta a ayudarme, me dijo de abrirla con las herramientas del taller de su padre, recuperé la poca esperanza perdida. Alex para acabar con aquel ambiente decidió seguir hablando de aquel baile.

Aquella noche, no podía parar de pensar en la caja, con lo que decidí ver mi móvil, tenía un mensaje de Sara.

-¿Estas despierta?Tenemos que hablar sobre tu vestido.

-Es verdad, apenas he tenido tiempo para buscar alguno hoy.

-Mañana te ayudo a encontrar alguno si te encuentras muy apurada.

-Gracias.

-Bueno,tengo que irme mañana tengo que madrugar...Buenas noches.

-Buenas noches.

Me olvide completamente de la caja y me fui a dormir.

Aquella noche, tuve una pesadilla. En la pesadilla yo estaba en el baile de mascaras, todo iba bien, la música retumbaba en las paredes y la gente saltaba sin parar, aun así me encontraba incómoda y todo empeoro cuando empecé a escuchar gritos y llantos sollozando mi nombre, seguí el rastro de esos gritos. Poco a poco todo empeoraba, la música iba distorsionándose y la gente empezaba a mirarme fijamente. Al llegar  al origen de los llantos, me encontraba rodeada por la multitud, delante mía se encontraba un hombre de negro de pies a cabeza,se encontraba con aquella caja en sus manos y a medida que la abría, los llantos y gritos aumentaban como si de la Caja de Pandora se tratara. Me lancé al suelo y empecé a llorar hasta que desperté a una gran velocidad de la cama. Tiré la caja a la basura, fui al cuarto de baño y me limpie la cara. Mí tía fue al baño a preguntar que me había pasado:

-¿Estas bien cariño?

-Estoy bien, tan solo he tenido una pesadilla.

-Bueno, cuando acabes vuelve a la cama y descansa un poco. Buenas noches.

-Buenas noches tía.

Volví a la cama e intenté calmarme, al fin y al cabo todo el daño que le había producido aquella caja no merecía la pena, pero en el fondo quería descubrir el contenido de su interior y la importancia que debía de tener para estar cifrada. El verdadero fin acababa de empezar y ni siquiera me daba cuenta de lo que se me venía encima...

SIGUIENTE CAP:MÁSCARAS FUERA

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